«Si yo llegara a ser la primera presidenta de España, para mí sería increíble. Mi yo de 8 años no se lo creería y estaría muy orgullosa de mí«, afirmó Carol en su presentación en First Dates.

Carlos Sobera le preguntó por sus estudios, y la toledana le contó que estaba estudiando Derecho y Ciencias Políticas: «Me metí en esa carrera porque quiero ser la primera presidenta del Gobierno«.

«Sería la primera mujer, por lo que saldría en los libros de Historia y que mis hijos y mis nietos me estudiaran, sería…», reconoció la joven al presentador.

Eso sí, afirmó que «no me presentaría con ningún partido político de los que hay en la actualidad, ya me encargaría yo de formar el mío propio con unos nuevos valores que no tomaran por el pito del sereno».

En cambio, en el amor no era así: «Soy más insegura. Me ha ido fatal. Me gustan los chicos interesantes, curiosos y divertidos. Me puede más un feo con personalidad bonita que un guapo con personalidad fea«, admitió.

Su cita fue Alejandro: «Hay un dicho que comenta que en cada grupo de tres amigos está el Golden retriever, el gato negro y el perro salchicha«, comenzó a decir en su presentación.

«Y yo soy el último porque tengo una personalidad saltimbanqui, divertida, alegre, soy un poquito avispado y con carácter», añadió el madrileño.

Carol comentó sobre él que «no me ha parecido feo, pero me ha echado bastante para atrás su manera de vestir. Las botas, el pantalón de pitillo, el jersey metido por dentro… No es un chico en el que me fijaría«.

Ya en la mesa, ambos hablaron de los estudios que estaban realizando, el doble grado de Derecho y Ciencias Políticas por parte de ella e Ingeniería Industrial en el caso del comensal.

Alejandro le preguntó a su pareja de la noche por su afición a la política, pero no pudo evitar fijarse en un detalle del vestuario de la toledana que no le gustó.

«Lleva la pulserita con la bandera de España y esa es la pulsera de la discordia. Para mí eso es un poco red flag», confesó el estudiante madrileño.

Y añadió que «suele ser una pulsera que se asocia a ciertos comportamientos que, en general, creo que son perjudiciales para colectivos oprimidos».

Al final, Carol no quiso tener una segunda cita con Alejandro: «La diferencia de edad (ella, 19 y él, 27) es muy grande». Él, por su parte, tampoco quiso volver a quedar: «La pulsera que llevas me ha echado para atrás».