Un grupo de investigadores de doce instituciones de diversos países, incluido Reino Unido, Alemania y China, han llevado a cabo un estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, en el que han descubierto bajo la Antártida un antiguo sistema fluvial bajo de 3.500 kilómetros de longitud que podría servir para frenar el aumento del mar. 

El hallazgo ha sido posible gracias al uso de un radar a bordo de un avión, el cual ha conseguido detectar este territorio enterrado por tres kilómetros de hielo polar. El motivo por el cual podría servir este descubrimiento contra el aumento del nivel del mar es sencillo. Y es que, estos antiguos ríos pueden ayudar a frenar el hielo, lo que actúa como una especie de mano invisible contra el derretimiento de este. 

«Estos antiguos ríos actúan como esferas antideslizantes, alterando la dinámica de los glaciares modernos: menor pendiente, menor velocidad», explica en un artículo Média24. Ahora, el siguiente paso sería perforar la roca para obtener muestras, poder analizarlas y descubrir cuánto tiempo han estado cubiertas y por ende como reaccionó en un pasado la zona ante el calentamiento global.