Después de una primavera marcada por sus embestidas contra las universidades, Donald Trump extiende ahora su batalla cultural contra los museos.

«Los museos de Washington, pero también por todo el país, son, en esencia, el último reducto de lo ‘woke’», defendió el presidente de Estados Unidos … en un mensaje en su red social en el que anunciaba que irá a por ellos, igual que ha hecho con los centros universitarios.

Desde que llegó a la Casa Blanca, el multimillonario neoyorquino ha buscado moldear a su gusto la red de museos públicos Smithsonian, una de las joyas culturales de Estados Unidos, a la que ha acusado de impulsar una ideología «divisiva y centrada en asuntos raciales».

Durante meses, buena parte de sus esfuerzos se centraron en las universidades, en especial a las más elitistas, que considera uno de los grandes nidos de ideología izquierdista. Desde Harvard a la Universidad de Pensilvania, donde él estudió, Trump ha buscado someter las prácticas de la llamada DEI (diversidad, equidad, inclusión) y castigar a los centros por lo que su Administración una permisividad intolerable con actitudes antisemitas en el campus donde las protestas propalestinas y antiisraelíes de los últimos años.

Ahora, Trump empieza a apretar el acelerador con los museos. La semana pasada, la Administración Trumpadvirtió a Smithsonian de que le exigirá cambiar contenidos que la Casa Blanca considere equivocados en «tono, marco histórico o alineamiento con los ideales estadounidenses». En una carta enviada a la principal responsable de Smithsonian, Lonnie Bunch, el Gobierno advirtió que ejecutará una auditoría de ocho museos de la red «para asegurar el alineamiento con la directiva presidencial sobre celebración de la excepcionalidad de Estados Unidos, la eliminación de narrativas divisivas o partidistas y devolver la confianza en nuestras instituciones culturales».

El presidente de EE.UU. ha dejado claro en el comienzo de su segundo mandato que va a combatir la amplia presencia de exposiciones y discusiones sobre los episodios más complicados de la historia de la primera potencia mundial, como la esclavitud de los negros hasta mediados del siglo XIX -el motivo por el que el país se partió en dos en la Guerra de Secesión- o la discriminación legal por motivo de raza hasta finales de la década de 1960.

«El Smithsonian está fuera de control, todo lo que se discute en él es lo horrible que es nuestro país, lo mala que fue la esclavitud o lo mal que lo han pasado los oprimidos», criticó en su mensaje. «Nada sobre el éxito, nada sobre la brillantez, nada sobre el futuro», lamentó.

«No vamos a permitir que esto pase», advirtió. «He ordenado a mis fiscales que revisen los museos y que empiecen el mismo proceso que se hizo con las universidades y donde se consiguieron muchos avances», anunció.

En los últimos meses, las amenazas de retirada de subvenciones públicas o de eliminación del estatus fiscal de las universidades como entidades sin ánimos de grupo ha forzado a muchos centros a alcanzar acuerdos con la Administración Trump.

«Este país no puede ser ‘woke’, lo ‘woke’ está muerto», dijo Trump. «Tenemos el país más atractivo del mundo, queremos que la gente hable de ello, incluidos nuestros museos».

No está claro qué tácticas utilizará la Administración Trump para conseguir estos objetivos en Smithsonian y en otros museos importantes que no dependen del Gobierno. «Explorará todas las opciones», dijo la Casa Blanca en un comunicado compartido con la cadena pública NPR. «Empezará con el Smithsonian y después seguirá».

La semana pasada, varias organizaciones de museos y asociaciones históricas criticaron la embestida de Trump contra Smithsonian. «Esto no es solo preocupante para algunas instituciones afectadas», dijo la Alianza Americana de Museos en un comunicado. «Estas presiones pueden provocar un efecto devastador en todo el sector de los museos. La libertad de pensamiento y de expresión son valores fundacionales estadounidenses, y los museos deben mantenerlos con la creación de espacios en los que la gente pueda experimentar la historia, la ciencia, el arte y la cultura de formas que sean honestas, factuales y que fomenten el pensamiento crítico».