Con la ola de calor en ebullición y con la perspectiva de que la canícula veraniega va a ser una constante en nuestras vidas parece … que nos acercamos a una ficción que cada vez lo es menos. En ‘Dune’ (Denis Villeneuve, 2021 y 2024), en el desértico planeta Arrakis en los meses más cálidos las temperaturas alcanzan los 45 grados, próximos a los que estos días están marcando los termómetros.
En el cine, el calor no solo es una condición climática, también puede ser un motor narrativo, un símbolo de tensión emocional o un elemento que marca la atmósfera de una historia. Desde dramas intimistas hasta thrillers y ciencia ficción, las altas temperaturas han sido usadas por los directores para intensificar el conflicto y sumergir al espectador en un ambiente sofocante. Un ejemplo: en una tórrida noche madrileña Carmen Maura se dirige a un barrendero que limpia las calles con una manguera y le dice repetidamente «¡riégueme!, ¡riégueme!», y lo hace. Se trata de una de las escenas de ‘La ley del deseo’ (1987, Pedro Almodóvar). A continuación, un repaso a algunas de las películas que mejor ver acompañadas de un helado, una cerveza o un refresco bien fríos y un ventilador.
‘Haz lo que debas’ (1989). En el filme de Spike Lee, una ola de calor actúa como catalizador de tensiones raciales y sociales. La cámara se impregna de sudor, colores cálidos y encuadres apretados, transmitiendo al espectador el agobio de los personajes hasta desembocar en un estallido de violencia.
‘A pleno sol’ (1960). René Clement adaptó la novela de Patricia Highsmith. La historia, ambientada en la Italia de los años 60, sigue a Tom Ripley quien es enviado a Italia para convencer a un amigo rico, Philippe Greenleaf, de regresar a casa. Sin embargo, Ripley desarrolla una obsesión por la vida de Philippe y decide suplantarlo, lo que desencadena una serie de eventos trágicos. La película es conocida por su atmósfera opresiva, el calor del verano italiano que intensifica la tensión y la actuación de Alain Delon, que lo catapultó a la fama.
‘La ventana indiscreta’ (1954). Una de las películas más emblemáticas de Alfred Hitchcock. James Stewart es un fotógrafo con una pierna rota que no puede moverse de casa y practica el voyeurismo contemplando con su propia cámara o con unos prismáticos la vida de sus vecinos hasta que le parece descubrir un asesinato. Todo transcurre en medio de una ola de calor que le sirve al director británico como pretexto para abrir de par en par las ventas de los edificios.
‘El salario del miedo’ (1960). Hay oficios donde el calor pone en riesgo la salud e incluso puede llevar a la muerte. En el caso de este filme de H, G. Clouzot, protagonizado por Yves Montand y Charle Vanel ese peligro no puede ser más evidente. Cuatro conductores contratados por una compañía petrolífera establecida en un país latinoamericano deben trasladar una carga de nitroglicerina en dos camiones por caminos tortuosos y en plena canícula cuando todo el mundo sabe que si ese elemento se expone a altas temperaturas suda y puede explotar en cualquier momento.
‘Jamón, jamón’ (1992). A Bigas Luna siempre le gustó poner al límite a sus personajes y situarlos en atmósferas mediterráneas sofocantes, con el ruido de las chicharras de fondo, la tierra seca y el erotismo rústico. El sexo y sudor van unidos de la mano en el universo de un cineasta que dio un giro a su carrera con esta película en la que intentó indagar en torno a la cultura y el carácter español más primitivo a través de la comida y la libido.
‘La tentación vive arriba’ (1955). El calor es la excusa perfecta para que Marilyn Monroe se refresque encima de un respiradero del metro de Nueva York y provoque su legendario levantamiento de faldas en la película de Billy Wilder o que la actriz dijera, entre inocente y sexy, a su atribulado vecino: «Cuando hace este calor, ¿sabe lo que hago? Guardo mi ropa en la nevera».
Alain Delon, en un bote a la deriva en ‘A pleno sol’; un sofocante Brooklyn es el escenario de ‘Haz lo que debas’ y la icónica imagen de Marilyn Monroe en ‘La tentación vive arriba’.
‘Fuego en el cuerpo’ (1981). Lawrence Kasdan debutó en la dirección con este filme inspirado en ‘Perdición’, pero cargado de erotismo. Tórrida historia de lujuria con adulterio y asesinato en plena ola de calor en Florida, que supuso la primera aparición en el cine de Kathleen Turner. «¡Qué calor, acabo de ducharme y ya estoy sudando!», le dice al abogado interpretado por William Hurt durante uno de sus encuentros sexuales.
‘Cuando el destino nos alcance’ (1973). Richard Fleischer dirige a Charlton Heston, a quien sitúa en el año 2022, en una Nueva York superpoblada, miserable y con un calor asfixiante debido al efecto invernadero. Un policía recibe el encargo de resolver el crimen de uno de los directivos de una empresa que controla la distribución de alimentos.
‘Mad Max’. Cualquiera de las películas de esta saga iniciada por George Miller son un ejemplo cinematográfico donde el calor extremo juega un papel crucial en la ambientación postapocalíptica. Es símbolo de la crisis ambiental e intensifica la sensación de desesperación y lucha por la supervivencia en un mundo desértico.
‘El perro rabioso’ (1949). El verano más caluroso, en un Tokio apenas resurgido de las cenizas de la posguerra, es el que elige un ladrón de poca monta para robarle la pistola a Murakami, un detective novato. Toshiro Mifune sudará la gota gorda para recuperarla, atravesando toda la ciudad tras el rastro asesino de su arma en un trepidante filme rodado por Akira Kurosawa.
‘Un día de furia’ (1993). Joel Schumacher sigue a un ciudadano, en teoría normal, a quien interpreta Michel Douglas, que intenta visitar a su hija en su cumpleaños recorriendo la colapsada ciudad de Los Ángeles en un tórrido día. Cuando el aire acondicionado de su coche deja de funcionar sufre una crisis emocional que lo convierte en un violento justiciero.
‘Barton Fink’ (1991). Una de las mejores películas de los hermanos Coen, en la que el calor contribuye a crear una atmósfera opresiva y claustrofóbica en el hotel en el que se aloja el protagonista, un escritor con un bloqueo creativo.