La Vuelta a España 2025 dará su esperado pistoletazo de salida este sábado 23 de agosto. Turín será el punto de partida del pelotón, que recorrerá Italia, Francia, Andorra y España a lo largo de 3.151 kilómetros repartidos en las tradicionales 21 etapas.
La ronda española celebra este año su 90ª aniversario, y para celebrarlo ofrece un recorrido en el que la motaña y los finales en alto serán los grandes protagonistas. Las tres semanas en carretera supondrán un auténtico desafío para todo aquel que quiera tomar el relevo de Primoz Roglic en el trono de la competición, destacando algunas etapas que aparecen marcadas en el calendario como potenciales desencadenantes de cambios.
De entre todas las etapas que conforman el recorrido de La Vuelta 2025, la reina sin discusión es la decimotercera. Ubicada justo en el ecuador de competición, la jornada entre Cabezón de la Sal y el mítico L’Angliru apunta a ser clave en la carrera por el maillot rojo.
Con 202,7 kilómetros de recorrido y unos desafiantes 3.964 metros de desnivel positivo, la etapa 13 requerirá de una buena gestión de esfuerzos para que los aspirantes a la victoria no se vacíen antes de cruzar la línea de meta, situada en la cima de uno de los grandes colosos de la presente edición.
Así es la etapa reina de la Vuelta a España, con final en el temible Angliru / La Vuelta
Si bien es cierto que el grueso de la jornada no presenta especiales dificultades, la sucesión de kilómetros de la etapa más larga de la presente edición irá cargando las piernas del pelotón antes de la llegada del exigente examen final. Las tres dificultades montañosas del día, dos de primera categoría y la tercera de categoría especial, aparecen concentradas en los últimos 60 kilómetros.
Las ascensiones al Alto de la Mozqueta (1ª categoría, 6,3 km al 8,4%) y al Alto del Cordal (1ª categoría, 5,5 km al 8,8%) servirán como antesala del verdadero plato fuerte de la jornada. Sus 12,4 km al 9,7%, con rampas que llegan a alcanzar el 20%, sitúan al colosal Alto de L’Angliru como escenario ideal para que los aspirantes al maillot rojo puedan dar un ‘hachazo’ a la clasificación general.
El hecho de que L’Angliru tenga que ser ascendido al final del día, cuando las fuerzas de los ciclistas comiencen a flaquear, invita a pensar que algunos de los grandes candidatos puedan quedarse por el camino en sus imponentes rampas. El éxito o fracaso en esta ascensión final se traducirá en una buena diferencia de minutos antes de afrontar el tramo más decisivo de La Vuelta.
Más allá de su ya de por si desafiante recorrido, la etapa reina llegará en un momento clave de la carrera. Esta se encuentra en el decimotercer día del calendario, cuando el pelotón vendrá de lidiar con una jornada con aroma de clásica en Bilbao y de superar la desafiante ascensión a Collada de Brenes (1ª categoría, 7km al 7,9%). Además, una vez coronado el L’Angliru, la competición dará paso a una nueva etapa con final en alto en Farrapona, otro coloso de primera categoría.