– Creo que es un gran momento, en cuanto al afianzamiento de una comunidad literaria que incluye autores, editores, lectores y otros trabajadores de la palabra. Si bien no recuerdo períodos de mis lecturas donde no haya habido un autor o autora tucumana que me gustara, creo que se están escribiendo cosas muy interesantes (en este momento, estoy leyendo “Barcos que regresan al bosque”, de Valentín Cantón, y “La copa del faso y otras crónicas”, de Exequiel Svetliza, y son dos libros fenomenales en diversos sentidos, publicados por dos sellos editoriales tucumanos, Aguacero y La Papa, que vienen haciendo un trabajo admirable). Actualmente, dictando un taller de lectura y escritura de literatura tucumana en la Facultad de Artes, puedo redescubrir no sólo escritores que producen desde acá, sino toda una audiencia en donde ya circulan libros y autores de nuestra literatura, en cruces con otras tradiciones, regiones y tiempos.