Almuerzo para tres más cena para cuatro en un restaurante con solera de El Palo: Hermanos Alba. Los comensales, a juzgar por la llamativa comanda, … se brindaron un homenaje por todo lo alto maridado con vino francés de alta calidad al alcance de no todos los bolsillos. Un auténtico festival de caldos de Borgoña que incluyó hasta una decena de botellas de tinto y champagne de distintos precios: desde los 1.500 euros de un vino Domaine Bizot, pasando por los 1.300 de una botella de Arnaux Lachaux o 590 euros de un Kei Shiogai Gevrey-Chambertin. ¿La cuenta total? la friolera de 6.790 euros.

Se trata del último disfrute gastronómico que ha compartido en redes el popular influencer Alberto de Luna en el citado establecimiento ubicado en la Avenida Salvador Allende, en Echeverría de El Palo. El crítico gastronómico, amado por muchos y odiado por otros, califica la experiencia como «legendaria» y habla incluso de «el mejor bebercio» de su vida. «En Hermanos Alba vivimos una experiencia que solo puedo describir como legendaria: el mejor vino que he probado, una fritura de otro mundo y un producto tratado con respeto casi sagrado», asegura en su cuenta de Instagram con fotos del recibo, de la comida y del restaurante.

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En la cuenta se detalla que los comensales gastaron 525 euros en el menú de mediodía y 270 euros en el menú de cena. «En la cocina, el padre de Juanma, Manuel Alba, lleva la fritura a la categoría de arte, escoltado magistralmente por Jaime Crespo, quien recién incorporado, ha sabido entender perfectamente lo que esta casa significa, elevando la experiencia al máximo», copina el influencer. «Juntos han convertido este lugar en un verdadero Templo para quienes amamos el buen comer y beber», insiste. «Hace años que es uno de mis restaurantes preferidos, uno de esos donde querría estar si llegase el fin del mundo.10 LUNAS. MÁXIMO DIOS. UN DÍA LEGENDARIO», sentencia.

Y no se trata de la primera vez que Alberto de Luna, abogado de profesión, cuelga en Instagram las elevadas cuentas que paga por sus comilonas. De hecho, estos días ha compartido otras realizadas en la Costa del Sol como en Roostiq, en Marbella, donde gastó 1.212 euros o en Le Japonais, en Puerto Banús, donde la comanda superó los 640 euros. La semana pasada también hizo parada en Tragabuches, de Dani García, donde la factura ascendió a 1.796 euros. El pasado 10 de agosto, también hizo lo propio en Motel Particulier donde gastó 1.545 euros.