19/08/2025
Actualizado a las 21:32h.
Tres grandes frentes de fuego, una triada que ya forma parte del registro de los peores incendios de Galicia, continúan amenazando un día más la provincia de Orense, que concentra los ocho fuegos activos a día de hoy en la comunidad gallega. Una huella de devastación imborrable y perceptible tanto a ras de suelo como desde las imágenes proporcionadas por los satélites que suponen, junto a los demás focos activos, aproximadamente 64.000 hectáreas calcinadas en la provincia orensana. Sin embargo, teniendo en cuenta aquellos estabilizados y en el conjunto de Galicia, la cifra ya supera las 70.000 hectáreas de superficie calcinada, próxima a las estimaciones de las del verano de 2006 y el ‘agosto negro’ que quedó impreso en la memoria de los gallegos como el peor verano en lo que a incendios se refiere.
Desde el fin de semana, el fuego originado en la parroquia de Seadur, del municipio orensano de Larouco, sigue siendo el de mayor avance y el que más preocupación genera entre los dispositivos de extinción, compuestos por más de un millar de brigadistas, voluntarios, policías, militares y los propios vecinos armados con calderos, palas o cualquier otra herramienta a su alcance. Con aproximadamente 20.000 hectáreas calcinadas, es ya el de mayor afección de la historia de Galicia, y sus consecuencias son palpables desde hace días en la comarca de Valdeorras, donde las llamas avanzan por múltiples municipios como A Rúa, Petín, Quiroga, O Barco de Valdeorras, Rubiá, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, Vilamartín de Valdeorras, O Bolo y A Veiga.
Mientras cientos de brigadistas, técnicos, agentes -entre ellos efectivos de la UME-, así como diez helicópteros, doce aviones y 58 motobombas se encuentran desplegados frente a estas llamas, los vecinos de la comarca de Valdeorras sufren desde hace días cortes en las telecomunicaciones, en el suministro de agua y adolecen servicios como la recogida de basuras, mientras una nube tóxica alimentada por el incendio del punto limpio de A Rúa y una fábrica de componentes para automóviles cercana gana espacio en el horizonte.
Y, a menos de 30 kilómetros, el segundo incendio más devastador de la historia de Galicia -superado durante el lunes por el de Larouco- permanece sin avances aunque bajo vigilancia y riego constante, todavía considerado activo, en el municipio de Chandrexa de Queixa. La unión de varios focos dispersos convergió en este gran incendio, que afecta a una superficie aproximada de 18.000 hectáreas incluyendo a otros municipios como Manzaneda, Montederramo, A Pobra de Trives, O Bolo y Laza.
También por encima de las 15 mil se encuentra el incendio originado este martes en la parroquia de A Granxa, en el municipio de Oímbra, donde también se unieron tres focos diferenciados en un gran frente de llamas y ceniza, alcanzando las 15.000 hectáreas de superficie afectada, también en los municipios de Xinzo de Limia, Monterrei, Cualedro, Verín, Laza, Trasmiras, Castrelo do Val y Baltar.
Un frente de llamas que se encuentra prácticamente en la frontera con Portugal y muy próximo al incendio originado en la parroquia de A Esculqueira, en el municipio de A Mezquita, donde el último balance de la Consellería do Medio Rural calcula un área afectada de 10.000 hectáreas. Durante la tarde del martes aumentó también el incendio originado en Carballeda de Avia, que afecta también a los municipio de Beade ( ya son 4.000 hectáreas calcinadas).
Por otra parte, vecinos de Peña Trevinca (Orense) consiguieron evitar que las llamas iniciadas en el municipio de Porto (Zamora) llegasen al Teixadal de Casaio, bosque en el que se encuentran cientos de tejos centenario. Preocupa también la cercanía del fuego a la Sierra del Caurel, otro espacio natural de incalculable riqueza medioambiental en alerta.
Cuatro bomberos heridos
Y mientras Galicia aguarda la más que esperada llegada de la lluvia, que permita poner cerco al avance de las llamas, gracias también a la bajada de las temperaturas, la cantidad de viviendas, bienes, industrias y negocios se incrementa, así como el cansancio de vecinos y brigadistas que llevan prácticamente dos semanas en algunos casos combatiendo sin descanso.
Este martes, un efectivo del operativo de extinción de incendios tuvo que ser atendido por inhalación de humo en las inmediaciones de Oímbra. Tras una evaluación, fue evacuado al Hospital de Verín para recibir los cuidados necesarios según informó Emergencias 112. Con este caso ya son cuatro los heridos durante la extinción de los incendios en Galicia, después de que un operario fuese trasladado al Hospital de La Coruña este lunes con quemaduras graves de primer y segundo grado, mientras que otros tres miembros de los dispositivos de extinción fueron derivados para su atención a los hospitales de Verín, O Barco de Valdeorras y Santiago.
Normalidad sanitaria
La nota positiva corresponde a la asistencia sanitaria, ya que los centros de salud de la provincia de Orense que no pudieron funcionar con normalidad debido a las afecciones derivadas de los incendios volverán a prestar su servicio tras el plan de reorganización establecido por la Xunta. Así lo comunicó este sábado el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, el cual explicó que se han desplegado 14 antenas de satélite Starlink y 80 kilómetros de fibra óptica para garantizar las comunicaciones
Por otro lado, desde la Xunta informaron también que la Administración autonómica proveerá alimentos para «el ganado de todas las explotaciones ganaderas afectadas por los incendios». Un reparto ya en funcionamiento y del que participó este sábado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que aseguró que ya están distribuyendo los alimentos ante la falta de pastos desde el pasado sábado. Al hilo, hizo un llamamiento a los ganaderos afectados para que se pongan en contacto con sus concellos para que éstos informen al Ejecutivo gallego de las necesidades económicas y poder brindar este apoyo.
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