Los mercados son una coctelera en manos de Donald Trump. La política arancelaria decidida por el presidente de Estados Unidos ha sido el principal catalizador de las inversiones desde que el mal llamado “Día de la Liberación” anunciara la aplicación de los gravámenes a las importaciones más altos en un siglo. Tras 90 días de tregua y una durísima negociación, finalmente la UE ha pactado un arancel del 15% para los productos con destino Estados Unidos. Cuatro meses después, los acuerdos comerciales de EE UU con la UE, Japón, Reino Unido y otros países han aliviado aquellos temores de los mercados.
Pero el camino ha estado sembrado de baches, con analistas y gestores calibrando el impacto en las economías del mundo y en las empresas cotizadas. Después de un castigo inicial a Wall Street y un trasvase de fondos hacia Europa, el optimismo se ha adueñado también de Wall Street, donde el S&P 500 bate récords de manera continuada apoyado en una excelente temporada de resultados y las expectativas de una bajada de los tipos de interés por parte de la Fed en septiembre. Pero Europa no ha perdido su brillo; los índices suben más que los estadounidenses en el año, con alzas como el 30% que marca el Ibex 35, en niveles desconocidos desde 2007. “Los mercados se están moviendo con una brusquedad sin precedentes, oscilando entre el terror paralizante y el optimismo desbordante”, comentan desde Bestinver Securities.
A pesar del positivo balance que reflejan las Bolsas, la incertidumbre sigue siendo elevada por los aranceles, las dudas sobre el crecimiento económico, la debilidad del dólar y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. La encuesta de gestores de fondos de Bank of America de agosto es una clara muestra de lo que está ocurriendo: el 25% está sobreponderado en la Bolsa europea, frente al máximo histórico del 41% del mes anterior. En Bestinver prevén que “el impacto de los aranceles se haya normalizado en los próximos dos años”, y añaden que “el éxito de la inversión” en este momento “no reside en la habilidad para predecir los giros de la política arancelaria o los vaivenes en la confianza de los inversores”. “Nuestra labor se fundamenta en el análisis micro; es decir, en el estudio minucioso de compañías individuales, la calidad de sus negocios y su valoración a largo plazo”, explica. Entre sus principales posiciones en grandes compañías europeas figuran Inditex, Philips, Heineken y ArcelorMittal, y para el corto plazo, Mercedes y Mapfre, entre otras.
Oportunidad histórica
En este escenario de interrogantes para los próximos meses, hay compañías con potencial que pueden empujar aún más a las Bolsas europeas. “La región aún enfrenta varios obstáculos estructurales, como la pérdida de competitividad internacional, una elevada carga regulatoria y los desafíos demográficos. Pero tiene oportunidades para mejorar su rendimiento económico mediante una mayor inversión pública, el liderazgo en sectores en crecimiento como el farmacéutico y las tecnologías verdes, las reformas del mercado financiero y una mayor integración del mercado interior”, señalan en Goldman Sachs.
Además, “el programa de infraestructuras de 500.000 millones de Alemania apunta a un fuerte repunte de la inversión pública en el futuro, y el aumento previsto del gasto militar debería ser positivo en la zona euro”, añaden. El banco estadounidense ha elaborado su lista de valores predilectos con empresas como Philips, AstraZeneca, Repsol, Enel, Zalando, LVMH, L’Oréal, ING Group, Scor, Tele2 y Prosus, entre otras.
Los gestores de Pimco coinciden en señalar que “la mejor coordinación de las políticas europeas y una mayor cohesión proporcionan un entorno estable para el inversor”. Así, opinan que “Europa ofrece oportunidades atractivas para quienes buscan diversificación y rentabilidad fiable en un panorama mundial incierto”.
Del lado de las valoraciones, Europa sigue ofreciendo atractivo, a pesar de las fuertes subidas de algunos sectores. Así, Tikehau Capital asegura que presenta “un descuento histórico en comparación con los mercados estadounidenses” y que “ los conceptos emergentes de soberanía, autonomía y resiliencia ofrecen oportunidades de inversión en sectores como defensa, tecnología, farmacia, infraestructuras y energía”. “Apoyar a compañías como Airbus o Rheinmetall podría generar rentabilidad a largo plazo”, afirman. Entre sus principales apuestas figuran igualmente “bancos periféricos, como los españoles, portugueses y griegos, que han realizado considerables esfuerzos para sanear sus balances en los últimos años”.
