Si hay un tren que parece gafado, esos son los Avril. La denominada serie 106 con la que Renfe estrenó el AVE a Vigo con una demora de más de dos horas por una avería no ha dejado de ocupar titulares por los retrasos en su puesta en servicio o su falta de fiabilidad. De hecho, la compañía tuvo que reducir su compromiso de puntualidad el pesado verano y hasta el 9 de junio no desplegó toda su oferta comercial a Galicia con estos nuevos convoyes. Sin embargo, pese al éxito en cifras de viajeros y el histórico sorpasso al avión, los problemas han vuelto.
La operadora pública ha suspendido la venta de billetes para los servicios Avlo entre Madrid y Barcelona de forma inmediata tras detectar una fisura en parte de los trenes. Esta «anomalía técnica» está ubicada en el bastidor, un elemento entre el bogie tractor que gobierna la rodadura y transmite el movimiento entre la vía y el tren. La incidencia fue detectada durante una revisión rutinaria el pasado lunes 21 de julio en una de las cinco unidades -la serie consta de una trentena- que circula por esta línea.
La noticia ha sido avanzada en la tarde de este viernes por El Economista y confirmada por FARO a través de varias fuentes ferroviarias. Desde ese momento la compañía inició una revisión exhaustiva del resto de modelo para sustituir aquellas unidades que presentaran este tipo de problemas. A su vez, ésta se prolongó a los que operan hacia Galicia, Asturias o Valencia «sin observarse ninguna anormalidad» por el momento. Desde hace un mes monopolizan la oferta en tren entre la comunidad y Madrid con siete frecuencias diarias a Santiago, cinco hasta A Coruña y cuatro en Pontevedra y Vigo. Por el momento todas ellas siguen a la venta.
Arriba, el prototipo del Avril presentado en 2015. Abajo, el diseño final en pruebas este año en Asturias. Talgo / Ángel Glez / Talgo / Ángel Glez
En cualquier caso Renfe ha decidido paralizar la venta de billetes en este recorrido, joya de la corona de la Alta Velocidad en España, en los servicios low cost de Avlo. En total se han suspendido las cuatro circulaciones diarias por sentido, lo que se traduce en unas 32.500 plazas por semana.
Como medida adicional, y en colaboración con Adif y la Agencia Española de Seguridad Ferroviaria (AESF) ha ordenado la reducción de la velocidad máxima para todos los trenes fabricados por Talgo entre la estación de Madrid-Puerta de Atocha y el punto kilométrico 190 (entre Ariza y Calatayud) a 250 km/h frente a los 300 habituales. Esta medida generará un incremento en los tiempos de viaje y viene motivada por el estado de la infraestructura, inaugurada hace menos de 25 años pero afectada por el aumento del tráfico tras la liberalización ferroviaria.
En un comunicado, Renfe asegura que, «a través de sus filiales Renfe Viajeros y Renfe Ingeniería y Mantenimiento, en calidad de empresa ferroviaria y entidad encargada del mantenimiento, respectivamente, así como Talgo en su condición de fabricante y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, garantizan que la circulación y operación de los trenes se realiza con total seguridad para los viajeros»». Los trenes de la serie 106 fueron estrenados en mayo del pasado año, siendo ahora mismo los más nuevos de todo el sistema ferroviario español.
Crononología de su compra
El 18 de noviembre de 2016 y con el popular Rafael Catalá como ministro de Fomento se adjudicó a Talgo el denominado «contrato del siglo» para la fabricación y mantenimiento de nuevas unidades por 2.650 millones de euros. El fabricante vasco aplicó una rebaja del 44% sobre el precio máximo y deja los costes de fabricación en 22,5 millones por tren. Presenta el prototipo del Avril, con capacidad para 521 viajeros y más «elegante» que la versión final. Ya se hablaba de que «existen dudas sobre los resultados y los ratios de disponibilidad y fiabilidad» del mismo.
En abril de 2017 el pedido se amplió con 15 unidades adicionales de ancho variable para poder llevar el AVE a Galicia y Asturias, modificándose nuevamente el pedido en 2019 para adaptarse a las necesidades de Renfe con la creación de su marca de bajo coste. La primera unidad no saldría de fábrica hasta julio de 2020 y las pruebas de homologación de los convoyes a Galicia se iniciaron en febrero de 2022.
La falta de fiabilidad fue demorando su estreno comercial, ya que no obtuvo la homologación de la Agencia Europea del Ferrocarril (ERA) hasta el 17 de octubre de 2023 tras meses de bloqueo. Tras la correspondiente formación de maquinistas y empujada por las presiones políticas desde Galicia, Castilla y León o Asturias, la operadora comienza a utilizarlas el 22 de mayo de 2024 pese a no estar concluido el proceso previo.