No pudo ser: por segundo año consecutivo, la observación de perseidas en Navarra ha tenido que ser suspendida debido a la lluvia. Ya pasó lo mismo en 2024 en Javier, cuando una fortísima tormenta de granizo asoló cualquier atisbo astronómico. Parecía que este año iba a respetar, por lo menos para poder disfrutar de un cielo parcialmente despejado, pero finalmente, minutos antes de las 22.00 horas, llegaron rayos, truenos y nubarrones, y no hubo ni media opción de poder observar el cielo despejado.

El antiguo campo de fútbol de Lerín prometía una noche memorable, y se fue llenando de sillas, esterillas y rostros expectantes. Decenas de personas aguardaban con ilusión la llegada de las Perseidas, las célebres ‘lágrimas de San Lorenzo’. Astronavarra organizó una cita que reunió a un público muy diverso, puesto que, además de familias y grupos de amigos —tanto jóvenes como mayores —, también acudieron cientos de apasionados de la astronomía, todos con la esperanza de vivir una noche estival distinta, cargada de ciencia, misterio y estrellas. Sin embargo, desde media tarde, un nuevo protagonista comenzó a acaparar miradas: las nubes.

POR QUÉ LERÍN

En este contexto, la localidad navarra de Lerín destaca como enclave privilegiado gracias a su reconocimiento como ‘Pueblo Starlight’ por parte de la ONWTO —la Organización Mundial del Turismo, con sede en Madrid —,lo que se traduce en garantía de calidad astronómica, dentro del marco del denominado astroturismo. Allí, el equipo de Astronavarra dispuso telescopios para seguir la lluvia y, además, explorar otros objetos celestes típicos del cielo estival, como cúmulos estelares, nebulosas y planetas visibles. Las charlas de astrónomas y astrónomos, diseñadas para todos los públicos, invitarán a descubrir algunos de los misterios que la ciencia moderna está comenzando a desentrañar. De este modo, la contemplación de las Perseidas se convertirá no solo en una vivencia estética única, sino también en una oportunidad para profundizar en el conocimiento del cosmos.

LLUVIA DE GRANIZO EN JAVIER EN 2024

La cita del año pasado se situaba en un enclave único de la geografía navarra: el Castillo de Javier. Sin embargo, la fuerte lluvia, protagonista de aquella velada, dio al traste la observación astronómica, como ocurrió también ayer en Lerín. La copiosa tormenta de granizo imposibilitó cualquier atisbo de observación nocturna, no sólo por las nubes, sino por el riesgo para la salud de los asistentes.

LA MIRADA PUESTA EN 2026

La noche del 12 de agosto de 2026 será histórica para los amantes de la astronomía en España, ya que coincidirá un eclipse solar total visible desde gran parte de la península y, horas después, la lluvia de meteoros perseidas, también llamadas lágrimas de San Lorenzo. El eclipse tendrá lugar durante el atardecer —en torno a las 20.30 horas—, cuando la Luna cubrirá completamente el disco solar en una franja que atravesará España de oeste a este, pasando por ciudades como A Coruña, Oviedo, León, Bilbao, Zaragoza, Valencia y Palma de Mallorca. Será el primer eclipse total visible en territorio peninsular en más de un siglo, con la particularidad de producirse cuando el Sol esté muy bajo en el horizonte, justo antes de su puesta.

A pesar de su corta duración, el oscurecimiento será impactante, y al caer la noche se dará paso a la aparición de decenas de estrellas fugaces en el cielo, en el punto álgido de las perseidas. Este doble fenómeno —un eclipse total seguido de una lluvia intensa de meteoros— es excepcional y no se repetirá en mucho tiempo. Para disfrutarlo plenamente, será fundamental planificar la observación y tomar todas las medidas de seguridad necesarias, especialmente durante el eclipse, evitando mirar directamente al Sol sin protección adecuada.