En Shanghái se avecina un duelo de alto nivel dentro de la división de las 145 libras.
Brian Ortega, uno de los grandes referentes de la UFC en la última década, regresa al octágono en el evento de Shanghai, China, con la mira puesta en el excampeón de peso gallo, Aljamain Sterling.
La pelea representa un choque de estilos donde el jiu-jitsu y la lucha tendrán un rol fundamental.
Ortega, con 11 años dentro de la UFC y más de dos décadas en los deportes de combate, encara este compromiso con la misma motivación de sus primeros días, convencido de que aún queda historia por escribir en su carrera.
A los 34 años, el peleador californiano de raíces mexicanas busca demostrar que sigue perteneciendo a la élite mundial.
Consciente de que Sterling es un rival peligroso tanto en el piso como en el control del ritmo de la pelea, Ortega asegura que su preparación fue diseñada para neutralizar esos puntos fuertes.
Sin embargo, tampoco descarta que la pelea termine siendo un festival de golpes en el stand-up. Así lo confesó en conversación exclusiva.
¿Cómo te preparaste para Sterling y qué esperas de este duelo?
“Me preparé haciendo un montón de lucha, preparándome para los derribos de él y también trabajando cómo someterlo en diferentes posiciones si llegamos al piso. Además, estuve afinando el striking porque todo puede pasar’’.
Eres un maestro del jiu-jitsu, pero Sterling también. ¿Cómo describes su estilo?
“Es un buen grappler, le gusta usar mucho los derribos y la lucha. Pone la pelea más lenta, agarra, controla y suma puntos para ganar decisiones. Es un estilo respetable’’.
¿Cómo ves su striking frente al tuyo?
“Si nos anulamos en el piso y la pelea se queda arriba, va a ser un peleón. Esas peleas me encantan. Si toca caernos a piñazos, ahí vamos a estar listos también’’.
Con 25 años peleando y 11 en la UFC. ¿Cómo vives esta etapa de tu carrera?
“Desde los cinco años ando peleando. He hecho esto toda mi vida. A veces me tomo pausas para disfrutar la familia porque los campamentos consumen mucho, pero sigo con la misma pasión. Ya pasó un año, entrenamos muy duro y seguimos adelante’’.
¿Sigue intacta la motivación después de tantos años?
“Claro que sí. Si no hubiera futuro, ya no estaría aquí. Yo quiero seguir, todavía tengo metas’’.
Has estado en el top 5 o top 10 casi una década. ¿Qué significa eso para ti?
“Es un honor. No es algo que cualquier humano logra. Me considero uno de los mejores peleadores del mundo’’.
En varias entrevistas has dicho que tu rival más grande eres tú mismo.
“Es ser honesto contigo mismo, preguntarte qué te falta y qué puedes mejorar. Nadie está al 100 porque somos imperfectos, pero eso significa que siempre hay trabajo por hacer’’.
¿Qué visualizas para tu carrera en los próximos dos años?
“Voy a pelear por el título por tercera vez, esta vez lo voy a agarrar y lo voy a defender. Después me retiro y disfruto los años que tengo con mis hijos’’.
La victoria de Chimaev abrió un debate sobre el grappling. ¿Cómo ves esa discusión?
“El deporte tiene todo: grappling, lucha, jiu-jitsu. La gente muchas veces quiere ver golpes, pero también hay que respetar el nivel de base que tienen peleadores como Khamzat. No a todos les gusta, pero hay que reconocer el trabajo, la condición y el poder que tiene’’.
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