El ya exjugador Álex López, que militó en La Laguna Tenerife en dos etapas durante sus 16 años en la élite, anunció su retirada hace apenas unos días. López, que celebra haber sido él quien dejó al baloncesto, y no al revés, reconoce que se encontraba bien físicamente y podría haber apurado alguna temporada más antes de dejar el baloncesto, pero apostó por regresar a Tenerife junto a su mujer para ser padres junto a la familia de los dos. O se seguía en Alicante, donde ambos se sentían cómodos, o regresaban a la Isla. De vuelta a Tenerife, López no esconde su deseo de regresar al Canarias: «me encantaría», manifiesta.

Hace apenas unos días desde que anunció su retirada, ¿cómo se encuentra?

Pues estoy bien. Tranquilo, contento. Feliz por sentirme vacío al haberlo dado todo en la cancha. También inquieto por lo que viene, esa parte nueva y desconocida que a la vez me ilusiona.

Son fechas de vuelta al trabajo, ¿se le hace raro no vestirse de corto?

Es verdad. Llevo todo el verano con eso en la cabeza. No había entrenado igual que otros años porque lo tenía claro: o volvía al HLA Alicante o regresaba a Tenerife de forma definitiva. Estaba un poco hecho a la idea, pero sí que se hace raro. Llevaba 16 años seguidos haciendo lo mismo. Ahora me toca descansar.

¿Por qué decide retirarse?

Todo se precipita con la llegada de mi hija. Mi mujer y yo vamos a ser padres por primera vez y teníamos claro que queríamos estar a gusto. En Alicante hemos estado genial y conocíamos el lugar. Si no era ahí, no nos apetecía estar en otro lugar. La otra parte era la familia. Sus padres y los míos estaban aquí en Tenerife e iban también a ser primerizos como abuelos. Estar cerca de la familia era algo que yo no había tenido durante mucho tiempo. Ese es un poco el resumen. Salvo los tres años de Tenerife, estuve toda mi carrera, 13 temporadas, muy alejado de la Isla y de los míos. Ahora que se abría esta etapa, queríamos estabilidad.

¿Y por qué no siguió en Alicante?

Lo cierto es que el club no terminó de pronunciarse y yo tampoco di el paso. No he estado entrenando este verano como para volver a jugar. Ahora estoy contento e ilusionado con esta etapa, igual o más que si estuviera de pretemporada.

Es muy extraño que un deportista renuncie a seguir en la élite para centrarse en la paternidad…

Bueno. No sé si es tan raro. Yo tengo ya 34 años y, aunque me encuentro muy bien físicamente y podría seguir jugando, me hace especial ilusión estar cerca de nuestra gente. Queremos vivir esta experiencia con nuestra familia cerca. Ellos también lo merecen. Era Alicante, o nada.

Pero podría haber seguido, haber buscado alguna otra propuesta.

Yo me voy sabiendo que podría haber seguido jugando al mismo nivel. No quería pasar todo el verano esperando hasta el final y terminar eligiendo por obligación. Eso lo tenía claro. Si lo dejaba, iba a ser cosa mía. Y así ha sido.

Álex López.

Álex López. / Andrés Gutiérrez

Y a partir de ahora, ¿qué será de Álex López?

Yo llevo años preparando mi retirada. Siempre he tenido en mente que iba a llegar. Tengo mis estudios, terminé Administración y Dirección de Empresas y he seguido formándome. Soy inquieto para esas cosas. Me gusta saber, conocer. Ya tengo en marcha una empresa con la que trabajo en mis campus de baloncesto y algunas cositas más. Los tiros van a ir por ahí: eventos deportivos, algún proyecto de tecnificación… estoy abierto a lo que pueda surgir.

Por lo que veo, quiere seguir ligado al baloncesto.

Es a lo que me he dedicado durante la mitad de vida. Es algo que conozco muy bien, aunque no me cierro a nada porque me gusta aprender y seguir creciendo.

Antes ha hablado de sus estudios, ¿qué tiene el baloncesto para que los que lo juegan en la élite cuiden tanto su aspecto académico, la formación fuera de la pista?

Yo creo que es lo que nos han inculcado las generaciones anteriores. Tener en cuenta que esto se puede acabar de un día para otro, o que cuando llegas no siempre te mantienes. Es una buena forma de liberar la cabeza durante tu carrera, que no todo sea baloncesto. Te ayuda hasta a rendir mejor. A mí, en los últimos años, me ha tocado explicar eso a los más jóvenes. Ojo, los estudios no te garantizan nada, pero te facilitan las cosas y siempre suma.

¿Cuántos mensajes ha recibido estos días?

[Se ríe]. La semana pasada tuve bastantes. Muchos de ellos me hicieron mucha ilusión. En el caso de mi entorno, familia y amigos, estaban preparados porque yo les había avisado. Fueron muchos mensajes que recibí con muchísima ilusión. Alguno de ellos fue muy bonito. Estoy muy agradecido, juraría que respondí a absolutamente todos.

Un entrenador muy importante me mandó un mensaje por privado que fue muy especial; que esa persona me dedicara palabras bonitas me hizo muchísima ilusión

¿Alguno que haya sido especial?

