Una enfermedad más común de lo que parece
Se estima que la dermatitis atópica afecta a uno de cada cinco niños y a entre el 7% y 10% de los adultos en países desarrollados. Se trata de una patología inflamatoria crónica y recurrente, caracterizada por brotes de eccema, picazón intensa y sequedad de la piel. Pero la investigación apunta a que sus consecuencias van mucho más allá de la piel.
El vínculo con enfermedades autoinmunes
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad Médica China de Zhejiang, analizó 26 trabajos previos que incluían a más de 1,6 millones de pacientes con dermatitis atópica y 15 millones de personas sanas como grupo de control. Los resultados muestran una asociación significativa entre esta enfermedad cutánea y un mayor riesgo de padecer patologías autoinmunes (HR: 1,49).
Entre las más relacionadas se encuentran la enfermedad celíaca, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, la espondilitis anquilosante, la alopecia areata, la artritis reumatoide, el vitíligo, la disfunción tiroidea y la colitis ulcerosa. El estudio también detectó que las mujeres con dermatitis atópica son más propensas a desarrollar estas complicaciones que los hombres.
Implicaciones para la práctica médica
Los investigadores subrayan que la dermatitis atópica debería ser considerada un posible factor de riesgo en la aparición de enfermedades autoinmunes, tanto en niños como en adultos. Aunque recalcan que se necesitan más estudios para entender con precisión los mecanismos genéticos e inmunológicos compartidos, destacan la importancia de que los médicos hagan un seguimiento integral de los pacientes con DA para detectar a tiempo complicaciones asociadas.
En conclusión, la investigación refuerza la idea de que la dermatitis atópica no debe verse únicamente como un problema de piel, sino como una condición que puede tener un impacto sistémico en la salud.
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