Viena
Viena se ha impuesto finalmente como la sede de la 70.ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión, cuya final que se celebrará el próximo 16 mayo, al imponerse a la otra candidata, la ciudad alpina de Innsbruck, según ha anunciado este miércoles la radiotelevisión austríaca ORF.
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La capital austríaca, que ya fue sede en los años 1967 y 2015, presentó su candidatura bajo el lema Europe, shall we dance? (Europa, ¿bailamos?) y había ofrecido como sede la Wiener Stadthalle, un pabellón multiuso, con capacidad para hasta 16.000 personas, a apenas 3 kilómetros del centro de la ciudad.
La victoria del cantante austriaco JJ con su canción Wasted Love en la pasada edición, en Basilea, ha vuelto a situar a Austria como sede de un evento musical que este año fue seguido por 166 millones de telespectadores.
Una ciudad muy conectada
Roland Weißmann, director general de la ORF, recordó que la emisora ha analizado durante cuatro semanas dos candidaturas «muy apasionadas» antes de tomar esta «difícil» decisión.
Viena había defendido su candidatura con el argumento de que la ciudad tiene mucha experiencia acogiendo grandes eventos, tanto culturales como políticos y científicos, y dispone de una amplia infraestructura hotelera.
Además, la ciudad tiene conexiones aérea directas con 195 destinos en 65 países, y es un centro cultural de primera línea, con instituciones como la Ópera de Viena, y numerosos museos, teatros y salas de conciertos.
Weißmann señaló que la final se celebrará el sábado 16 de mayo, lo que sitúa las fechas de las semifinales los días 12 y 14 de mayo.
Un presupuesto de 22 millones
El directivo, que agradeció y valoró la candidatura de Innsbruck, afirmó que la edición del año que viene será para toda Austria y que confía en que tenga un impacto positivo en el turismo de todo el país.
El alcalde de Viena, el socialdemócrata Michael Ludwig, ha mostrado su orgullo tras la decisión de la radiotelevisión austríaca ORF y ha anunciado un presupuesto de 22,6 millones de euros para el evento, una suma inferior a los 37 millones que invirtió este año la ciudad suiza de Basilea, donde ganó el cantante austríaco JJ.
Austria está en recesión desde hace más de dos años, tras una contracción del PIB del 1 % en 2023 y del 1,1 % en 2024, y pronósticos de otra caída en torno al 0,3 % en 2025, que, sin embargo, podría profundizarse debido a la guerra comercial.
El Gobierno de conservadores, socialdemócratas y liberales ha lanzado un programa de ahorro para reducir el déficit fiscal, que el año pasado fue de 4,7 %.
Austria había ganado en otras dos ocasiones Eurovisión. En 1966 con la canción ‘Merci, chérie’, interpretada por Udo Jürgens, y en 2014 con el tema ‘Rise Like a Phoenix’ de Conchita Wurst.