El Puerto de Santa María (Cádiz), 8 de agosto de 2025. Festejo de rejones nocturno organizado por la empresa Circuitos Taurinos con motivo de la temporada de verano. Noche serena, sin viento y con temperatura muy agradable. Media entrada. Preside Ignacio Vega. Ameniza la Banda de Música “Maestro Dueñas”, dirigida por Javier Alonso.
Se corren seis toros de la ganadería de David Ribeiro Telles (que pasta en Coruche, Portugal), de origen Santiago Domecq, con pesos entre 450 y 535 kilos, con buena morfología en general, despunte reglamentario y juego desigual. En el arrastre, el primero y el quinto tienen ovación.
- Ruy Fernandes: rejonazo en lo alto; dos orejas. Pinchazo y rejón en lo alto; vuelta al ruedo.
- Diego Ventura: dos pinchazos y rejón trasero, con descabello; ovación. Pinchazo y rejonazo de efecto rápido; dos orejas.
- Joao Ribeiro Telles: rejón un poco contrario y caído, con dos golpes de descabello; ovación. Dos pinchazos, medio rejón trasero y contrario y rejón muy contrario, trasero y caído, con dos golpes de descabello. Silencio.
Incidencias: los caballeros hacen el paseíllo a lomos de Quilate, Nivaldo y Gaiato, mientras la banda de música interpreta “Mi jaca”. Ruy Fernandes y Diego Ventura salen a hombros.
Comentario
Volvemos a decir lo que hemos comentado en más de una ocasión en esta misma plaza. Hace años la corrida de rejones era la única que aseguraba un lleno de No Hay Billetes en la temporada portuense. Sin embargo, desde hace un tiempo no acapara la atención del público, hasta el punto de que es el festejo que aporta más espacios vacíos en la Plaza Real.
Diego Ventura está mandando en el escalafón este año, como otros muchos años desde hace tiempo, y cerró la temporada pasada con 52 festejos. Ruy Fernandes cerró con 19 y Ribeiro Telles, con 5. Éste último salió de aquí a hombros hace dos años, cuando alternó con los Hermoso de Mendoza. Mientras los tres rejoneadores deambulan por el ruedo haciendo carrusel con sus caballos, los dos alguacilillos aguantan a pie firme junto a las tablas, como si ellos también participaran en el espectáculo.
Ruy Fernandes
Ruy Fernandes, en su primero, bonito, saca de salida al castaño Olimpus y templa durante largo rato a un animal de buenas condiciones, con buen son siguiendo al caballo antes y después del castigo. Con El Dorado templa a lo largo de toda la circunferencia y clava la banderilla arriba, levantando los aplausos; siguen dos más, saliendo de tablas y en semiquiebro, y el toro muestra su bravura.
Sobre Mistral, hay una banderilla apurada y de ella sale haciendo piruetas; luego, una segunda, mientras comunica con el público. Con Iceberg pone dos banderillas cortas, la segunda algo caída, y luego juega con él durante largo rato. El toro no ha manifestado en ningún momento cansancio y al final cae con muerte de bravo.
Fernandes y Quilate I Breña
El segundo de Fernandes
En su segundo, corretón de salida, saca otra vez a Olimpus y con una sola parada en recorte pasa a pegarle el rejonazo en todo lo alto y a jugar con él en círculos cerrados; prueba con el segundo rejón, haciendo delante del toro pequeños quiebros, y al final renuncia a ponerlo. Sobre el bayo Ponce, tras larga preparación a lo largo de toda la plaza, lo deja en la boca de riego y clava la primera banderilla en lo alto; la segunda es del mismo estilo.
Con Q-Dorado, tras larga preparación, atraviesa el diámetro de la plaza hacia el toro situado en tablas y clava en lo alto; vienen luego otras dos banderillas y el toro sigue en tablas, pero en un arreón alcanza al caballo sin consecuencias. Sobre Iceberg pone tres cortas, aunque la primera cae sin tocar al toro.
Fernandes y H-Quiebro I Breña
Diego Ventura
Diego Ventura, en su primero, hondo, acapachado, berreón y corretón, sale con Guadalquivir y el toro después de algunas carreras se para; en los dos rejones de castigo se duele y sigue berreando. Con Nómada (hijo de Nazarí) templa al toro y luego lo incita como si fuera una muleta; acude de frente al paso hacia él para quebrar, clavar en lo alto y salir templando.
