Recientemente, Conor McGregor, una de las figuras más mediáticas de las artes marciales mixtas, volvió a ser noticia en Europa tras dejarse ver en el estadio del Napoli, campeón de la Serie A, donde jugó descalzo un improvisado partido de fútbol.

McGregor, de descanso en Napoli rumbo al Octágono

El excampeón de la UFC disfrutó de su estancia en la ciudad, ubicada en el sur de Italia, junto a su familia, donde compartió varios momentos deportivos que rápidamente se hicieron virales en redes sociales, por lo que sus fanáticos rápidamente buscaron al irandés para tomarse fotos.

Aunque se encuentra de vacaciones, McGregor no deja de lado su preparación física, ya que durante la semana entrenó en un gimnasio local mientras vestía la camiseta del Napoli, lo que reforzó los rumores sobre su esperado regreso al octágono.

Según lo que el propio peleador dijo públicamente, tratará de ser el principal protagonista de una función de la UFC en un escenario sin precedentes: la Casa Blanca, el próximo 4 de julio de 2026, con la bendición de su amigo Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.

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La reunión clave para UFC en Washington

El presidente de la UFC, Dana White, confirmó en entrevista con CBS que planea reunirse a finales de agosto con el mandatario y con su hija Ivanka Trump, para ultimar detalles del evento. De concretarse, sería la primera vez que una cartelera de artes marciales mixtas se celebre en la residencia presidencial.

“Va a suceder, definitivamente”, aseguró White, quien además reveló que Ivanka mantiene un papel activo en la planificación, ya que se encarga de revisar junto al promotor, los diseños preliminares de cómo se organizaría el espectáculo en la Casa Blanca.

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El compromiso que pide la UFC a McGregor

Aunque el interés de McGregor es evidente, Dana White señaló que la organización quiere ver mayor constancia en la preparación del peleador de Dublín antes de confirmarlo como protagonista del histórico evento. “Él sigue diciéndome que quiere esa pelea, ahora depende de que mantenga el ritmo de entrenamiento”, puntualizó el dirigente.

De confirmarse la presencia de Conor McGregor en la cartelera del 4 de julio, no solo marcaría su regreso tras un largo período de ausencia, sino que también abriría un capítulo único en la historia de la UFC al llevar el deporte a uno de los escenarios más icónicos del mundo político.