Para la reforma de esta vivienda, ubicada a las afueras de Ibiza, el interiorista Luis Puerta tuvo que recurrir a ciertas dosis de pedagogía. Con vistas al Mediterráneo y a la zona histórica de Dalt Vila, la casa es una pequeña joya construida en los 80 por los arquitectos Vicens & Ramos, un estudio que sigue en activo hoy en día y que, con los años, se ha especializado en arquitectura religiosa, especialmente en iglesias católicas. “Es muy racionalista pero muy bien pensada, con una planta preciosa y con inspiración en las construcciones de Ibiza, pero reinterpretadas”, relata Puerta.
La primera intención de sus propietarios, un matrimonio joven con hijos que ya conocían a Luis Puerta porque habían puesto en sus manos su casa de Madrid, era modificar su distribución para poder ampliarla. El interiorista les convenció de lo contrario. “Me daba pena porque es una construcción preciosa. Les fuimos mostrando poco a poco la belleza de la geometría que tenía la vivienda y solo se realizaron un par de intervenciones puntuales para hacerla un poco más práctica”, recuerda. De hecho, gran parte de la intervención se centró precisamente en lo contrario: que su espíritu original se conservara de la mejor manera posible.
Pablo Sarabia
Los muros transversales seguían con los colores de los 80: azul, rojo y amarillo. “Los dueños los querían en blanco, pero les convencí para que los pintáramos de azul Klein”, cuenta Luis Puerta.
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En la zona de solarium de la vivienda, tumbonas blancas con estructura de aluminio, de Maisons du Monde, con cojines en azul Klein.
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En el mismo espacio puede verse cómo los muros azules llegan hasta el interior, donde la vivienda se divide en diferentes alturas.
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Exterior del edificio, obra de los arquitectos Ignacio Vicens Hualde y José Antonio Ramos Abengózar, del estudio de Vicens & Ramos. El nuevo jardín ha sido diseñado por el paisajista Álvaro Sampedro.
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Respetando su distribución original, la casa cuenta con espacios que difuminan el interior y el exterior.
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En uno de los comedores exteriores, mesa diseño de Estudio Luis Puerta con sobre de piedra Niza flameada y sillas plegables, modelo Ciak, de Emu. La pared es de piedra autóctona y mortero.
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Así, el proyecto, que duró dos años, consistió en rehacerlo todo completamente tomando como inspiración la propia vivienda. “Es como si no se hubiera intervenido desde los 80”, explica Puerta. En sus 500 m2 en una sola planta, es fácil ver reminiscencias a los trabajos de Vicens & Ramos y algunas querencias estéticas que, posteriormente, han plasmado en espectaculares iglesias. Aquí se mezclan piedra y muros impolutamente blancos, formas geométricas aparentemente sencillas, pero complejas en su construcción, líneas rectas y circulares que se entrecruzan, techos limpios y de gran altura o ventanales por los que se cuela mágicamente la luz natural de manera casi celestial. Además, dos muros longitudinales organizan su interior y el terreno y aportan un moderno toque ibicenco al haberlos teñido de un potente azul Klein.
En su interior, Puerta actuó con mesura añadiendo mobiliario diseñado por él y piezas icónicas del siglo XX, como el sofá On the rocks, de Edra, o las sillas Aluminium Group, de los Eames editadas por Vitra. “Hemos tratado de elegir un interiorismo y mobiliario que potencie esa arquitectura, que no compita con ella, que la deje respirar”, concluye.
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En una de las terrazas junto a la piscina, una palmera se integra en el mobiliario de la casa. Sofás de exterior diseño de Estudio Luis Puerta; mesas de exterior, de Vondom, y sillas vintage Bertoia Diamond, de Harry Bertoia para la firma Knoll.
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En el salón, sofá modelo On the rocks, de Francesco Binfaré para Edra. La obra de gran formato de Rubén Rodrigo se ha elegido en los mismos tonos azul Klein que el muro. Al fondo, junto al patio interior en el que crecen euphorbias, cuadro de Jordi Alcaraz.
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De nuevo en el salón, butacas Platner Lounge, diseñadas por Warren Platner para Knoll; mesas de centro y chimeneas, de Estudio Luis Puerta, y cojines elaborados con telas de Thibaut.
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Banco de obra con tapicería de lino, de Bruder, y cojines con telas, de Thibaut y Anna French.
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Mesas de comedor diseño de Estudio LuisPuerta; sillas modelo Aluminium Group,de Charles y Ray Eames editadas porVitra y tinajas antiguas, de Mestizo.
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En la cocina, muebles de madera lacada en blanco diseñados a medida por el interiorista; encimera de piedra Niza flameada (igual que los suelos de toda la vivienda) y cestos y tabla de madera, de Mestizo. Las paredes y la repisa son de mortero de cal.
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En uno de los baños de la casa, con suelos y encimera de piedra Niza flameada,las griferías son de Icónico y las paredes de mortero a la cal.
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En el dormitorio, butaca con reposapiés diseño de Luis Puerta. Pareja de grabados de Antoni Tàpies; lámparas con piezas de barro antiguo, de Le Secret, y alfombra de yute, de Alfombras Peña.
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Con un estilo elegante, atemporal y sobrio, el interiorista es uno de los maestros de la decoración patria. Prueba de ello es su buen hacer en casas como ésta que, aparentemente, no tiene que ver mucho con sus trabajos anteriores pero que refleja
a la perfección su estilo delicado y equilibrado. “Creo que se puede ver mi sello en el valor dado al vacío como elemento decorativo y ese diálogo entre arquitectura e interiorismo”. www.luispuerta.com
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Eduardo Infante es periodista especializado en estilo de vida, concretamente en temas de diseño, interiorismo, arquitectura, artesanía y decoración.
Desde hace casi una década ha centrado su carrera en seleccionar y escribir sobre las novedades más interesantes en estos campos: desde la reforma de una vivienda a la inauguración de un nuevo hotel, pasando por la última colección de muebles outdoor o el lanzamiento de un libro especializado.
Licenciado en Periodismo en la Universidad del País Vasco, antes de formar parte del equipo de Elle Decor España ha trabajado como redactor en AD España, la revista Tentaciones o la agencia Europa Press. Como colaborador, su firma ha sido habitual en medios como El País, Arquitectura y Diseño, Vanity Fair o El Confidencial.
Además de su trabajo como periodista, Eduardo Infante ha trabajado como consultor de comunicación y content curator para estudios de interiorismo y arquitectura y como copy creativo para marcas del sector. También ha impartido clases en varios cursos dirigidos a profesionales del interiorismo y es profesor de la asignatura de Comunicación de Proyecto en el Máster de Interiorismo de IED Madrid.
En sus ratos libres, se declara fan fatal de Los Simpson, los podcasts de true crime, la música Italo Disco y el vermut.