Ha quedado demasiado encajonada con la nueva estructura de la reformada cafetería del parque del Salón. Su imagen no puede ahora apreciarse con comodidad desde … todos los ángulos, y ha perdido con ello, una parte de su atractivo.
Se trata, además, de una de esas esculturas emblemáticas de la ciudad de Palencia, no porque se trate de uno de sus grandes monumentos ni porque pueda encontrarse en un libro sobre la historia del arte. No. El valor de la pieza reside fundamentalmente en lo sentimental, ya que se trata de una de esas obras que forman parte de la infancia y los recuerdos de miles palentinos a lo largo de las últimas décadas.
Su diseño invita al juego, convertir esa gran flor de piedra en una especie tobogán que permite deslizarse por sus pétalos. Desde que en 1981 fue colocada en el Salón, los niños la han acariciado, escalado y convertido en centro de muchos de sus juegos. Su autora, la antigua profesora de la Escuela de Artes Mariano Timón Pilar Herrero la donó a la ciudad. No cobró nada y el Ayuntamiento solo tuvo que abonar el coste de los materiales.
El paso de los años la ha identificado como uno de los símbolos del parque del Salón, con un lugar preferente en la zona más próxima a la avenida de Modesto Lafuente. Sin embargo, la reciente transformación de la cafetería del parque, que ha visto cómo se incrementaban notablemente sus dimensiones le ha restado gran parte de ese protagonismo urbano del que ha gozado durante más de cuarenta años.
Por ello, cuando conoció el proyecto de reforma de la cafetería, la propia escultora solicitó al Ayuntamiento que se reconsiderase la ubicación de la escultura, puesto que la terraza del local eclipsaría su visión en buena medida, como finalmente ha ocurrido. La respuesta desde el equipo de gobierno municipal fue que habría que esperar a contemplar la imagen final una vez que se completasen las obras.
El tiempo ha llegado y parte de la terraza cubierta arropa la escultura, ocultándola a la vista, con lo que diversas voces apuntan ya a la necesidad de modificar la ubicación, con el fin de que uno de los símbolos del parque recupere el protagonismo perdido. El debate ha llegado también a la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Palencia a través de una pregunta formulada por Izquierda Unida-Podemos, cuyo portavoz, Rodrigo San Martín, ha expresado su preocupación por la pérdida estética de la escultura, además de insistir en las críticas hacia la reforma autorizada en el edificio hostelero. Por su parte, la alcaldesa, Miriam Andrés, ha reconocido que se está en conversaciones con la escultora para estudiar cuál es el resultado estético tras la reforma de la cafetería y determinar si debe trasladarse de ubicación y cuál sería también un emplazamiento adecuado, en el caso de que se determine el traslado.
En este sentido, la reforma de la cafetería obligó el pasado año a trasladar de emplazamiento un olivo que se encontraba también en las inmediaciones del establecimiento. El árbol se movió tan solo unos metros y no sufrió ningún daño.
Fuente de la plazuela de la Sal.
Manuel Brágimo
Por otra parte, también se ha planteado recientemente en el Ayuntamiento la posibilidad de modificar el emplazamiento de la fuente de la plazuela de la Sal, situada frente al edificio de Hacienda. Esta fuente, que cuenta con una lámina de agua, se encuentra anulada, debido a que se habían producido numerosas quejas por la continua afluencia de avispas y palomas, que suponían un riesgo para los viandantes. El Ayuntamiento decidió hace meses cortar el suministro de agua para evitar la presencia de las avispas, por lo que ahora se ha planteado un posible traslado a otro emplazamiento en el que se reduzcan los riesgos de picaduras.