Cuando se reunieron en el 2018, Trump salió de la reunión cantando alabanzas hacia el líder ruso. Estuvieron hablando de las acusaciones de que Rusia había manipulado las elecciones norteamericanas, y Trump dijo que Putin lo había negado y que él no tenía por qué no creerle.

Para Trump, Putin es un tipo inteligentísimo, gran negociador, gran estratega y un gran líder para su pueblo. Para Putin, Trump es un gran negociador, otro gran líder para los suyos y esperaba que tras ese encuentro las relaciones bilaterales se normalizarían. No fue el caso y ahora estamos ante un encuentro de dos políticos considerados dos bombas de relojería. Uno por ladino, mentiroso y que no da la cara (Vladimir Putin) y el otro porque sus señas de identidad son la improvisación, la provocación y la chulería.

El encuentro del viernes entre ambos es para discutir el intercambio de tierras en Ucrania, según Donald Trump. Esta es la primera reunión entre ambos y la primera reunión de Trump con un líder del G7 desde su invasión de Ucrania en febrero del 2022.

En Europa temen que Trump salga de la reunión con Putin como ya hizo en la anterior, cantando alabanzas y loas del líder ruso.

Desde la Casa Blanca dicen que la cumbre es una reunión de tanteo y que Trump sabría a los pocos minutos de empezar si Putin quiere un alto al fuego o no.

Pero Putin seguirá probando suerte para moldear la imagen de Trump sobre lo que podría implicar un acuerdo de paz de una manera que beneficie al Kremlin al máximo. Putin «quiere un acuerdo con Trump que se presente en Kiev y otras capitales europeas como un hecho consumado», escribió John Herbst, director sénior del Centro Eurasia del Consejo Atlántico y exembajador en Ucrania.

La falta de invitaciones a los líderes europeos «recuerda la Conferencia de Yalta de 1945, donde Estados Unidos, la Unión Soviética y el Reino Unido decidieron el destino de media Europa por encima de esas naciones».

El planteamiento de Trump en política exterior puede beneficiar a los adversarios extranjeros de Estados Unidos, pero también los ha frustrado. Se dice que líderes como el presidente chino, Xi Jinping, prefieren trabajar con mayor antelación antes de enfrentarse a Trump, precisamente por su imprevisibilidad. Los rusos también se han sentido frustrados por la falta de avances en la administración Trump.

Pero eso no ha impedido que Putin aproveche su oportunidad y se reúna con Trump para su primera reunión cara a cara de esta administración. Por cierto que hay una orden del Tribunal Internacional contra Putin por crímenes de guerra, que queda en suspenso a pesar de que Alaska es territorio americano.