Salieron a la luz los distintos dibujos que pasará a tener el Gálvez si se concreta el proyecto de remodelación.
Una proyección de cómo quedaría el Autódromo de Buenos Aires, si se concretan las obras.
El proyecto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Grupo empresario OSD para remodelar el Autódromo de Buenos Aires, con la mira en recuperar un Gran Premio de la Argentina de Fórmula 1, presentó cuáles serían las variantes para las categorías nacionales e internacionales.
El sector que sufre la mayor modificación es al final de la recta principal. La tradicional ‘S’ del Ciervo y la Curva Reutemann serán reubicadas, con un dibujo distinto, hacia lo que hoy es el circuito de pruebas de manejo. También se incorpora la S de Senna, situada entre las curvas 7 y 8, y una sección nueva, La Orilla (del lago).
Todas las variantes que tendrá el Autódromo de Buenos Aires, según el proyecto de remodelación.
El trazado principal medirá 4.942m, incluirá 15 curvas (seis hacia la izquierda y nueve hacia la derecha), con anchos variables entre 12 y 15 metros. Tendrá dos zonas de DRS, una en la recta principal y otra en la opuesta, donde se alcanzarían velocidades de hasta 340 km/h.
El diseño para la F1, con una nueva horquilla larga.
El modelo MotoGP, con una horquilla corta.
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Además del diseño para seducir a la F1, con la que ya negocian una fecha a partir de 2028, serán hasta ocho las variantes posibles. El nuevo N°12, por ejemplo, tendrá 6.073m para el Turismo Carretera, con el Curvón Salotto, la Chicana de Ascari y la Horquilla Alfredo Parga intactas. Y se suman versiones más cortas, de menor exigencia.
Así las cosas, se presume que el TC correrá este 24 de agosto por última vez en el histórico 12 tal como fue hasta ahora, en una jornada que tendrá más carga emotiva aún por ser la última de la hinchada de Chevrolet en la tribuna 15, que será demolida para dar paso a la parte nueva.
El «nuevo» Circuito N°12 para el Turismo Carretera, sin la ‘S’ del Ciervo como se conoció hasta hoy y con un rediseño leve en la Chicana de Ascari.
Una versión más corta para otras categorías del automovilismo nacional, como el TC2000.
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El proyecto, a su vez, planifica una infraestructura apta para recibir hasta 150.000 espectadores, con nuevas tribunas desmontables y sectores VIP. En principio, se ejecutaría en dos etapas: una para recibir al MotoGP a principios del 2027 (la Ciudad firmó hasta 2030) y una segunda para dejarlo listo de cara a la posible vuelta de la F1.
Así quedaría el Autódromo de Buenos Aires con la remodelación final, una horquilla larga donde hoy es el kartódromo.
De concretarse la primera parte, el Gálvez contará con la homologación total de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), mientras que alcanzará el Grado 2 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), ante la que debe gestionar el Automóvil Club Argentino (ACA). El paso siguiente de la obra será hacia el Grado 1, exigencia innegociable de la F1.
Si se logra un acuerdo con la F1, de extrema complejidad no solo por las exigencias sino también por la demanda de fechas que tiene la categoría en un calendario acotado, volvería después del último GP del 12 de abril de 1998, cuando ganó Michael Schumacher con Ferrari.
El MotoGP, a su vez, corrió nueve veces en Termas de Río Hondo entre 2014 y este año. La última vez que corrió en suelo porteño, donde disputó 10 carreras, fue el 31 de octubre de 1999, con victoria de Kenny Roberts Jr. (Suzuki). Si todo se cumple, volverá en 2027.
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