Reiniciar todo un universo de superhéroes es algo complicado. No digamos si la controversia política te sigue los pasos, con un contingente dispuesto a abalanzarse sobre ti en redes al grito de «go woke, go broke». De ahí que James Gunn parezca empeñado en hallar una explicación para el hecho de que su Superman no acabe de despegar económicamente fuera de EE UU. 

El debut de David Corenswet como el último kryptoniano, que servirá como arranque de un nuevo Universo DC en el cine, lleva recaudados 426 millones de dólares en todo el mundo, de los cuales 253 corresponden a sus ingresos en EE UU y 173 a la taquilla foreign. En una entrevista con Rolling Stone (vía Deadline), Gunn achaca esto, no solo a la baja popularidad del héroe de la capa roja en algunos países, sino también a un rechazo generalizado a todo lo que venga de la superpotencia. 

«No es un personaje tan conocido como Batman»

«Está claro que funcionamos mejor [en EE UU] que internacionalmente, pero las cifras internacionales también suben y se mantienen en los días entre semana», asegura James Gunn. «Está claro que el ‘boca oreja’ es muy positivo tanto aquí como en el resto de sitios, y eso es lo que más necesitamos», añade, señalando que hay países (como Brasil y Reino Unido) en los que Superman está funcionando bien en taquilla. 

El lado potencialmente polémico del discurso de Gunn llega justo después. «Superman no es una marca conocida en algunos sitios: no es un superhéroe tan conocido como Batman, y eso afecta a las cosas. Y también las afecta que ahora mismo tengamos un cierto sentimiento antiamericano en todo el mundo. Eso no ayuda», señala el director. 

Lex Luthor y Superman

Sin embargo, James Gunn insiste en ver el lado positivo de las cosas. «Para nosotros, todo está siendo una victoria», explica. «Que la película se estrene y gente de todas partes le dé esa acogida… esto es solo la semilla de un árbol que [Peter Safran] y yo nos hemos pasado los últimos tres años regando. Así que empezar de una manera tan positiva ha sido apabullante». 

Con Nicholas Hoult, Rachel Brosnahan y Edie Ghategi, entre otros, acompañando a Corenswet en el reparto, Superman se convirtió en una patata caliente desde el punto de vista político a principios de julio, cuando el director se refirió a ella como «la historia de un inmigrante»

Desde entonces, la prensa de derechas dentro y fuera de EE UU ha arremetido contra ella a la menor oportunidad, y seguramente estas nuevas declaraciones del director le darán la excusa para una nueva ración de pullas.