Lo que necesitas saber:
Te contamos todo sobre el recession pop, un fenómeno que surgió de la crisis, como antídoto bailable en la adversidad.
La conexión entre la música y el contexto social nos hace entender mejor proyectos y géneros completos, que se deben en gran parte a la realidad en la que se originaron. No se puede entender al punk, rock y hasta al reggaeton sin observar lo que pasaba en las sociedades en las que se originaron.
Así es como surgió el recession pop, un subgénero que surgió como una respuesta cultural a momentos de crisis económica en la sociedad. Aunque se originó durante la llamada Gran Recesión de finales de los años 2000, su resurgimiento reciente demuestra cómo, en tiempos difíciles, el pop festivo y evasivo se convierte en el refugio emocional de las multitudes. Algo así como para bailar para olvidar.
¿Cómo se generó el recession pop?
Este subgénero surgió entre finales de los 2000 y principios de los 2010, en plena crisis financiera global. Popularizado por una ola de canciones enérgicas, alegres y optimistas, que proponían una vía de escape directa a través de la música bailable. La Gran Recesión de 2008 fue el detonante para querer salir a bailar, como un escape al clima económico adverso.
No se trató de un movimiento planificado, sino de una etiqueta retrospectiva aplicada a esos temas que sonaban por todos lados mientras el mundo financiero ardía: “Just Dance” de Lady Gaga, “I Gotta Feeling” de Black Eyed Peas o “Teenage Dream” de Katy Perry funcionaban como antídotos culturales a un contexto económico complicado, en el que la gente perdía sus casas por no poder pagar sus créditos hipotecarios, con una inflación desbordada y mucha gente declarándose en bancarrota.
Se juntaron sin planear letras ligeras, sobre disfrutar el momento dejando los problemas a un lado, con la contrastante situación económica, originada irónicamente en Estados Unidos. La llamada “burbuja inmobiliaria” comenzó una época difícil, con poca solvencia, y un incremento en los índices de pobreza.
Mientras esto sucedía, Rihanna, los Black Eyed Peas y hasta Pitbull reinaban en las listas, con algunas referencias directas de los artistas a los momentos en los que no puedes pagar la renta, pero lo único que quieres es divertirte e ir a un club a bailar.
Quizás una de las rolas más recordadas de esa época fue “I Don’t Care”, de Icona Pop, un dúo que reflejó el sentir generacional en una canción que repetía como mantra “no me importa”. La invitada para esa rola fue una futura estrella del género: Charli XCX.
&t=3s
Elementos esenciales del “recession pop”
Aunque la etiqueta no se refiere tanto al sonido, sino a la época en que se generó y las letras, sí identificamos algunos elementos en común con los que podemos identificar el recession pop.
Comenzamos con las letras escapistas, que no son tan profundas o metafísicas, y no buscan encontrar el sentido de la vida, sino centrarse en el placer inmediato, la juventud y evadir preocupaciones diarias. También este es un factor por el que este tipo de pop cae bien en cualquier fiesta, hasta los más amargados reaccionan a mensajes de aliento.
En cuanto al audio, tienen los beats por minuto acelerados, no hay casi baladas, sino rolas pop pegajosas y bailables, que también suelen recaer en repeticiones o loops. Esto hace que nuestras mentes no piensen mucho, identifiquen un sonido y se muevan al ritmo marcado, nada complicado para procurar no pensar.
Tienen una estética nostálgica, que a veces se sirve de samples de rolas del pasado, o hacen referencia a letras de canciones más viejas, para dar un mensaje de que, a pesar de que todo se vea obscuro, el tiempo pasa y superaremos ciertas pruebas. Así le hicieron los Black Eyed Peas con este sampleo:
Fusionó el dance-pop, electro-pop, synth-pop, bubblegum pop, house y EDM, y aunque la superficie parece despreocupada, hay una tensión implícita, porque como las rolas se acaban, hay que regresar a la realidad.
¿El resurgimiento de un nuevo recession pop?
Como hemos comentado, el recession pop se originó como un refugio colectivo durante tiempos inciertos, ofreciendo alegría inmediata en nuestros audífonos aunque el mundo se esté cayendo a pedazos. ¿Les suena familiar? Hoy, ante un clima socioeconómico adverso frente a los aranceles, la inmigración y las guerras, han resurgido estrellas pop que nos ofrecen un escape.
Tenemos al trío de estrellas pop del momento: Charli XCX, Chappell Roan y Sabrina Carpenter dominan los festivales y las listas. La última década ha sido dominada en popularidad por Taylor Swift y artistas como The Weekend y Olivia Rodrigo, y sus rolas no son precisamente centradas en la realidad política, y aunque tienen baladas, los hits nos orientan hacia otra dirección.
Aunque en 2025 no hay una recesión declarada (aún), la nostalgia y la necesidad colectiva de evasión han impulsado un renacimiento del recession pop, ante un panorama social abrumador y obscuro. En parte, el hyperpop ha impulsado el crecimiento del pop a nivel global, y su éxito no está peleado con el resurgimiento del recession pop.
Inclusive, el regreso triunfal de Lady Gaga ha sido celebrado como el regreso del recession pop, con los cambios en las bolsas frente al banger bailable que fue “Abracadabra”. Se repiten los elementos que hicieron surgir al recession pop.
Y no hay dudas de por qué el recession pop es tan importante. Su poder radica en combinar ritmos irresistibles, letras bien calibradas y una estética emocional que responde a momentos históricos específicos.
Aunque su nombre evoca crisis, su función es justamente la contraria: evadir, bailar y reafirmar que, incluso en tiempos adversos, la música bailable no nos faltará.
Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com