El Universo Cinematográfico Marvel ha experimentado un período de dificultades en los últimos años, marcado por varios sonoros fracasos en taquilla y algunas decisiones de proyectos que no conectaban con las expectativas de los fans. Sin embargo, una de las apuestas más sólidas de Marvel Studios fue la serie de animación ‘X-Men ’97’ (2024), una continuación de la famosa serie de los años 90. La supervisión del guionista y productor Beau DeMayo, conocido por su trabajo en ‘Caballero Luna’ (2022), permitió que la serie mantuviera el espíritu original de los personajes, mientras ahondaba en nuevas historias y profundizaba en el desarrollo de los protagonistas. Su participación consolidó la serie como un proyecto de referencia dentro del catálogo animado de Marvel, demostrando una gran capacidad narrativa y una coherencia con la continuidad histórica del universo de los X-Men.
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A pesar del éxito de la serie, la situación dio un giro radical cuando Marvel Studios decidió despedir a Beau DeMayo sin ofrecer una explicación pública. En sus redes sociales, DeMayo denunció que la causa real del despido estaba vinculada con actitudes homófobas y xenófobas dentro de la compañía, señalando que su salida se produjo poco después de publicar una foto disfrazado como Cíclope con motivo del Orgullo Gay. El guionista mantuvo que su trabajo creativo y su relación con la comunidad LGTBI+ fueron factores determinantes en la decisión del estudio, lo que generó un intenso debate sobre inclusión y diversidad dentro de los equipos de producción en Disney y Marvel. El incidente puso en evidencia las tensiones internas entre la dirección de la compañía y los creativos que buscan mantener la autenticidad de sus proyectos, al tiempo que el público y la prensa comenzaron a seguir de cerca la polémica.
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En respuesta a las acusaciones de DeMayo, Marvel Studios emitió un comunicado en el que explicaba que el despido se debió a una investigación interna que había identificado conductas inapropiadas. Se indicó que DeMayo había enviado fotografías de sí mismo sin ropa en poses superheróicas a los empleados, con el fin de inspirar a los artistas de la serie, y se le acusó de tocamientos no consentidos hacia un asistente, así como de abuso emocional hacia otros miembros del equipo. Según Disney, estos hechos entraban en conflicto con las políticas internas de la compañía, lo que llevó a la rescisión de su contrato. Según informes de medios especializados, la situación se intensificó debido a que DeMayo compartió material confidencial de la producción y participó en actividades promocionales sin autorización, lo que complicó aún más su relación con el estudio y provocó una disputa pública sobre la ética profesional y el manejo de la creatividad dentro de Marvel.
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La controversia continuó cuando DeMayo trasladó la disputa a la red social X, acusando a los directivos de Marvel Studios de falta de visión y de limitar la creatividad. En un mensaje ampliamente difundido, escribió: “He estado en las reuniones creativas de Marvel Studios. Son horribles. Básicamente te sientas en una sala con Kevin Feige y Lou D’Esposito e intentas presentar tu película, mientras te das cuenta de que Kevin solo quiere que le dictes algunas de sus ideas apuradas. Incluso te dicen que no intentes proponer ideas sacadas de los cómics, porque Lou no es muy fan de los cómics y eso le podría desanimar. No hay chispa. No hay visión. Marvel es un matadero. A mí me hicieron la cruz por ser demasiado amable con los fans, o por parecer demasiado fan. Es una máquina rota, y por eso puedo entender que Matt Shakman y su equipo probablemente tuvieron grandes ideas, pero la arrogancia de Marvel las destruyó”.