El segundo par, en tablas, es muy apurado y en el tercero, arranca de tablas a paso español para quebrar en el último momento, clavar en lo alto y salir templando; es un caballo fiel hijo de su padre. Sobre Bronce prueba al toro dando vueltas alrededor y después le quita la cabezada para una banderilla en lo alto; el caballo juega alrededor intentando morder un cuerno. Saca el bayo Brillante (nuevo de este año) para poner tres cortas en serie antes del rejón.
Ventura y Nómada I Breña
El segundo de Ventura
En su segundo, bien proporcionado y hondo, saca a Querido (nuevo de este año) y con suma agilidad burla al toro con recortes inverosímiles; para clavar, va de frente desde tablas hacia el toro, que está en la boca de riego, en un semiquiebro clava en lo alto y se queda toreando; igual es el segundo. Sobre el alazán Quirico (hijo de Nazarí), templa y clava arriba para salir templando; en la siguiente sale desde tablas y el público se entusiasma.
Saca al perla Nivaldo y, viniendo de tablas, llega a la cara del toro, se para y hace un quiebro a pie parado; el público le anima con palmadas rítmicas y la siguiente banderilla también es a pie parado, con quiebro de gran batida. Con el vinoso Quitasueños (hijo de Lío) hace el balancín en la cara del toro antes de un quiebro a pie parado; en la siguiente banderilla repite la operación. Con Brillante pone tres rosas en serie y se queda haciendo círculos cortos con el toro, poniendo la mano sobre el testuz.
Ventura y Quirico I Breña
Ribeiro Telles
Ribeiro Telles, en su primero, bien hecho, hondo y con patas, saca a Iluminado y con recortes muy apurados pone dos rejones en lo alto del morrillo (donde deberían ser todos los golpes de rejón). Sobre Martini, después de encelar al toro, se va a tablas y de ahí arranca recto, al paso, para poner en la boca de riego un palo al cuarteo.
En la siguiente banderilla tiene que sacar al toro de tablas, lo lleva al centro y él se va a tablas para repetir la misma operación que antes. Con Gaiato, desde tablas, nuevamente en línea recta avanza y cuartea para clavar; en la siguiente banderilla, al salir, el toro provoca un alcance sin consecuencias; hay una tercera banderilla. Sobre Canina, perla-albino, pone dos cortas y juega en círculos. El toro se mantiene en los medios para recibir la muerte.
Ribeiro y Gaiato I Breña
El segundo de Ribeiro
A su segundo, que brinda a Antonio Domecq, para con Ilustre a uno que tiene ademanes de manso y al que le cuesta sacar de tablas para un rejón. Sobre Marfim, arrancando de tablas, en línea recta hacia el toro, pone arriba una banderilla, muy aplaudida, pero el toro busca tablas y cae al suelo completamente; en la siguiente, puesta en los medios, sale templando, muy ceñidito; la tercera es puesta en tablas y sale airoso, levantando al público de los asientos. Con el negro Ilusionista banderillea en tablas y templa, con dos palos, haciendo alarde de doma. Sobre Canina pone una banderilla larga y dos cortas en serie.
Ribeiro y Marfim I Breña
Remate
Salir dos a hombros se está convirtiendo en costumbre en esta Plaza Real. ¿Qué pasará cuando no salga ninguno? Aunque, al fin, hemos pasado una noche entretenida, con toros cuya presentación no es para quejarse y con unas cuadras de caballos que ejemplifican el nivel al que se está llegando en esto de la doma. También, es importante, hemos visto cómo la esencia del rejoneo portugués ya está establecida y asimilada en España, aunque es verdad que hoy hemos tenido a tres representantes naturales.
¿Cuál es esa esencia? Dicho en pocas palabras, es dejar al toro en el centro del ruedo y marcharse el caballero hacia tablas para, después, venir al paso y recto, de frente, hacia el toro, llegar a su jurisdicción y en el último momento quebrar o cuartear en un palmo de terreno para dejar el palo clavado arriba, saliendo con el toro pegado y templado, o bien despedirlo con una pirueta. Así, nosotros aquí nos despedimos.