Javier Lorenzo

Martes, 19 de agosto 2025, 23:10

| Actualizado 23:20h.

  • Guijuelo. Martes, 18 de agosto.
    Cuarto y último festejo de la feria. Lleno en los tendidos en tarde soleada y de calor. 27 grados.

  • GANADERÍA
    3 toros de Toros de Orive, jugados en los tres primeros lugares. Bravo el terciado y anovillado 1º, noble y bueno el 2º, que tuvo gran ritmo y calidad; muy bravo el 3º, que fue premiado con la vuelta al ruedo, Faisán de nombre, número 16, de pelo colorado meano, de 450 kilos y nacido en mayo de 2021. 1 toro de Puerto de San Lorenzo (4º), deslucido y sin gracia ninguna; y 2 de La Ventana del Puerto (5º y 6º), manso y deslucido uno, y emotivo y vibrante el otro.

  • DIESTROS

  • MIGUEL Á. PERERA Azafata y oro
    Estocada atravesada (oreja); y tres pinchazos y estocada tendida y trasera (ovación con saludos).

  • EMILIO DE JUSTO Azul añil y oro
    Gran estocada (dos orejas); y estocada (oreja).

  • DIOSLEGUARDE Sangre de toro y oro
    Estocada (dos orejas); y bajonazo (dos orejas).

En Las Tapias hay una reserva de bravura que está sin explotar. Es la joya de Alberto Orive, recluído a las plazas menores entre otras cosas porque la hechura del tipo de toro que tiene no da para más. Pero es una de las ganaderías más bravas y enclasadas que hay en Salamanca. En Guijuelo soltó tres toros de categoría. Parecían de juguete los tres, por lo terciado de sus hechuras pero se fueron encendiendo, en el comportamiento, según fueron saliendo. Como si se hubieran colocado en orden. E incluso lo mismo sucedió con la presencia. El becerrote primero estaba por debajo de los límites, solo le salvó el pelaje ensabanado que le envolvía;tuvo más cuajo el segundo y un poco más el tercero. El mayor de todos, bien podía parecer el hijo de cualquiera de los imponentes astados de José Enrique Fraile jugados en este mismo escenario el sábado. Nada que ver. Estos fueron tres pinturas en miniatura.

Pese a lo terciado, lo llenaron todo con su comportamiento. La tarde comenzó y casi terminó con esos tres toros. A Perera parece que le cuesta ya todo más de la cuenta. Y su labor no caló con el bravo Noticiero que tuvo una infinita calidad y tranco en sus largas y boyantes embestidas, con las que mantuvo excesiva distancia en los embroques. El atisbo que hizo de coger la izquierda fue suficiente para demostrar que el toro pese a su buena condición no permitía ni un fallo y que Perera está espeso. Ese apuro por ahí, como le pasó en un pase de pecho inicial, le sirvió para no volver a intentarlo por ese pitón y para sumar muletazos a destajo con la derecha diciendo más bien poco y eso que el torero hizo todo cuanto quiso.

Nada que ver que la deliciosa faena de Emilio de Justo a Sinfonía. La clave fue el portentoso y poderoso inicio, que sirvió para demostrar quién mandaba allí. La bravura quedó limada y de ahí en adelante la gozó a puro placer. Por la suavidad, por lo ceñido y por el gusto en la interpretación de cuanto hizo. Porque paladeó cada pase, sobre todo al natural con la zurda primero en una serie majestuosa y también al natural, pero con la derecha en la última tanda y también en el epílogo. Los pases de pecho, rematados al hombro contrario fueron, además, eternos. Y no dejó dudas con una estocada en lo alto que por sí sola fue de premio. Triunfo inapelable.

Con todo lo bueno que tuvo esta faena no llegó a la emoción de la tercera en la que Faisán se encargó de darle importancia a todo. Un toro bravo a rabiar. Que se entregó sin reservas cuando más y mejor le exigió Dosleguarde, en un ytrasteo de asiento, poder, mando y sobre todo mucha firmeza. Otra llamada la atención a las empresas, de torero en efervescencia. Que merece más. Se lo pasó muy cerca, se dejó llegar los pitones, le exigió, le pudo y no dudó ni una sola vez. Fue una faena tremenda, porque al arrebato del toro le acompañó la intensidad de un toro que no se cansó de embestir y eso que la faena de Manuel fue larga. La rotundidad con la que se tiró a matar tuvo doble mérito. Por como lo hizo y por saber de donde viene este hombre.

Ahí, en ese tercer capítulo, casi terminó la corrida. Cuando se acabaron los Toros de Orive. Resultó plomizo todo en el cuarto, con un toro insulso y aburrido y una obra tropezada de Perera que también lo fue. Larga y camino de ninguna parte casi antes de empezar. Y tampoco ayudó a darle de nuevo velocidad tras ese frenazo la de Emilio de Justo al quinto, manso y huidizo, protestado y sin entrega con el que el de Torrejoncillo se puso porfión y tuvo premio gracias a una buena estocada. Y así salió un Tontito que hizo sexto, que parecía que lo iba a ser, tontito, y no lo fue. Porque esperó y midió de entrada, porque apenas despertó tras el certero puyazo de Sandoval donde amagó con despertar sin hacerlo y porque arrancó la faena sin querer saber nada. Sin embargo, Diosleguarde lo trató como si fuera bueno, lo desengañó y el toro terminó rompiendo a embestir con ímpetu y entrega. Cada vez más y mejor. Cuando le exigió el torero, y sin ninguna duda jamás, lo fue encelando para plantarle batalla con mando y mérito.Se acabó metiendo entre los pitones. Pisó terrenos de fuego, se dejó llegar las astas, se lo sacó por delante y por detrás, le puso los muslos a cuerpo descubierto cuando el toro salía y se volvía del muletazo para acabar rendido. El borrón fue el feo golletazo que le pegó ya casi con la anochecida. Por eso las dos orejas fueron un exceso, pero no restaron una tarde de mérito y nueva llamada al orden.

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