La cara es el espejo del alma, y su voz, no dice lo contrario. Carlos Zúñiga está satisfecho del resultado de la recién finalizada Feria de Begoña … , un abono brillante, otro año más, con un balance de orejas y salidas en hombros mucho mayor que el de otras ferias de su mismo rango. Del balance del ciclo y del secreto de su éxito, si es que lo hay, nos habla el empresario en las siguientes líneas.

–Como aficionado, ¿le ha gustado la feria?

–Sin duda. Ha sido un abono de mucho nivel, sobre todo por la gran cantidad de toros que han embestido. Pienso que todos los toreros que han actuado han podido cortar orejas y salir por la Puerta Grande, de no ser, fundamentalmente, por el fallo a espadas.

–¿A qué achaca la clave del éxito?

–Hay mucho trabajo detrás. Pero es fundamental el tipo de toro que se lidia aquí. Todas las corridas han estado muy bien presentadas, ningún toro se ha caído y, como le digo, han embestido mucho. Todos los días.

–Como empresario, ¿el balance también es positivo?

–Estoy contento. Ha habido días, como el sábado, que la plaza estaba prácticamente llena. Otros días hubo una gran afluencia también. En general estoy muy satisfecho, porque creo que la asistencia de público respalda la propuesta que la empresa había realizado. Al final la apuesta que hizo en su día la alcaldesa y todo su equipo les ha acabado dando la razón. Gijón quiere toros. No hay duda ninguna.

–17 orejas y cinco salidas en hombros. ¿Los números reflejan el nivel que ha tenido el abono?

–Y eso que, como le decía antes, y no es un tópico, han podido ser muchas más. Creo que ha habido faenas como una de Pablo Aguado, otra de Roca Rey, la otra de Juan Ortega, Manzanares, la misma de Clemente, del novillero Aarón Palacio… Todos ellos podían haber salido también en hombros, sin falsos triunfalismos, sino por la calidad de lo realizado.

–¿Con qué se queda de todo lo que ha visto?

–Pues mire… Juan Ortega estuvo magnífico, seguramente haya sido la sensación de la feria, Talavante triunfó aquí un año más, Tomás Rufo enseñó a los asturianos el momento que atraviesa, Telles demostró que es un cavaleiro de gran nivel, de Ventura, ¿qué le voy a contar…? Pero precisamente me quedo con todos esos triunfos que la espada se llevó. Estaríamos hablando de un balance ciertamente histórico.


–¿Por qué embisten tantos toros en El Bibio?

–Porque tienen hechuras para ello. Si presentas un animal acorde con la tipología que tiene su encaste, en lugar de destartalado o fuera de tipo, las posibilidades de que dé juego son mucho mayores. Es una cuestión, primero de elegir ganaderías en buen momento, y luego de seleccionar un animal cuya genética le ayude a embestir. Aquí nada sale por casualidad.

–Además los hubo de muy distintas procedencias…

–Así es. Y cada uno a su forma, todos embistieron. Fíjese, por ejemplo, la corrida de rejones de Ribeiro Telles del día 14, o la del día siguiente de La Quinta. ¿Tenían algo que ver? Nada. Pero tenían una cosa en común: los veías en los corrales y sabías a qué encaste pertenecían. Eso es fundamental.

–¿Y los toros de las figuras?

–Pues más de lo mismo. Lo primero, eran de dos ganaderías absolutamente contrastadas, como Núñez del Cuvillo, que no necesita presentación, y Puerto de San Lorenzo y La Ventana, cuya trayectoria tampoco es discutible. Luego uno busca con esmero esa tipología prototípica con más ahínco si cabe. Porque si algún día uno no quiere que los toros fallen, es en ese tipo de carteles.

–¿Fue difícil sustituir a Morante?

–Morante es insustituible. Pero hay causas de fuerza mayor, como es una cornada, que le han impedido venir a Gijón en esta temporada tan histórica. Para él, y yo diría que para la tauromaquia. Creo que Fortes fue un digno sustituto, por el año que está realizando, y de hecho, es otro de los toreros que estuvo a punto de abrir la Puerta Grande.

–¿Le ha dado tiempo a pensar en la feria de 2026?

–Un empresario siempre le está dando vueltas a la cabeza, soñando carteles para sus ferias, sea la época del año que sea, pero evidentemente quedan doce meses por delante para pensar y trabajar, y sobre todo para presentar una programación a la altura de esta maravillosa plaza y de su afición.