Cuando las cosas no salen, no salen. Y un gran ejemplo de esto es Stefanos Tsitsipas, pues al griego le está saliendo todo del revés en este momento de la temporada donde no levanta cabeza. Y Ni los cambios de entrenador, no la apuesta por su padre, ni las decisiones respecto a su juego, nada. Ya avisó Goran Ivanisevic en medio de su pelea en los medios de que tenía que cambiar mucho las cosas para volver a ser el animal competitivo que era. Pasar de estar entre los 10 mejores del mundo, llegando lejos en los grandes, al punto de rozar uno, para acabar, con apenas 27 años, perdido entre la mediocridad.
El 2025 del griego está siendo en sí mismo un drama. Su gran obra fue el ATP de Doha, donde alzó el título tras una gran semana en la que probó un cambio de raqueta que le funcionó. Sin embargo, desde entonces va a menos. Ni en Roland Garros (ni toda la tierra batida adyancente), ni en Wimbledon, ni siquiera en la pista rápida. La realidad es que ahora mismo Tsitsipas necesita un cambio de aires muy grande, pues tiene que reencontrarse a sí mismo, algo que ahora mismo parece complicado.
Tras parar unas semanas después de la hierba, optó por volver en Toronto, pero a las primeras de cambio dijo adiós. Después lo intentó en Cincinnati, donde al menos pudo ganar un partido, pero igualmente fue dramático el final. Así, para poder llegar con unas mejores sensaciones al US Open, se apuntó al ATP 250 de Winston-Salem, donde además del primer cabeza de serie, también era el gran favorito, viendo el nivel de los rivales. Pero aún así las cosas fueron muy mal, diciendo adiós de la peor forma posible.
El tenis español celebra en Winston-SalemNo puede más y se baja del US Open
Carlos Alcaraz se lanza a liderar un nuevo equipo
La víctima de un sorpresón
En la primera ronda del torneo de Carolina del Norte tenía un rival sobre el papel bastante cómodo en la figura del chino Yunchaokete Bu, el 76 de la ATP, y a quien Stef, el 28º del planeta, debía de ganar con mucha holgura. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El asiático le pasó por encima sin contemplaciones, con un duro 6-3 y 6-2 que refleja a la perfección lo que es el nivel actual de todo un ex número 3 del tenis mundial. Que necesita un cambio está claro, pero falta por saber si va a tener la fuerza y las ganas para llevarlo a cabo. Eso sí, tiempo a sus 27 años le sobra.