Galicia ya tiene su televisión pública. En la tarde del pasado miércoles 24, víspera del Día Nacional de Galicia, la periodista Dolores Bouzón fue el primer rostro en saludar y dar la bienvenida a los gallegos y gallegas desde las pantallas de la TVG. La que desde hoy es el tercer canal en los aparatos televisivos del país comenzó así sus emisiones en pruebas, tras seis meses de trabajos y preparativos y un año después de que el Parlamento aprobase el proyecto de Ley de Creación de la Compañía de Radio y Televisión de Galicia (CRTVG).
«Señoras y señores, muy buenas tardes, la Televisión de Galicia tiene la alegría de presentarles la primera programación de su historia en esta víspera del 25 de julio, Día de Galicia«. Fueron las primeras palabras en el canal público gallego alrededor de las 19.30 de la tarde, cuando Bouzón apareció en los hogares de miles de personas en Galicia, después de que la carta de ajuste lo hiciera una hora antes.
Con la música de Carros de fuego de Vangelis de fondo, un reloj y el vuelo de una gaviota que acabó formando la V en las siglas del símbolo de la TVG sirvieron de cabecera para el inicio de las emisiones. Se llevaron a cabo desde la recién inaugurada sede que el medio público tiene en San Marcos, en la parroquia de Bando, en Santiago de Compostela, cuyas obras comenzaron en el otoño anterior.
En estas primeras horas de su programación en pruebas, la TVG se centró en la retransmisión en directo del acto de inauguración del canal, al que las autoridades entraron bajo los acordes del Himno del Antiguo Reino de Galicia. El evento estuvo presidido por el presidente de la Xunta, Xerardo Fernández Albor, y por el conselleiro de la Presidencia, Xosé Luís Barreiro Rivas, hombre fuerte del gobierno autonómico y principal impulsor y defensor de la nueva Televisión de Galicia y de su carácter público y monolingüe en gallego.
Una apuesta contra las voces que, dentro de su propio partido, Alianza Popular (AP), rechazaban o reducían la ambición del proyecto, como las del vicepresidente Romay Beccaría. Pero también contra quienes desde el Gobierno central consideraban suficiente la creación de los medios públicos ya en funcionamiento en Euskadi (1982) y Catalunya (1983).
Por el contrario, Manuel Fraga, líder estatal de AP, no ve con malos ojos la creación de otro canal público autonómico en el que vislumbra también la posibilidad de contrarrestar el sesgo favorable hacia el PSOE que, según él considera, inclina TVE. Una denuncia en la que, precisamente, insistió estos días tras rechazar las alusiones a su pasado como ministro franquista en un programa de la televisión pública y que el presidente del Gobierno de España, Felipe González, se comprometió a eliminar de ahora en adelante.
La importancia de la creación de la TVG la dejó clara Barreiro Rivas ayer en ese acto inaugural y ante numerosos asistentes, al asegurar que «la Televisión de Galicia supone la obra más importante cuantitativa y cualitativamente de cuantas ha llevado a cabo la Xunta». «Si hoy alguien nos pregunta qué estamos haciendo aquí, que a nadie se le ocurra decir que estamos inaugurando la televisión. Afirmaremos alto y claro: estamos haciendo Galicia«, insistió quien advirtió de la satisfacción que, si estuvieran vivos, tendrían en este momento «Rosalía, Curros, Pondal, Castelao, Villar Ponte, Bóveda, Cunqueiro y tantos otros» al contemplar este «instrumento eficaz que siempre anhelaron como camino hacia la cima de su monumental y gran obra».
Albor considera la llegada de la TVG «un paso trascendental» por su «capacidad de dinamización insospechada para la tarea de creación de nuestra patria»
Al mismo tiempo, el que es el primer director general de la CRTVG, Luís Losada, advirtió del «gran desafío» que afronta el canal público, el de «defender y fortalecer la identidad de la nacionalidad gallega a través del idioma y de la cultura». Fue antes de que Xermán Alonso, secretario de la Conferencia Episcopal en Galicia y en representación del Arzobispado compostelano, bendijese las instalaciones, un acto que en principio estaba reservado para Torres Queiruga.
