Querer y no poder. En esa situación se encuentran LIV Golf y PGA Tour. Los dos circuitos profesionales más importantes del golf llevan más de un año anunciando su intención de fusión, junto a DP Tour, el circuito europeo. Pero, lo que parecía un acuerdo inminente, lleva prorrogándose meses. Y aunque las intenciones por todas las partes coinciden en llegar a buen puerto, este todavía no se vislumbra.

 

El mundo del golf estaba controlado por PGA Tour y DP Tour, hasta que, en 2022, todo saltó por los aires con la aparición de LIV Golf, creado por Arabia Saudí bajo su fondo de inversión pública (PIF). Con una oferta deportiva muy atractiva, con menos torneos, menos participantes y menos hoyos, pero, sobre todo, con una suculenta oferta económica. 

 

El nuevo circuito sedujo a los mejores del mundo, como fue el caso de Jon Rahm, que en 2023 cambió de circuito a razón de unos 500 millones de dólares, un contrato récord en la historia del golf. También se marchó Phil Mickelson, Dustin Johnson, Martin Kaymer o Graeme McDowell. Se sumó al éxodo el español Sergio García. Sin embargo, los petrodólares, no sedujeron a las dos estrellas principales: Tiger Woods y Rory McIlroy.

 

Y es que LIV Golf, solo en la temporada 2025, tiene pensado repetir un premio total de 375 millones de dólares, a razón de 25 millones de dólares por cada uno de los quince torneos que lo componen. Mientras que, en 2024, Jon Rahm ganó 16,7 millones de dólares a los que se sumaron una bonificación de 18 millones de dólares por ganar el Campeonato Individual. Es decir, un total de 34,7 millones de dólares.

 

 

 

 

La inversión del PIF en el nuevo circuito de golf fue potente desde el inicio. De hecho, el coste de la primera temporada de LIV Golf, entre 2022 y 2023, ascendió a 784 millones de dólares en total. Mientras que a inicios de esta temporada, se oficializó un nuevo acuerdo televisivo con Dazn para que la plataforma over-the-top (OTT) lleve a cabo una “transmisión global en abierto” durante “varios años”, con un alcance de más de 200 países.

 

Si LIV Golf ha irrumpido con fuerza en el mundo del golf, PGA Tour se ha visto obligado a reinventarse tras perder tanto talento. Primero, desde el punto de vista organizativo, fusionando las divisiones de Tournament Business y Championship Management, bajo el nombre de PGA Tour Events. Pero también a la hora de hacer frente al nuevo circuito, por lo que, en junio de 2022, DP World Tour, circuito principalmente europeo, y PGA Tour ampliaron su alianza hasta 2035 con el objetivo de hacer frente al circuito saudí. Como parte de la asociación, PGA aumentó su participación en los derechos televisivos del tour europeo, pasando del 15% al 40%. Mientras que DP World Tour consiguió ampliar su prize money.

 

Sin embargo, a pesar de los litigios causados por la aparición del LIV Golf, tanto el circuito saudí como PGA Tour y DP World Tour entendieron que lo mejor para todas las partes era la fusión en un circuito unitario. 

 

“Esta asociación transformadora reconoce la fuerza inconmensurable de la historia, el legado y el modelo competitivo del PGA Tour y combina con él, DP World Tour y el Liv Golf, incluyendo el concepto de golf por equipos, para crear una organización que beneficiará a los jugadores de golf, a los socios comerciales y a los aficionados”, anunciaron en un comunicado.

 

 

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El problema reside en que este principio de acuerdo se produjo en junio de 2023. Desde entonces, no han terminado de cerrar el trato de manera definitiva. Uno de los problemas residía en la necesidad de PGA Tour de encontrar un nuevo inversor, externo a PIF. Ante esta situación, el propio Fondo de Inversión Público se interesó y llego a realizar una oferta de 1.500 millones de dólares para entrar en su negocio comercial.

 

Pero, el principal rechazo del PGA Tour fue la entrada del principal ejecutivo del PIF, Yasir Al-Rumanyyan, como copresidente del circuito unificado. Además de las diferencias en la concepción del modelo competitivo: LIV Golf defiende una combinación de circuitos individuales y en equipos, mientras que PGA Tour apuesta por únicamente un único enfoque más tradicional.

 

La situación llegó a un estado que hasta Tiger Woods, una de las mayores leyendas de este deporte, pidió que se alcanzara a un acuerdo antes del 31 de diciembre de 2024, fecha en la que expiraba el principio de acuerdo, pero la situación de bloqueo obligó a las partes a pedir una prórroga para concretar el acuerdo final.

 

El eco causado por las negociaciones llegaron hasta la Casa Blanca y el propio Donald Trump, presidente de los Estados Unidos y gran aficionado del golf, quiso intervenir. “Sabemos que los aficionados al golf esperan con ansias una resolución de las negociaciones con el Fondo de Inversión Púbica (PIF) y queremos agradecer al presidente Trump su interés y su apoyo continuado al golf”, aseguraba Jay Monahan, comisionado del PGA Tour en un comunicado firmado por los representantes de jugadores Tiger Woods y Adam Scott.

 

 

 

 

Mientras todavía no se oficializa el acuerdo, se siguen dando pasos para conseguirlo. Uno de los últimos avances se encuentra en el tercer intento de LIV Golf de entrar en el Ranking Mundial de Golf (OWGR, por sus siglas en inglés). A diferencia de las dos anteriores negativas, esta vez la institución que rige la clasificación confirma estar estudiando esta petición y se compromete a “evaluar exhaustivamente” todas las solicitudes. Esta era una de las principales demandas de sus jugadores y del propio LIV Golf, ya que estos han perdido peso a la hora de clasificarse para los principales torneos al necesitar un buen puesto en la clasificación de la OWGR. 

 

Así que en esta situación se encuentra el intento de fusión entre LIV Golf, PGA Tour y DP World Tour. Lo que era un acuerdo inminente se sigue dilatando, pero todos los caminos llevan a la creación de una competición unificada, solo hace falta saber cuándo.