Quedan poco más de dos semanas para que dé inicio la feria taurina de Valladolid, lo que sucederá el domingo 7 de septiembre, con el … festejo de rejones. Habrá que esperar hasta el jueves 11 para que se reanude el ciclo, que se clausurará el domingo con la corrida de los toreros rehileteros. Los aficionados comienzan a notar el presentimiento de lo que puede dar de sí cada tarde, aunque de momento lo único cierto son los carteles, con los nombres de los diestros y ganadería anunciadas. Salvo imprevistos, se cuenta con todos los que se enviaron a la imprenta. Es cierto que Morante ha alargado su regreso a los ruedos conforme a su primera previsión, que era la feria de Málaga, pero para Valladolid hay tiempo de que curen y cicatricen las heridas de la cornada de Pontevedra.
Ausencias locales
La otra cara es la de los ausentes. Y, en especial, la de los diestros de la tierra. Los matadores de toros José Miguel Pérez ‘Joselillo’ y Mario Navas, y el novillero con caballos Daniel Medina. Salvo ausencia sobrevenida en las próximas fechas de alguno de los coletudos anunciados ninguno de ellos pisará el ruedo de su tierra en el próximo abono de Nuestra Señora de San Lorenzo.
Cuando la empresa, Tauroemoción, hizo públicos los carteles ya se dejó constancia en estas páginas de la ausencia de los espadas vallisoletanos. Ahora, cuando se va acercando la fecha del primer paseíllo, hemos querido dar voz a los diestros y al responsable de la mercantil que gestiona el coso neomudéjar del paseo de Zorrilla, Alberto García Buj. Para el turolense, de modo primordial, las ausencias de los toreros de la tierra obedece a su falta de ambiente, a la «falta de suerte» de los diestros en sus últimas comparecencias en la arena vallisoletana. «Con unos resultados más propicios, con triunfos, estarían anunciados», pone de manifiesto, y da a entender de este modo que se trata de no dejarse llevar por localismos sino por nombres que arrastren público a las taquillas.
El más veterano de los matadores de Valladolid en activo, José Miguel Pérez ‘Joselillo’, expresa su «decepción y dolor» por no torear en la feria de Valladolid. «Es injusto que te cierren la puertas en tu propia casa, algo que no se hace en otras ciudades». Torero con oficio, y acostumbrado a corridas duras, vive «con tristeza» no estar anunciado.
El caso de Mario Navas, el matador de alternativa más reciente de la ciudad (5 de septiembre de 2024, Valladolid), aunque no ha enturbiado las relaciones entre torero y empresa, sí ofrece algún rasgo distintivo. Existieron conversaciones entre empresa y diestro. Se le ofreció la corrida del sábado 13, con los toros de Victorino Martín. Navas aceptó el órdago. García Buj advirtió que debía confirmarlo posteriormente. Pero no se confirmó. Completó finalmente la terna, para abrir cartel, el madrileño Uceda Leal. En los mentideros taurinos de la ciudad se especula con que el ofrecimiento fue un farol que la empresa pensó que no aceptaría Navas. El torero no da credibilidad a las especulaciones.
«Creo que me merecía estar en la feria, sí, y en mi alternativa estuve bien, aunque fallara con los aceros, y por eso me fastidia no estar anunciado, porque es la plaza de mi tierra, y por la concejalía de Cultura y el Ayuntamiento se está invirtiendo en los toros y eso debería redundar en los toreros de aquí», manifiesta Mario Navas, quien confiesa que cuando dijo sí a la corrida de Victorino «no era una apuesta fácil».
La temporada la califica Navas como «dura, porque no estoy pudiendo torear, auque esto es una carrera de fondo y en cualquier momento aparecerá un oportunidad».
Quien, una temporada más, se quedará sin doctorarse en tauromaquia en su tierra será el novillero Daniel Medina. El caso de Medina ofrece los claroscuros propios de la tauromaquia, un oficio difícil e imprevisible. De ser uno de los novilleros con más cartel y proyección, alzándose hace dos temporadas con el prestigioso Zapato de Oro de Arnedo, ha pasado a una situación de inactividad casi total. «Aprovecho para torear de salón, para sacar conclusiones de m modo de torear, de los modos de gestionar la carrera de un torero, un poco de todo, aunque echo mucho de menos la sensación de verme anunciado, los viajes con la cuadrilla, la mañana en el sorteo, y torear, claro», expresa sin perder la entereza el joven novillero. «Es una temporada, esta de 2025, atípica, sin torear en público, porque la última vez fue en la final del circuito de novilladas de Castilla y León, en octubre del año pasado», expresa.
Sobre su alternativa, que no ha tenido hueco en los carteles de la feria (pese a que la tarde del jueves 11, sin dudar del interés del mano a mano entre Talavante y De Justo, hubiera permitid o un formato triple, con su doctorado), refiere «el palo que es estar dos temporadas intentando la oportunidad, sin éxito, aunque con la empresa se ha hablado, pero no se concretó nada».
La vía de la sustitución
Un dato común de los coletudos vallisoletanos es su sí, casi incondicional, a ocupar el puesto hipotético que un compañero de los anunciados pudiera dejar libre: «no es lo que se desea, pero si surge esa oportunidad no hay que desaprovecharla», comentan. En el caso de Daniel Medina, una sustitución, fuera la que fuera, le llevaría a abrir plaza, ante el toro que le hiciera matador de toros.
«¿Matar la de victorino y tomar la alternativa?, claro, por qué no, el Zapato de Oro de Arnedo lo gané con un novillo de Adolfo Martín, así que los albaserrada también me permiten expresar mi toreo y me traería buenos recuerdos», expresa con viveza y seguridad Medina.
No es fácil que en una feria tan corta como la de 2025 existan ausencias que obliguen a buscar sustituto. Incluso cuando eso sucede no es extraño que el cartel quede en un mano a mano. En el que ya ofrece esa fórmula, pensar en una encerrona (6 toros para un único espada), no parece previsible en caso de ausencia de uno de los dos diestros titulares.
Además, el administrador de Tauroemoción es a su vez apoderado. Lo que facilita los intercambios con otros apoderados-empresarios y penaliza a los diestros que van por libre o con apoderados independientes.
Al relance de la postura de la empresa respecto de las ausencias de diestros locales, Alberto García Buj, apunta, con tono entusiasta, que para la corrida del viernes 11 «es fácil que se cuelgue el cartel de no hay billetes, algo que hace mucho que no pasa en Valladolid». De ser así, Morante, Roca Rey y el precoz diestro salmantino Marco Pérez tendrán la culpa.