Juan Sebastián Muñoz todavía trata de acomodar sus emociones luego de vivir uno de los mejores fines de semana de su carrera, el del primer triunfo en el LIV Golf, en Indianápolis, donde firmó la mejor tarjeta de su carrera, 59 golpes, 12 bajo par, y donde venció en un desempate al español Jon Rahm, el mejor jugador del circuito en 2025.
Muñoz y su equipo, Torque (que también ganó en Indianápolis luego de buscarlo todo el año), se preparan para el último torneo del año del circuito árabe, que comenzará este viernes en Michigan. El bogotano habló con EL TIEMPO desde Detroit.
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¿Este pudo ser el mejor fin de semana de su carrera?
Todavía no lo he catalogado, fue espectacular. Como torneo de golf sí pudo ser el mejor de mi vida. Si lo comparo con mi matrimonio, eso es otra categoría aparte, y luego la Presidents Cup, que fue muy especial.
Juan Sebastián Muñoz Foto:Getty Images via AFP
El comienzo en Indianápolis fue brillante: 59 golpes.
Fue muy divertido. Para mí el hecho de cazar birdies siempre lo ha sido. Apenas hice el doble bogey, empecé a hacer y a hacer birdies y me dije que si podia llegar al par 5 y lo hago, llegaría a ocho seguidos y empataría mi récord personal, entonces era algo que me animaba, me desafiaba. Lo logré. Llegué a un par 3 que tuve para birdie, pero hice par. No pensaba que iba seguir haciéndolos. Ya cuando llegué al 17 y al 18, dije “wow, puedo hacerlo”, y luego en el 1, de nuevo lo hice. Fue muy especial y aunque sí estaba haciendo muchos birdies, no esperaba ver un 59 hasta el último hoyo.
¿Tuvo algún tratamiento especial ese día por la tarjeta?
Una entrevista en la que me botaron un par de flores, pero no. Lo que sí fue especial fue cuando llegué al comedor de los jugadores y me recibieron con una ovación. Eso no me lo esperaba.
El festejo de Juan Sebastián Muñoz Foto:Mateo Villalba/LIV Golf
El domingo, Jon Rahm se le acercó mucho en la tabla. ¿Sintió en algún momento que se le escapaba el triunfo?
Cuando hice el bogey del 15 le dejé la puerta abierta. No había un tablero que me lo confirmara, pero cuando llegué al 16, vi que me llevaba un golpe y le faltaba un hoyo por jugar. Ahí sí me dije “otra vez este tipo, imparable”. Le ganó a mi capitán, Joaquín Niemann, que estaba jugando por su número uno del año. Cuando voy para el 17, volví a mirar el tablero y ya me llevaba dos. Entonces, fue como naaaah… Ahí hablé con mi cadi (José Luis Campra) y me dijo que si en este hoyo podía dejarla cerca, solo necesitaría el birdie del 18. Me concentré en la tarea del momento, dejarla cerca, y lo logré, y luego en el 18 otra vez igual. Entonces nos fuimos para el playoff.
¿Qué significa haber vencido en ese playoff al mejor jugador de la temporada?
Llevaba varios años sin poder con Jon Rahm. Lo enfrenté dos veces en match play en el PGA Tour, uno perdí en el 18 y otra en el 16. Lo enfrenté en Augusta y también me ganó y en Valderrama, que es el torneo de él, también me venció. Siempre me ha impresionado lo bueno que es. Cuando lo vi caminando hacia mí en el 18, empecé a maquinar una película: si quiero ganar un torneo tengo que vencer al rival más fuerte. Fue como emotiva esa parte, es el rival que quería en un escenario soñado. Sabía que tenía que ganarle rápido. Fue decisivo hacer el birdie en el primer hoyo y tuve la suerte de que él le pegó a la bandera y no pudo hacer el birdie.
Juan Sebastián Muñoz, en la segunda ronda del LIV Golf en Indianápolis. Foto:Getty Images via AFP
¿Qué ha sido más importante para usted, esta victoria contra Rahm o la que consiguió contra Scottie Scheffler en la Presidents Cup?
Ambas fueron importantes. Yo diría que la de Scottie fue más rescatable porque fueron 18 hoyos de match play y era el número del momento. Rahm es el número de la Liga y siento que debe ser uno de los tres mejores del momento, pero fue solamente un hoyo.
Su capitán en Torque, Joaquín Niemann, pudo ser el jugador del año y lo perdió con la monstruosa ronda de Rahm. En un momento, cuando usted ganó, parecía que él también. ¿Qué pasó?
A Joaco siento que le dolió. Venía trabajando muy fuerte, tenía una ventaja muy grande, faltando dos torneos llevaba 40 puntos. En Chicago no jugó bien, no sumó puntos y Rahm sí lo hizo, entonces en Indianápolis terminó siendo un match el domingo en el que Jon le ganó por cinco o seis. En ese momento pensaba que si yo podía ganarle el playoff a Rahm, de pronto Joaco podía ganar el título, entonces fue otra emoción, sacar un poco más de fuerza para tratar de ayudarlo, Parecía que sí alcanzaba. Luego confirmamos que no…
Jon Rahm y Juan Sebastián Muñoz se abrazan al final del torneo. Foto:Jon Ferrey/LIV Golf
¿Qué significa terminar cuarto en la general, detrás de tres monstruos como Rahm, Niemann y Bryson DeChambeau?
Una cuestión de orgullo. Muy bacano poner mi nombre ahí al lado de estos grandes del juego. Es impresionante haber llegado ahí, las expectativas no eran tan altas como para llegar a un cuarto puesto, la intención era coger confianza para el siguiente año estar en lock zone (los 24 mejores del LIV). Ya lo hice este año. Impresionado con el juego que logré tener este año, que mi mente lo pudo aguantar.
La temporada del LIV termina el domingo. ¿Qué viene?
En septiembre tengo que hacer programa de visas, renovar pasaportes, iré a Colombia. Esta victoria me pone en mejor lugar para obtener invitaciones para jugar en el Tour Europeo, en el Asian Tour, ver qué se puede jugar para mejorar un poquito en el escalafón mundial y poder llegar a más torneos de los grandes.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc
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