En el evento, el presidente Albor tampoco restó solemnidad a la jornada ni a lo que supone la «creación de la Televisión de Galicia». «Un paso trascendental en nuestra historia, que aporta un medio moderno y con una capacidad de dinamización insospechada para la tarea de creación de nuestra patria», expresó.
«Desde hoy Galicia tiene una característica más en su nacionalidad, un instrumento más de unificación política, una imagen de progreso y una imagen de vida que acrecienta nuestra responsabilidad, al tiempo que afirma nuestra esperanza», insistió Albor, que declaró inaugurada la TVG «bajo la mirada protectora del Apóstol Santiago» y así también el inicio de «la aventura de los tiempos que ya han llegado».
Un nuevo y prometedor presentador, Xosé Ramón Gayoso, condujo la gala de inauguración
Presentado por el prometedor presentador de 29 años, abogado y cantante, Xosé Ramón Gayoso, el acto finalizó con la interpretación del himno de Galicia, con la actuación del Ballet Galego Rey de Viana y con el descubrimiento de la placa que en las instalaciones de San Marcos da cuenta de una jornada «que va a pasar a los anales de la historia» al hacerse «realidad un sueño: el nacimiento de la Televisión de Galicia«, en palabras del conductor del evento.
Las primeras emisiones de la TVG llegan justo cinco meses después de que se estrenase la Radiotelevisión Galicia (RG) —el 24 de febrero de este año—, que desde finales de marzo emite ya su programación regular desde sus estudios en San Caetano, también en Compostela. La radio pública es una de las dos sociedades anónimas impulsadas al amparo de la creación de la CRTVG junto a la televisión, que prevé emitir de forma regular también desde el próximo septiembre y que hizo su estreno este miércoles con varios rostros que pasarán a la historia del audiovisual gallego.
Además de Dolores Bouzón y Xosé Ramón Gayoso, intervinieron en este primer día de la TVG los periodistas Mon Santiso y Xosé Manuel Díaz Maseda, que aprovecharon para explicar a los televidentes los detalles y ajustes técnicos para la mejor captación de una señal que los cálculos estiman que llegó a algo más de la mitad de la población gallega. Tras la retransmisión en directo del acto inaugural, la periodista Eva Veiga se encargó de introducir la emisión del cortometraje Mamasunción de Chano Piñeiro, el primer filme emitido en la televisión pública gallega y que fue precedido por una entrevista a su director.
Dolores Bouzón, Xosé Ramón Gayoso, Eva Veiga, Mon Santiso, Xosé Manuel Díaz Maseda y Manuel Rivas fueron los primeros rostros en aparecer en la TVG
El encargado de dirigir esta conversación fue el escritor y periodista coruñés Manuel Rivas, que puso como «ejemplo» la producción de Chano Piñeiro al destacar las «maravillas» que «puede hacer este antiguo país que es Galicia cuando cuenta con nuevas herramientas». Todo en un estreno de la TVG en el que no faltaron los primeros anuncios de su historia, poco antes de las nueve de la noche de ayer: Cola Cao (en gallego), Coca-Cola, cerveza San Miguel, Nocilla y Donuts.
Luego, llegaría la proyección del filme de José Luis Garci, Solos en la Madrugada, presentado en gallego por su protagonista, la actriz con orígenes en Monforte y Pantón Fiorella Faltoyano. «A todos los gallegos, buenas noches y felicidades por su nueva televisión», dijo. La película, sin embargo, fue interrumpida para retransmitir en directo desde la unidad móvil número 2 de la TVG «la quema de la fachada mudéjar» de la Catedral de Santiago «que simboliza el comienzo del Día Nacional de Galicia», como explicó Díaz Maseda.
La TVG emitió en su primer día el cortometraje Mamasunción y conectó en directo con los fuegos del Apóstol; Cola Cao, Coca-Cola, San Miguel, Nocilla y Donuts inauguraron los espacios publicitarios.
Ya para este jueves 25, está prevista la emisión de la serie Dallas, sobre una familia de millonarios dedicados a la industria petrolera y a la ganadería, así como de la telenovela brasileña La esclava Isaura.
Son solo los pasos iniciales de una TVG para la que el Gobierno gallego consignó los primeros 1.200 millones de pesetas de presupuesto a través de la llamada Ley de Insuficiencias con la aprobación por unanimidad en el Parlamento, además de otros alrededor de 1.300 correspondientes a los Presupuestos de 1985.
