El devastador incendio forestal que afecta a Quiroga continúa su avance hacia la comarca de O Courel, mientras amenaza a las localidades de Centeais y Paradaseca. Las autoridades locales han confirmado este martes que la situación dista mucho de estar controlada, a pesar de la pequeña tregua que ha dado el fuego durante las primeras horas de la mañana. Con más de 20.000 hectáreas ya calcinadas, este desastre medioambiental se ha convertido en el mayor incendio registrado en la historia de Galicia, superando todos los registros anteriores.
«Ayer –por el lunes– por la mañana parecía que estaba la cosa tranquila, pero llega el mediodía, cambia el viento, sube la temperatura y se vuelve a montar el lío, un lío de narices», ha explicado José Luis Rivera, alcalde de Quiroga, quien no ha dudado en pronosticar que el fuego «se va a apagar cuando llueva».
El comportamiento convectivo del incendio, capaz de generar su propio sistema de vientos, lo convierte en extremadamente peligroso e impredecible. Luis Manuel Arias, concejal de Medio Ambiente, ha señalado que Centeais se encuentra actualmente «seguro mientras el viento no cambie», subrayando la volatilidad de una situación que puede deteriorarse rápidamente con las condiciones meteorológicas adecuadas.
Durante la jornada de este martes, varias autoridades han visitado la zona para supervisar el dispositivo de extinción, entre ellas Isabel Rodríguez, subdelegada del Gobierno, y María José Gómez, conselleira de Medio Ambiente. Mientras tanto, los equipos de emergencia, voluntarios y vecinos continúan trabajando sin descanso para intentar contener las llamas que avanzan inexorablemente hacia nuevas áreas forestales.
Localidades en riesgo y daños materiales
La población de Centeais ha estado bajo amenaza constante desde que el fuego penetró en territorio lugués. Inicialmente, las llamas se aproximaron por la parte alta del núcleo urbano, pero ahora el incendio ha cambiado de dirección y avanza por la zona inferior, acercándose nuevamente a las viviendas. Por su parte, Paradaseca enfrenta un foco activo al otro lado del río desde el lunes, manteniendo a sus habitantes en vilo ante la posibilidad de que las llamas crucen esta barrera natural.
En las zonas de Montouto, A Seara y O Mazo, el fuego continúa consumiendo hectáreas de bosque en su avance hacia O Courel. Aunque no hay localidades habitadas en las inmediaciones, la alcaldesa Lola Castro ha confirmado que la situación se mantiene estable pero crítica, con el fuego muy cerca del límite municipal aunque sin haberlo traspasado todavía. Los equipos de emergencia, reforzados por maquinaria pesada, voluntarios y vecinos, trabajan a contrarreloj para establecer cortafuegos y evitar que las llamas sigan extendiéndose.
El balance de pérdidas en Quiroga resulta desolador. En Ferreira, la primera localidad afectada, el fuego destruyó casi todos sus pajares y calcinado numerosas casas, quedando apenas dos viviendas en pie. Además, en Albaredos se ha registrado la pérdida de una vivienda habitada por una pareja de ancianos, mientras que en Vilar de Mondelos ha ardido un pajar y en Parada Piñor un vehículo ha quedado completamente calcinado. La cuenta de X Incendios galicia afirmaba en un tuit de la noche de este martes que se había declarado un incendio en Cruz de Outeiro, aunque todavía no se ha podido confirmar esta información.
El regidor quirogués, José Luis Rivera, asegura que están libres de peligro hasta el momento el resto de aldeas del municipio, unas 120, muchas de las cuales «están afectadas por el fuego» pero sin riesgo para las personas. «Ahí tuvimos suerte», recalcó. El alcalde también señaló que resultaron afectados «algunos viñedos» de la bodega Albaredos-Hobbs, perteneciente a la subzona Quiroga-Bibei de la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
A la espera de la lluvia
La previsión es que la bajada de las temperaturas y las precipitaciones que están por llegar puedan aliviar la tensa situación que se vive en Quiroga, pero incluso los mejores pronósticos advierten de que restan horas críticas por delante.
En el horizonte están las montañas de O Courel, catalogadas como reservas de la biosfera, que ven acercarse unas llamas que amenazan con revivir lo vivido hace apenas tres años en un municipio vecino, el de Folgoso, donde en la segunda quincena de julio de 2022 ardieron más de 11.000 hectáreas. No obstante, el fuego que afecta a Quiroga lo ha superado ya como el más grande de la historia de Galicia desde que hay registros, puesto que ha arrasado, desde que prendió en Larouco el pasado día 14 de agosto, más de 20.000 hectáreas de terreno. A su paso, las llamas ha quemado hasta nueve ayuntamientos diferentes, todos en Ourense, a excepción de Quiroga: Petín, O Bolo, A Rúa, Vilamartín de Valdeorras, O Barco, Rubiá y A Veiga.
Llegan bomberos desde Lugo
El Ayuntamiento de Lugo ha enviado este martes un destacamento especial del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento para colaborar en las labores de control y extinción, concretamente en Quiroga, el lugar más afectado por la expansión de las llamas desde Larouco, al otro lado de la frontera con Ourense.
La participación de los bomberos de Lugo en Quiroga responde a una petición de colaboración con otros cuerpos de emergencias gallegos para contener los focos más virulentos.
La unidad, compuesta por 16 efectivos, se ha desplazado hasta el puesto de mando avanzado en Quiroga, desde donde se coordinará su actuación.
El operativo se organiza en turnos diarios de 4 o 5 profesionales, cada uno con un responsable al frente. El despliegue incluye un camión de extinción, un vehículo de transporte de personal y material, así como todo el equipamiento necesario para intervenir con autonomía y capacidad de respuesta inmediata en el terreno.