Morningstar está de acuerdo en que “la mejora de las condiciones crediticias y el nuevo gasto en infraestructuras incrementa el optimismo en cuanto a que Europa puede producir ganancias significativas para los inversores. Superar las ineficiencias arraigadas sigue siendo fundamental para las perspectivas de convergencia a largo plazo”. La firma estima que el S&P 500 cotiza con una prima del 30% respecto a su media histórica, mientras que la de Europa es más limitada, del 10%”.
Javier Galán, director de inversiones de Renta 4, cree que puede haber llegado el momento de una rotación de activos después del buen comportamiento de sectores como el bancario, el eléctrico, el asegurador y el de telecomunicaciones. “El mercado es cíclico y las tendencias raramente se mantienen de forma indefinida. La complacencia puede ser un riesgo, y parece que ha llegado el momento de considerar una rotación estratégica en las carteras. Mientras que los sectores tradicionales han brillado, las verdaderas joyas de Europa –las empresas con mayor potencial de crecimiento, innovación y alcance global– se encuentran en otros segmentos”, destaca.
El gestor resalta la oportunidad en compañías relacionadas con “la salud, en las tecnológicas y en las de consumo, que engloban desde bienes de lujo hasta automoción, y minoristas especializados que albergan a algunas de las marcas más reconocidas y exitosas”. Entre ellas, ASML Holding, Novo Nordisk, Air Liquide, Siemens Healthineers, Hermès International, SAP, Unilever, Symrise, Alcon y Safran. La gestora apuesta por una mayor exposición por mercados como Francia, Alemania y Holanda, con el 22,75%, el 15,92% y el 15,59%, respectivamente, de su peso en la cartera de renta variable europea.
Negocios con pulso
El atractivo de Europa para Intermoney Valores reside en “la menor presión de los precios del sector servicios y la buena salud del mercado laboral, que, unido a unos tipos de interés más bajos por parte del Banco Central Europeo, ayudarán al crecimiento a pesar del efecto negativo de los aranceles”. Los analistas optan para finalizar el año por empresas españolas de diferentes perfiles de negocio; un bloque lo componen las cíclicas y/o ligadas al consumo ante un entorno macro positivo (Befesa, CIE Automotive, Ence, Hotelbeds, Meliá); en otro, estarían aquellas que “se han visto muy castigadas pero que, en un horizonte temporal de seis meses, deberían recuperar el terreno perdido al irse despejando las dudas por las que han sido penalizadas (CIE, Hotelbeds, Meliá), y las que se puedan aprovechar del escenario de tipos de interés más bajos (Befesa, Meliá) y con una importante mejora en la generación de caja, como puede ser en el caso de Sacyr”.
Los analistas también han tenido en cuenta las posibilidades que se presentarían en Acerinox y el sector constructor ante un eventual escenario de paz en Ucrania. Asimismo, el alto el fuego podría tener efectos positivos en el corto plazo para “los sectores químico, de automoción, de materiales de construcción, minero y aéreo”, en opinión de Barclays.
En lo que va de año el sector de la defensa ha sido líder indiscutible del mercado, con rentabilidades de incluso tres dígitos, pero la perspectiva de negociaciones sobre un posible alto el fuego como las iniciadas en Alaska por Trump y Putin ha frenado en Bolsa a las empresas. Pese a ello, los compromisos de aumento del gasto militar por parte de los países europeos, sobre todo ante el menor interés de Estados Unidos por el continente, seguirán aumentando la inversión en defensa.
Así, el sector armamentístico también es uno de los favoritos para la cartera del segundo semestre de Bankinter, que elige Leonardo, Rheinmetall y Thales. En las principales apuestas figuran, por otro lado, Besi, los bancos Intesa, UniCredit, CaixaBank y Santander, además de Enel, Endesa, SAP, Vinci, Schneider Electric, Deutsche Telekom, ASML, EssilorLuxottica, Eiffage, Indra y Eon.
Mientras, GVC Gaesco sigue pensando que “las Bolsas europeas no están caras y que continuará siendo así mientras que los beneficios empresariales sigan creciendo, al menos en la misma medida que lo hacen los índices, y que los aranceles podrían influir en dichas cuentas pero de forma asimétrica. Es decir, su impacto en la econonomía global es limitado, y a nivel empresarial podría ser importante a corto plazo hasta que se adapten a la nueva situación, o bien ajustando precio o reposicionando fabricación”. Entre sus recomendaciones de inversión figuran valores como Sanofi, Amundi, GTT, Eiffage, CRH, Ren, Michelin, Saipem, Legrand y TF1.
La próxima semana los inversores tienen una nueva cita clave. “El discurso de Powell en Jackson Hole del 21 al 23 de agosto será importante, dadas las tensiones en la Fed y las críticas de Donald Trump”, indica Barclays.