Lucas Boyé jugará en el Deportivo Alavés, salvo giro extraño. El Granada y el conjunto vitoriano ya se entienden para el traspaso del futbolista argentino, … que se encuentra en sus últimos flecos documentales. La cantidad definitiva no ha trascendido aún, pero una vara de medir al respecto estará en si los rojiblancos pueden inscribir con ello a sus cuatro fichajes pendientes: Souleymane Faye, José Arnaiz, Jorge Pascual y Diego Hormigo. Boyé ya se despidió de sus compañeros.

El argentino, de 29 años, llegó al Granada en el verano de 2023, como reacción a la perdida del canterano Samu, quien se llevó el Atlético de Madrid por seis millones –su cláusula de rescisión– y lo cedió al Alavés. Los nazaríes emplearon esa cantidad en asegurar los servicios de Boyé, aunque adquiriendo solo el 70% de sus derechos económicos. El resto siguió en posesión del conjunto ilicitano, que recibirá su compensación ahora.

Boyé se enroló en un proyecto que no levantó cabeza y que acabó descendiendo a Segunda división tras tener a tres entrenadores: Paco López, Alexander Medina y José Ramón Sandoval. Anotó seis goles en aquel curso. Continuó la temporada siguiente, la pasada, en la que asumió galones como uno de los capitanes y en la que se destapó en el área, sobre todo tras la marcha de Myrto Uzuni, con diez dianas, su mejor marca como profesional.

El hecho de que el equipo se quedara en la categoría había levantado todo tipo de especulaciones sobre su futuro debido a su alto salario, poco asumible para una economía tan maltrecha como la del Granada, obligado a una reestructuración por la bajada en los derechos televisivos y la falta de ayuda al descenso. Ya liberó masa salarial con el traspaso de Gonzalo Villar al Dínamo de Zagreb y ahora sellará un movimiento clave para tener viabilidad con los cuatro fichajes sin inscribir.

Insua y Weissman

Se esperan otros dos movimientos de salida en los próximos días. Uno es el de Pablo Insua. El Granada tiene que negociar la rescisión de su contrato. En función de lo que perdone el central, esa liquidez que tendrán los rojiblancos. El jugador, por su parte, apunta a marcharse al Zaragoza una vez sea libre.

Respecto a Weissman, lo suyo va a otro ritmo, pese al deseo expreso del presidente del Wolfsberger en recuperarlo. El club austriaco requiere de recursos para hacerse cargo del traspaso y la ficha del israelí. En su caso, de momento apunta a jugar en Eibar, aunque la situación es cambiante.