Las grandes cadenas del comercio textil pusieron en marcha hace dos años, de la mano de los principales sindicatos, el proyecto de negociación colectiva más relevante de los últimos tiempos: la creación del primer convenio de este sector a nivel nacional, que establecería unas condiciones laborales comunes para cerca de 200.000 trabajadores, en su gran mayoría, mujeres.
Dos años después de la constitución de la mesa de negociación, esta continúa encallada con una amenaza seria de bloqueo total. El objetivo del convenio no era otro que poner fin al caótico mapa de convenios provinciales, muy distintos entre sí, tanto en condiciones salariales como en vigencia, según el territorio donde se ubicasen los establecimientos. Dentro de las propias empresas hay trabajadores con las mismas responsabilidades pero distintos salarios, algo que a las propias compañías también les supone una complejidad a la hora de gestionar sus plantillas.
Tras 24 meses con distintos giros de guion y obstáculos, ahora la pelota está en el tejado de las empresas, aglutinadas bajo la Asociación Retail Textil España (ARTE), creada con el propósito de negociar este convenio. La última reunión de la mesa negociadora data del 7 de mayo, en la que no hubo ningún avance o acuerdo respecto a salarios, jornada o libranzas los fines de semana. Tras aquella cita, el sindicato CC OO acusó a ARTE “de mantener su propuesta inicial” y de “no querer negociar”.
La patronal sí se comprometió a convocar a los sindicatos a la siguiente reunión, una vez consensuase un planteamiento sobre el convenio. Sin embargo, esta no se ha producido, y ya no se espera hasta la vuelta de las vacaciones, en septiembre. “En ARTE hay compañeros de viaje muy diferentes. Inditex tiene condiciones top, y algunos otros apenas superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”, explican desde uno de los sindicatos presentes en la mesa, hablando incluso de desconfianza y choque entre las empresas.
Esa distancia entre el tamaño y las capacidades financieras de las mismas es la que ahora paraliza la negociación, según confirman a este periódico varias fuentes, tanto sindicales como empresariales, involucradas en la misma. ARTE está integrada por 17 grupos [ver tabla], que operan en el mercado con 40 marcas. Entre ellas están las grandes dominadoras del comercio textil: Inditex, Mango, Primark o Tendam. Pero, también, otras con cifras de facturación muy lejanas a estas. De hecho, de esas 17 empresas, solo cinco superan los 1.000 millones de euros, y solo seis los 500 millones, según los últimos datos hechos públicos por las compañías y los que están disponibles en el Registro Mercantil.
Inditex juega en otra liga, con sus casi 40.000 millones de euros de facturación global, de los que 6.000 los genera en España, y una plantilla en tienda de unos 30.000 trabajadores. Contrasta con los 99 millones facturados en 2024 de otra asociada, Encuentro Modas, con algo más de 1.100 empleados.
Desde otro de los principales sindicatos de la negociación se es tajante: después del verano tendrá que haber avances, ya sea para bien o para mal. O se da un paso para el acuerdo o se da para la ruptura de la mesa.
Dificultades y ERE
Más allá de la diferencia de ingresos entre operadores, algunos de los socios de ARTE atraviesan ciertas dificultades. La polaca Pepco acaba de firmar con los sindicatos un despido colectivo para 209 trabajadores, con el cierre de 10 tiendas, al considerar que, tras dos años de fuerte expansión, ya conoce “las necesidades estructurales y de equipo para operar en el país, lo que supone una reducción de plantilla», según explicó la empresa a este periódico. La indemnización ha sido de 32 días por año trabajado hasta un máximo de 20 mensualidades. Otra de las empresas, H&M, selló el pasado otoño un nuevo ERE con casi 500 despidos y 28 cierres. En 2021 ya hizo uno, con más de 300 despidos.
La patronal, por su parte, mantiene su compromiso “firme” por lograr el convenio. “Para ello, seguimos trabajando en la definición de nuestra propuesta sectorial”, se explica desde ARTE. La asociación defiende que, durante la negociación, ha dejado patente su voluntad de acercamiento a las peticiones sindicales, “pero es importante ser conscientes de la complejidad que supone articular un convenio desde cero en un sector tan diverso y específico como el del comercio textil”. Por ello, añaden, trabajan en una propuesta “que sea sostenible y permita el equilibrio entre el progreso y la competitividad de este sector estratégico”. “Para ARTE, es objetivo prioritario establecer ese marco laboral común, estable y homogéneo, y seguimos trabajando para alcanzar ese objetivo”, concluyen.
Antes, las diferencias sindicales
La negociación del primer convenio estatal del comercio textil ya ha atravesado por otro tipo de tensiones, en este caso por el lado sindical. Aunque ahora se habla de una posición más cohesionada entre los sindicatos presentes en la mesa de negociación que entre las empresas, Fetico, CC OO, UGT y los regionales CIG (Galicia), ELA y LAB (ambos con peso en País Vasco y Navarra) han afrontado el proceso con distintas perspectivas. Los sindicatos regionales, especialmente los vascos, vienen defendiendo la vigencia de sus propios convenios al contar con mejores condiciones de las que podría llegar a tener el estatal.
Por su parte, UGT opta por consensuar un acuerdo marco, y no un convenio completo, mientras que CC OO y Fetico apuestan por esta última vía.
En cualquier caso, parece quedar lejos el conflicto entre Fetico y UGT, que llegó a escalar hasta la Audiencia Nacional, y que provocó la salida de este último sindicato durante varios meses de la negociación. UGT acusaba a Fetico de no tener legitimidad para sentarse en la mesa, al considerar que no tenía la suficiente representatividad. De hecho, llegó a interponer una demanda ante la Audiencia Nacional, que justo hace un año resolvió en contra de su tesis y validó la presencia del sindicato demandado. A la espera de tener una sentencia firma por parte del Tribunal Supremo, UGT decidió retornar a las negociaciones a partir del 1 de octubre del año pasado.