El Masters 1000 de Cincinnati nos ha dejado grandísimos momentos de tenis en lo que ha sido una fiesta hasta la gran final, cuando Jannik Sinner no pudo más y terminó optando por la salida más dura, la retirada. El italiano fue solo una más de las muchas víctimas que ha dejado el torneo ‘yankee’, donde además de él han caído otros 10 jugadores, acusando las altas temperaturas y la humedad. Pero entre toda esas lucha por la supervivencia destacó sobremanera un jugador, el francés Térence Atmane, que viniendo desde la previa y siendo el 136 del mundo, acabó colándose en las semifinales y casi le da un susto al propio Sinner.
Sin embargo, el galo se ha topado con la dura realidad, pues tras salir de Cincinnati crecido, con un gran ascenso en el ranking y peleando contra fuera que tenía enfrente, le tocaba volver a ponerse el mono de trabajo, en este caso en el US Open, el tercer grande del año, donde para colarse en el cuadro final tenía que pasar por la previa y ahí sí, no le ha dado. De hecho le tocaba hacer su debut este martes, sin embargo, no ha podido ser, optando por retirarse antes de tiempo y ni siquiera tomar parte en la primera ronda ante el británico Jan Choinski.
Atmane ha comenzado esta semana en el top 70 (68), lo que le daría acceso al cuadro final del torneo de Flushing Meadows, sin embargo, el cuadro se cerró antes, por lo que no le ha dado tiempo a aprovecharlo y para estar necesitaba de nuevo mucha guerra, algo que no estaba muy por la labor de hacer, sobre todo porque su físico no estaba para muchos trotes después de seis partidos de tanto nivel en tan poco tiempo.
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Una baja más
La de Atmane es de un perfil muchísimo menor, pero la realidad es que al estar en boga supone un golpe no verlo en la Gran Manzana. Se suma así a muchos nombres que no van a estar, como puede ser Matteo Berrettini, que sigue sin recuperarse del todo de las múltiples lesiones que le han acompañado estos años; o de Grigor Dimitrov, que tras romperse el pectoral en Wimbledon no va a llegar a tiempo, perdiéndose un Gran Slam después de 58 presencias consecutivas, acabando así con su récord, uno de los más llamativos del tenis de estos últimos años.