Una de las partes clave en la organización de una carrera como la Vuelta a Burgos es la salud de los ciclistas, la atención médica durante la carrera. Y en este caso la llevan cuatro médicos:Antonio Rodríguez, Alberto Delgado, Esther Martínez, Paula de la Torre. Junto a ellos, una enfermera, Paula Torcida, hija del también médico Gerardo Torcida, que este año está en el tema de los controles del doping. Los cinco primeros acompañan a la caravana durante todas la carrera en dos vehículos, conducidos por David y Diego. Su misión es sencilla, atender cualquier necesidad de lo ciclistas en el desarrollo de la etapa, atenderlos en carrera. Además, la atención médica se completa durante la carrera con tres ambulancias.
Uno de los cuatro médicos es Antonio Rodríguez, médico del Burgos Club de Fútbol, con el que lleva cinco años, y un apasionado del ciclismo. Cumple ya su novena Vuelta a Burgos y tiene pinta que seguirá unas cuantas más. Le encanta su trabajo, tanto que no lo considera como tal. «Me gusta mucho lo que hago aquí, no lo considero un trabajo». Para poder estar con los ciclistas ha pedido permiso en el Burgos Club de Fútbol, a la dirección deportiva y al entrenador, ya que se encuentra en plena pretemporada y el día 15 de agosto comienza la competición. Son parte de sus vacaciones pero no le importa. Él y uno de sus compañeros son traumatólogos, mientras que el equipo se completa con dos médicos de la UCI y una enfermera.
Su cometido es muy claro e importante. Acuden todas las mañanas una hora antes al punto de salida para asistir, si es necesario, a alguno de los ciclistas que han tenido problemas. Y ya durante la carrera, en dos vehículos, atienden a los corredores. «Si hay una caída, ahí estamos, también atendemos curas desde el coche, o les damos algún medicamento que necesiten. Y cuando llegan a meta también atienden si es necesario.
Tiene muchos recuerdos, aunque hay tres que no se le han olvidado: un corredor que perdió un dedo en la edición de la Vuelta de la pandemia; cuando a Henao se le salió el hombre y la durísima caída de los integrantes del Visma en la llegada a Villadiego.