La verdad es que sí. No voy a decir de quién, pero hubo uno especial. Un entrenador muy importante me mandó un mensaje por privado. Me sorprendió que me escribiera, pero también el contenido del mensaje. Que esa persona tan importante reconociera el esfuerzo y me dedicara palabras bonitas me hizo muchísima ilusión.

¿Se ve capaz de elegir el mejor momento de su carrera?

Es complicado. Son muchos. El día que debuté en Manresa con el Granca lo recuerdo y se me ponen los pelos de punta. Fue cumplir un sueño, una locura. Jugar en el Centro Insular. Cuando era el Centro Insular de Deportes, cómo apretaba. Después irme a Lugo, una ciudad que me sorprendió por la afición que tiene. Luego ascender con Burgos y jugar en ACB con el Coliseum lleno, no había un asiento vacío. Y, por supuesto, ganar con el Canarias. Es que ganar en el deporte profesional es tan complicado… tanto. Poder ganar títulos es casi imposible. Levantar un título con el Canarias en la ‘Hamburguesa’, al lado de mi casa, con nuestra gente y hacerlo al lado de Marceme quedo con ese.

Álex López levanta, junto a Marcelinho Huertas, la Copa FIBA Intercontinental.

Álex López levanta, junto a Marcelinho Huertas, la Copa FIBA Intercontinental. / Delia Padrón

¿Y el peor?

Hay muchos. Lesiones, momentos en los que tienes que cambiar de equipo, en los que te toca irte de un lugar en donde no estás a gusto, o irte estando bien porque crees que vas a un lugar mejor… Hay muchos momentos malos, también durante la misma temporada. Esa etapa en la que no te salen las cosas o en las que el entrenador no confía en ti. Pasan muchas cosas en el baloncesto. Yo siempre me quiero acordar de las buenas, pero hay momentos difíciles. En la Península me sentí solo muchas veces. El proceso también consiste en sacar adelante esos momentos.

En su segunda etapa en el Canarias jugó muy poco. Vidorreta y el club hablaron siempre maravillas de su compromiso, pero no debió ser fácil para usted.

Fue complicada. Se hizo menos duro por estar en casa, eso lo reconozco. Si hubiese estado en algún otro lugar, o estando solo, hubiese sido más complicado. Yo sabía el rol que iba a tener porque Txus fue sincero conmigo y yo acepté sabiendo que iba a jugar muy poco porque tenía a dos grandes escoltas por delante. Y cuando se lesionó Jaime Fernández, ficharon a Kyle Guy. ¿Fue difícil? Sí. Pero yo no recrimino nada a nadie. Me quedo con el trabajo diario, con que estuve siempre bien y preparado. En el final de temporada, cuando hubo algunas lesiones y pude jugar algo más, se vio que estaba bien.

¿Volverá al CB Canarias?

Es una posibilidad que está ahí, pero no lo sé. No conozco cuáles son las intenciones del club, pero es cierto que ya en su momento hablé de ese tema con Aniano. No para exigir, sino para que el club supiera que estoy disponible. A mí me encantaría estar en el Canarias, pero no es imprescindible. Entiendo que ellos están en un proceso de cambios, pero yo estoy abierto a escucharlo todo y a participar en lo que se pueda, si es que se puede. De no ser así, no habría ningún problema.

Álex López, junto a Aniano Cabrera.

Álex López, junto a Aniano Cabrera. / María Pisaca

Aniano, presidente. ¿Lo ve en esa función?

Estoy seguro de que habrá aprendido muchísimo de Félix. Creo que hay que darle tiempo para que se adapte. Yo estoy seguro de que el club seguirá funcionando igual de bien que hasta ahora y seguirán llegando los éxitos deportivos y Aniano hará un gran papel como presidente. De todas maneras, yo creo, y esto es opinión, que va a seguir ligado a la parte deportiva porque sé que le encanta y es algo que ha hecho muy muy bien. Confío plenamente en que las cosas seguirán yendo genial.

Antes habló de lo especial que fue levantar un título con Marce. Con él nos cuesta ser originales, ya no sabemos ni qué decir.

Cuando llevas tanto tiempo viéndolo, alucinas alguna vez, pero acabas normalizando lo que hace. Marce es más normal de lo que a veces piensan. Es un tío tranquilo: come, descansa, entrena… Lo que le hace aún más especial, tanto como para ser MVP con 42 años, son dos cosas. Una es la pasión que le pone, no hay un día en el que se tire del barco. La otra es su cabeza, que es un privilegio. El lo controla todo en el partido porque su cabeza le permite entender siempre el partido. Es muy complicado.

Marcelinho Huertas tiene una cabeza privilegiada; es el mejor jugador con el que he jugado junto a Jaycee Carroll, que era una máquina de anotar

¿Es el mejor compañero con el que ha jugado?

Lo pondría muy arriba. El caso es que yo entrené, en Gran Canaria, dos temporadas enteras con Jaycee Carroll. Aquello era… es verdad que Jaycee era un anotador y Marce hace más cosas. Es que Carroll era una máquina de anotar, defenderle en los entrenamientos era durísimo. Jaycee lo metía todo, hubo un final de temporada en el que promedió casi 30 puntos en los dos últimos meses. Me quedo con los dos.

Álex López, en su etapa en el Gran Canaria. Detrás, el a la postre también aurinegro Javier Beirán.

Álex López, en su etapa en el Gran Canaria. Detrás, el a la postre también aurinegro Javier Beirán. / Álex López

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