La llegada de la TVG a los pocos meses de hacerlo la radio pública culmina uno de los procesos más entusiastas de estos primeros años del autogobierno en Galicia, desde que el actual Estatuto de Autonomía fuese aprobado en el referéndum celebrado hace cuatro años y medio, en diciembre de 1980.
Una televisión pública muy deseada
Solo cuatro meses después, el 6 de abril de 1981, se promulgó la Ley Orgánica de Estatuto de Autonomía para Galicia que el BOE publicaría el 28 de abril de ese mismo mes. Galicia accedía así a la autonomía política por la vía contemplada en la Constitución para las nacionalidades históricas, en un ambiente político marcado por el reciente 23-F y lejos del entusiasmo de las reivindicaciones autonomistas al final de la dictadura y de las movilizaciones contra el Estatuto da aldraxe (que se puede traducir como agravio).
En el texto, la posibilidad de desarrollar un aparato mediático propio en el país y en el que se defendiesen y difundiesen la cultura y la lengua gallega, un aspecto que en el ámbito político y cultural era visto como clave para consolidar la autonomía y hacer país.
Así, tras la celebración de las primeras elecciones el 20 de octubre, la victoria de Alianza Popular y la investidura de Albor como primer presidente, el pleno del Parlamento se manifiesta ya a favor de la creación de un tercer canal televisivo —además de los dos de TVE— en septiembre de 1982.
El Parlamento ya se mostró a favor de la creación de la TVG en septiembre de 1982 y aprobó en julio de 1984 la ley para su creación.
Un año y pico después, en el mes de Navidad de 1983, la Cámara aprueba la creación de ese canal público a través de una proposición de ley que tendría que ser ratificada en el Congreso, pero que no llegó a tomarse en consideración al estar precisamente las Cortes Generales regulando la materia. Fue al año siguiente cuando se dictó, por fin, la Ley 9/1984, de 11 de julio, que contempla la creación de la RTVG, tras un debate parlamentario que dejó fervorosas defensas de lo apropiado que era crear la TVG.
«Para las nacionalidades históricas, la puesta en marcha de su canal autonómico de televisión no constituyó un gasto superfluo ni debe constituirlo, sino un instrumento de primer orden en esa paciente, larga y necesaria tarea de defender la propia personalidad, cultura y, especialmente, defender la propia lengua», decía Barreiro Rivas. «La creación de la televisión pública es para nosotros uno de los temas vertebrales de nuestro proceso autonómico», añadía el socialista Alfredo Conde.
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Se aprobaba finalmente la ley que desarrolla el artículo 34.3 del Estatuto, en el que se contempla la posibilidad que tiene la Comunidad Autónoma de regular, crear y mantener su propia televisión, radio y prensa y, en general, todos los medios de comunicación social para el cumplimiento de sus fines.
El reto fue mayúsculo. Como ejemplo, los escasos nueve meses que tardaron las obras del centro de producción y emisión de San Marcos, realizadas por la UTE Dragados y Construcciones y Pesa, o el diseño y construcción de una red de reemisores por todo el país para extender la señal de la TVG por todo el territorio, superando incluso inclemencias graves como la del huracán Hortensia.
«La TVG es un instrumento de primer orden en esa paciente, larga y necesaria tarea de defender la propia personalidad, cultura y, especialmente, la propia lengua».
Pero la TVG llegó y da desde hoy sus primeros pasos ante el público y en las pantallas, en la que es la culminación de un trabajo que solo acaba de comenzar y que desde hace meses lleva a cabo un grupo de unos quince periodistas jóvenes y entusiastas. Todos ellos recibiendo clases, haciendo archivo y preparando la futura programación incluso en los garajes de unas instalaciones aún en obras. Nombres que aspiran a ser los nuevos rostros de referencia de los medios públicos en Galicia en un futuro: Teresa Castelo, Manuel Pampín, Magis Iglesias, Luís Menéndez, Ovidio González, Isabel Álvarez, Antón Galocha, Piedad Cabo o Arturo Maneiro, entre otros. De hoy en un año. Y en muchos más.