El nuevo vídeo de ‘No es como las demás’ desgrana los pormenores de una de las películas de ciencia ficción más importantes de la historia y que no se parece a ninguna otra que se haya filmado jamás

Warner Bros.

Hay clásicos del cine que no nacen como tal, sino que tienen que esperar mucho tiempo hasta que lo consiguen. Blade Runner, hoy considerada una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia -con su secuela, Blade Runner 2049, y todo-, no tuvo precisamente un estreno triunfal en 1982: su paso por taquilla fue un fracaso. Fue el tiempo el que le otorgó el reconocimiento que merecía, y con él, también salieron a la luz numerosas curiosidades y detalles sobre su producción.

Los amantes de la ciencia ficción estamos de enhorabuena: en una nueva entrega de No es como las demás, gracias a Fatty Martin, podemos desgranar los pormenores de una cinta que ha pasado por méritos propios al Olimpo de la Historia del Cine, una película que ha hecho correr ríos de tinta, que cuenta ya con incontables versiones y que ha sido reestrenada otras tantas incontables veces.

La obra maestra que conocemos hoy podría haber sido muy distinta: el primer director que se tuvo en cuenta no fue Ridley Scott -que por cierto se llevó un poco a las malas con el equipo estadounidense del filme-. Aunque el estudio siempre quiso que Scott fuera el director, él no lo tenía tan claro. El motivo era que Scott estaba ya trabajando para adaptar Dune. Finalmente el proyecto no salió adelante, porque él quería hacer dos películas en vez de una única como quería el estudio -¿qué pensarían entonces de la franquicia que tiene ahora mismo Denis Villeneuve entre manos?- y el proyecto finalmente cayó en manos de David Lynch.

Tampoco iba a ser la primera opción Harrison Ford. Al Pacino, Cristopher Walken, Gene Hackman, Jack Nicholson, Clint Eastwood… La lista que sonó fue larga. Pero concretamente, hubo uno que estuvo verdaderamente a punto de hacerse con el papel. Porque el primer nombre que Scott consideró seriamente para el papel fue Dustin Hoffman. Hoffman realmente quería interpretar a Rick Deckard. Sin embargo, su visión del personaje difería bastante de la original. El propio actor llegó a decir: «No tengo ni idea de por qué me pidieron que interpretara a un personaje tan macho». Los matices que Hoffman quería aportar no encajaban con la imagen de héroe duro pero introspectivo que Ridley Scott tenía en mente.

El rodaje fue especialmente tenso y lleno de malos rollos. Ya empezó con mala pata: después de dos semanas Ridley Scott decidió que no le gustaba la iluminación de ninguna escena que se había filmado, por lo que volvieron a rodar todo. Las consecuencias fueron… estresantes. Además, Scott quería contar con el mismo equipo que había utilizado en Alien. Pero, debido a las normas sindicales, parte de los trabajadores tuvieron que ser estadounidenses. Y a partir de aquí empezaron los roces, porque el equipo cuestionaba las decisiones cinematográficas de Scott y se resistía a trabajar hasta tarde, algo que a Scott le gustaba. Él llegó a declarar que prefería a los británicos porque: «cuando les pido que hagan algo, dicen ‘Yes guvnor’ (sí jefe) y lo hacen. No siempre es así con los equipos estadounidenses».

A pesar de todas estas dificultades, el desenlace es por todos conocido: Blade Runner es una de las películas de ciencia ficción más importantes de la historia, un clásico de culto que sido motivo de charlas y charlas con teorías sobre tu argumento. En el vídeo podrás descubrir cómo se llegó al icónico aspecto del personaje que interpretó Sean Young, múltiples detalles del tortuoso rodaje, con tensiones, roces y conflictos, se profundiza en los aspectos visuales, las relaciones entre los actores… Vamos, que si querías convertirte en un experto de la cinta, lo vas a poder conseguir.