María (no es su nombre real) acudió este viernes a la comisaría de la Policía Nacional para interponer una denuncia después de los ataques que ella y sus hijos pequeños sufrieron este jueves en un parque infantil de Vigo, por parte de un grupo de etnia gitana.

La reyerta, de la que FARO se hizo eco, surgió, según testimonió la Policía Local, después de una riña entre menores que desembocó en una pelea de adultos, ocurrida a última hora de la tarde en el recientemente remodelado parque Camilo José Cela, situado en la calle Torrecedeira.

El alcalde inauguró este nuevo espacio de ocio y deporte.

El alcalde inauguró este nuevo espacio de ocio y deporte en mayo. / FDV

María, de origen nigeriano, relata en primera persona al diario decano cómo fueron los hechos de un conflicto en el que temió por su vida y por la de sus hijos pequeños (una niña de dos años y un bebé de dos meses).

No en vano, tras el grave enfrentamiento que provocó el amplio despliegue policial en la zona con hasta siete patrullas y un puñado de agentes -más de 20 policías acudieron al lugar-, esta vecina de Vigo no solo tuvo que ser atendida por las heridas que sufrió en el cuello, la espalda, y la cara, como así recoge el parte médico del hospital Álvaro Cunqueiro, si no que al dolor físico se le unió la enorme preocupación por su recién nacido, que tuvo que pasar la noche en observación, después de que uno de los adultos implicados en la pelea tirase su carrito al suelo.

La calle Torrecedeira con presencia policial, este jueves.

La calle Torrecedeira con presencia policial, este jueves. / M. F.

«’¡Negros, volved a vuestro país!’»

«Nada más llegar al parque, un niño de dos o tres años le dio una bofetada a mi hija sin mediar palabra», explica María, que lleva aguantando este tipo de actitudes y menosprecios por parte de los menores de esta etnia que acuden al complejo infantil vigués de Torrecedeira desde hace varias semanas. «Se creen que el parque es suyo, y no es la primera vez que los chavales más mayores nos gritan: ‘¡Negros, volved a vuestro país!’», relata, así que, harta de haber sufrido tantos episodios de este calibre, acudió a la madre de este menor para reclamarle que controlase a su hijo. «En otra ocasión, mi hija estaba en un columpio del parque, y este niño le dio una patada y la tiró al suelo. Ya no podía más».

«En otra ocasión, mi hija estaba en un columpio del parque, y este niño le dio una patada y la tiró al suelo. Ya no podía más».

Madre agredida en el parque infantil Camilo José Cela

Algunas de las heridas que sufrió María.

Algunas de las heridas que sufrió María. / Cedidas

Cuando María interpeló a esta señora, que forma parte de esas familias de etnia gitana que residen en el barrio, lejos de apaciguar la situación, la mujer se encaró con ella, y ahí comenzó el enfrentamiento. «A ella se unieron otra madres y algunos padres que empezaron a pegarme con palos en la espalda, me arrancaron los pendientes y hasta uno de ellos me dio un puñetazo en la cara», recuerda la mujer que al ver que otra de las «más de diez personas que me acorralaron» tiró el carrito con su bebé dentro, reaccionó contra ellos, revolviéndose. Pero la situación de indefensa era evidente, y fue entonces cuando testigos de la reyerta que pasaban por la calle intervinieron. «Se acercaron unos chicos negros y algunos españoles que intentaron frenar lo que estaba pasando, hasta que aparecieron los agentes, y por fin los apartaron; si no llegan a intervenir, no sé qué hubiera pasado»», relata María, que agradece a través de FARO la labor policial.

Varios agentes intervienen en el parque Camilo José Cela, tras la reyerta entre padres.

Varios agentes intervienen en el parque Camilo José Cela, tras la reyerta entre padres. / M. F.

«Nadie les puede decir nada»

Desde que inauguraron el parque, remodelado por el concello el pasado mes de mayo, este colectivo de raza gitana convive con otras familias que llevan a sus hijos para disfrutar de las atracciones del complejo infantil. No obstante, algunos padres ya han empezado a limitar sus visitas al lugar, por las riñas que se producen de vez en cuando. «En mi caso, al menos cinco veces hemos tenido problemas. Pero estas madres no hacen nada para frenar la actitud de sus hijos. Solo se dedican a hablar entre ellas, sin estar pendientes, mientras algunos padres se ponen a fumar marihuana en la esquina del parque, delante de los niños» denuncia María. «Yo nunca quise problemas, pero lo del jueves ya fue demasiado. Tienes que tener 20 ojos para estar pendiente de lo que hacen y no puede ser. Obviamente, ahí no vuelvo más, pero es injusto, porque el parque debería ser para todos», concluye.

«Puntualmente puede haber altercados, pero ya no hay la inseguridad que hace años nos hizo salir a la calle»

M. F.

«Puntualmente puede haber altercados, como ocurrió el jueves, pero ya no hay la inseguridad que hace años nos hizo salir a la calle», coincidían varios vecinos de Torrecedeira, un barrio que en 2018 se manifestó unido contra los continuos robos, agresiones y tráfico de drogas existentes en la zona.

«Sigue habiendo robos, en alguna ocasión peleas y el trapicheo lamentablemente no ha desaparecido, pero no es como en aquella época», coincide otra mujer. En todo caso esta calle en el entorno del parque Camilo José Cela es una zona que forma parte de los controles preventivos de la Policía Local. «Se sigue considerando un punto negro y se hacen revisiones periódicas, las patrullas pasan por allí a diario», afirman las fuentes consultadas.

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