Madrid, 19 ago (EFE).- Once años después de su último partido en el Santiago Bernabéu como jugador del Real Madrid, Xabi Alonso volvió este martes al mismo escenario, pero como entrenador. Una nueva era tras la salida de Carlo Ancelotti, el técnico más laureado de la historia del conjunto blanco, que arrancó en el Mundial de Clubes pero que este 19 de agosto de 2025 tuvo su estreno en casa.
Justo hace once años, Xabi Alonso disputó como mediocentro la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid. Tras esto, decidió marcharse a Alemania, al Bayern de Múnich, en busca de una nueva experiencia futbolística junto a Pep Guardiola. Xabi, un hombre de fútbol, quería vivir de primera mano el fútbol germano y la idea de Pep le cautivó.
El 18 de abril de 2017 fue su regreso con otra camiseta, la del conjunto bávaro, en un encuentro en el que, a pesar de ser rival, la afición madridista le dio un recibimiento cariñoso a un futbolista clave durante sus cinco temporadas defendiendo la camiseta blanca.
Eso sí, no tanto como ocho años, cuatro meses y un día después volvió, pero como entrenador del Real Madrid. Un nuevo rol que ya asumió para el Mundial de Clubes, torneo en el que cayó en semifinales ante el París Saint-Germain (0-4).
Y ya de vuelta a casa, en el primer partido del conjunto blanco en el Santiago Bernabéu tras 87 días, el guipuzcoano volvió a vivir “esa conexión con la gente” que apuntó en la previa del encuentro ante Osasuna.
“El recuerdo que tengo fue muy bueno. Incluso volví otra vez jugando con el Bayern en un partido de ‘Champions’ y la relación fue buena, el cariño lo percibí. Ahora el rol es diferente, pero estoy expectante, motivado y con ganas de volver a sentir esa conexión con la gente. Ha pasado el tiempo, pero siempre la he sentido muy viva. Que pase lo que tenga que pasar, que sienta lo que tenga que sentir. Estoy feliz de volver», señaló.
Una vuelta en mitad de un proceso de reconstrucción tras una temporada en la que Ancelotti salió del club después de ganar dos títulos, Supercopa de Europa e Intercontinental, pero sin pelear hasta el final por los dos más importantes: Liga y Liga de Campeones.
Tras esto, llegó un cambio. El retorno de un Xabi Alonso que inició su aventura como entrenador en la cantera del Real Madrid, en categoría Infantil A, en 2014, que continuó en el filial de la Real Sociedad antes de hacer historia con el Bayer Leverkusen, en un trabajo, seguido con lupa desde las oficinas del conjunto blanco, que le valió su actual puesto.
Un día especial para Xabi que vivió con intensidad. Polo de manga corta y pantalón largo oscuros junto a deportivas blancas, alejado del traje que lucía habitualmente Carlo Ancelotti. Protagonista al ser anunciado por megafonía y en el videomarcador 360º.
Siempre presente en el borde del área técnica, con los brazos en jarra o cruzados en los instantes entre indicación e indicación a su equipo, aún por pulir tras solo 15 días de pretemporada.
Y mostró la intensidad con la que vive los partidos desde la banda. Aplaudiendo las recuperaciones altas de su equipo, algo que quiere sea seña de identidad, pidiéndole a la defensa que subiera líneas con balón para hacer el campo más corto, mantener la exigencia ofensiva de sus futbolistas… El libreto de Xabi Alonso.
No dejó tampoco de dar indicaciones de posicionamiento a sus futbolistas, durante el juego y en una intensa pausa de hidratación en la que tuvo un aparte primero con Vinícius y después con Tchouaméni, el ancla de su equipo en el centro del campo e incustrándose entre los centrales.
También ejerció incluso de recogepelotas, atento siempre al balón más cercano para devolverlo al juego y que sus futbolistas mantuvieran la intensidad arriba ante un Osasuna que resistió el marcador, hasta el minuto 51.
Kylian Mbappé fue el encargado de anotar el primer gol de la era Xabi Alonso en el Santiago Bernabéu, al transformar un penalti que él mismo forzó al recortar a Juan Cruz y recibir la falta de este.
Gol celebrado por el técnico apretando los puños, consciente de la importancia de encarrilar el encuentro y los primeros tres puntos de la temporada. Sin alardes, con un marcador corto, pero una victoria para arrancar la Liga.
Óscar Maya Belchí
(c) Agencia EFE