Ni Superman, ni los dinosaurios de la enésima entrega de Parque Jurásico ni los niños desaparecidos de Weapons, las estrellas del verano cinematográfico se llaman Rumi, Mira y Zoey, son coreanas y… no son de carne y hueso. Ni siquiera han pasado por una sala de cine. Son las protagonistas de la cinta de animación Las guerreras k-pop, el auténtico fenómeno de los últimos meses que va camino de convertirse en la película más vista de toda la historia de Netflix.
A la publicación de este artículo, nueve semanas después de su estreno, sus visionados alcanzan los 210.500.000, solo por debajo de Red Notice, que lidera con 230.900.000. Pocos esperaban que, con los nueve millones de visionados que hizo en su primera semana en la plataforma, se iba a convertir en el mayor pelotazo de la compañía. Ya en su segunda semana sus visionados alcanzaron los 25 millones, y desde entonces su cifra apenas desciende o incluso sube (en Corea del Sur no se ha movido del primer puesto en todo este tiempo). Oscilan siempre entre los 24 y 25 millones. De momento ya ha superado a No mires arriba y Carry-on y se espera que la semana que viene llegue al primer puesto.