La segunda corrida de toros de la feria taurina de La Peregrina comenzó con la cogida del diestro sevillano Morante de la Puebla en su primer astado, Carrillón, de la ganadería Garcigrande. El torero sufrió una cornada que le impidió seguir la lidia y tuvo que ser trasladado a enfermería y, posteriormente, a un centro sanitario pontevedrés.
Según el último parte médico de la plaza de toros, el diestro presentaba “una herida por asta de toro en cara interna del muslo derecho, que afecta a tejido subcutáneo, fascia muscular y desgarro de abductor mayor con dos trayectorias, una descendente de diez centímetros y otra ascendente de seis”, y tuvo que ser intervenido.
A pesar de no empezar con muy buen pie la corrida, Daniel Luque, vestido de grana y oro, levantó el ánimo del público y realizó una gran faena en su primer toro, Cuarentón, con fuerza, que le permitió brillar con entrega y pases de muleta que levantaron a los espectadores en más de una ocasión. Una gran estocada le valió dos orejas, ovación y vuelta al ruedo en una faena que le dedicó a Morante de la Puebla.
El diestro Alejando Talavante no tuvo suerte con su primer toro, pero concluyó una faena de menos a más y le valió una oreja, la única que logró en la tarde, puesto que en su segunda faena, el fallo con la espada le privó del trofeo, al igual que le ocurrió a Luque con su segundo astado.
Sin embargo, el diestro sevillano logró otra oreja en el sexto toro, que fue un animal complicado. Toreó por delantales en el capote con una faena de técnica y capacidad con una nueva ovación y vuelta al ruedo para el segundo triunfador de la miniferia de La Peregrina.
Con todo, las 40 peñas taurinas volvieron a poner el color en el caso de San Roque, que registró un lleno en un día de calor, sangre y arena con la presencia de Alberto Núñez Feijóo, Mariano Rajoy y Alfonso Rueda. Una de las más veteranas, la peña Gin Kas, fundada en 1978, llevó su carrito con litros de bebida destacando un cartel “espectacular” y en el que, como mal presagio, tenían a Morante de la Puebla como favorito.
Otra de las peñas decanas, El Puyazo, está formada por aficionados de Vigo y Pontevedra, algunos de los cuales como Uxía, llevan 30 años yendo al coso pontevedrés. Sus 15 miembros portaron, además, un súperbocadillo de queso, chorizo y salchichón con unas 40 raciones “para repartir” entre sus compañeros de tendido.
La coordinadora de peñas taurina de Pontevedra sumó agrupaciones de jóvenes aficionados, como es el caso de Extremopuro. Además, hay grupos femeninos como Las Verónicas o Peña Peineta, que no se pierden ninguna de las tres corridas.
Entre el público había aficionados procedentes de A Coruña, Madrid, Castilla o Valencia, así como otros espectadores venidos desde Portugal atraídos por la fama de la única plaza de toros gallega.