Natalia Maquieira (Pontevedra, 1989) es una de las creadoras de contenido más populares de la Boa Vila. Su perfil de Instagram, en el que hace publicaciones de lifestyle, moda, decoración y viajes, acumula ya un poco más de 262.000 seguidores.

¿Cuánto tiempo llevas siendo creadora de contenido en internet?
Yo diría que desde el 2010-2011, a grosso modo. Yo empecé con un blog, como diario personal, pero toda esta parte de redes sociales no se profesionalizó hasta después de pandemia, más o menos.

¿Cómo comienza la idea, tanto de hacer un blog como de dar el salto a las redes sociales?
El blog empezó como diario personal. Yo en ese momento estaba estudiando Derecho y simplemente transcribía algunas ideas, lo utilizaba a modo de diario personal, comentaba algunas noticias… Pero es cierto que poco a poco empezó a darle lectura más personas y como que lo fui orientando más hacia la parte de moda. Y luego el cambio a las redes sociales fue un proceso lógico, un poco por todo lo que está pasando, que toda la parte digital evoluciona tan rápido y en consecuencia te tienes que ir adaptando.

¿Encontraste alguna dificultad en el salto a las redes sociales?
La verdad es que fue todo muy paulatino. Justo en el momento de los blogs existía Tuenti, que ahora ya no existe, Twitter, Facebook, entonces como que las redes sociales en sí mismas nos han dado como un periodo de adaptación para que nos fuésemos familiarizando con ellas hasta lo que hoy conocemos como Instagram y TikTok, que es donde nos pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Al final ha habido como un periodo de adaptación. Realmente la gente que te daba lectura en el blog luego empezaba a seguirte en redes sociales, gente que descubrían redes sociales pasaba a leerte al blog hasta que los blogs de alguna manera también fueron desapareciendo.

A nivel de audiencia, ¿dónde detectas que hubo un antes y un después?
Yo creo que en concreto en mi caso hubo dos hitos que fueron un punto de inflexión: El primero de ellos fue mi boda, que la verdad que en su momento por lo diferente y lo original que fue salió en prensa, en medios y demás y tuvo bastante repercusión. Entonces a partir de ahí empezó a seguirme mucha gente. Luego el segundo punto de inflexión diría que fue a raíz de la pandemia. Que por el confinamiento todos nos dirigimos más hacia las redes sociales y ahí yo también dí un salto importante.

Imagino que con un contenido tan variado, el trabajo será diario
Efectivamente es un proceso creativo diario, pero no todos los días estamos igual de inspirados, no todos los días estamos igual de creativos y no todos los días ofrecemos el mismo nivel de calidad en las publicaciones, sobre todo teniendo en cuenta que no es solo una red social, que estamos hablando de diferentes redes sociales que prácticamente están dirigidas a distintas audiencias y que además dentro de cada red social hay un tipo de contenido diferente. Para mí en todo ese proceso creativo quizás lo más difícil es acertar con la línea de comunicación porque no siempre es fácil y porque no sabes cómo lo va a entender el público, la audiencia o de qué manera. Sobre todo cuando se trata de contenido pagado y no orgánico, eso también es un poco más complicado.

¿Se hace agotador o difícil a veces?
Se hace difícil en el sentido de que no siempre tienes cosas interesantes que contar. Al final los días son los que son, todos tenemos trabajo, todos tenemos nuestras circunstancias personales, tenemos días buenos, tenemos días malos, días en los que queremos simplemente desconectar o estar en el sofá viendo una serie o no hacer nada. Entonces esos días de alguna manera te sientes mal porque como que necesitas crear ese contenido para poder aportar algo a tu comunidad. Es un sentimiento como de culpa, de decir, vaya, es un día normal. Y ahora lo que estoy tratando de hacer es precisamente normalizar eso. Pues si no tengo nada que contar, pues no se cuenta y ya está, no pasa nada.

A veces cuando hablamos de influencers o de creadores de contenido, creadoras de contenido, pensamos en Madrid y Barcelona. ¿Cómo ha sido tu experiencia siendo influencer desde una ciudad como puede ser Pontevedra?
Por razones obvias no tenemos el mismo número o el mismo volumen de eventos, de showrooms, de contacto con marcas, con agencias de comunicación o con relaciones públicas. Básicamente porque no están aquí, están centralizadas, diría que únicamente en Madrid, porque en Barcelona ni siquiera. Entonces es cierto que se hace complicado porque hay muchas menos cosas, tienes acceso a muchas menos cosas al estar en Galicia. Eso limita un poco a la hora de desarrollar el trabajo y de poder asistir a todo lo que se oferta.

De todos modos, yo desde este último año intento estar presente en Madrid mínimo una vez al mes. Soy muy selectiva con los eventos a los que ir y con mi equipo decidimos, pues vamos esta semana para hacer este y este evento y tener también esa visibilidad y poder disfrutar también de las oportunidades y las opciones que se ofrecen en la capital. Pero vamos, que básicamente me tengo que trasladar todos los meses. Para tener visibilidad y estar en contacto con el entorno al que me dedico.

¿Te ha pasado que te reconozcan por la calle?
Sí, sí, sí, la verdad es que sí. De hecho, súper agradecida porque este último verano estoy yendo a más festivales, a más eventos, incluso en el propio Limón, y es increíble el cariño con el que me acoge la gente, los saludos, las buenas palabras… Justo este domingo estuve en el SonRías Baixas y conocí a muchísimas personas y fue muy gratificante. Yo estoy donde estoy gracias a las personas que me siguen, así que siempre agradecida.