Con ‘Tetralogía de la ejemplaridad’, el filósofo Javier Gomá nos brindó todo un tratado de hondo calado acerca de la necesidad de comportarnos de manera ejemplar para conseguir una sociedad justa y bienhechora. Pero Gomá, que tiene claro que la filosofía no es algo sólo para iniciados y que debe ser accesible y comprensible para todos defiende que la filosofía tiene como principal misión hoy día hacerse mundana y dirigirse al ciudadano común ofreciendo luz y claridad a sus problemas mas cotidianos.

Surge así ‘Filosofía mundana’ una colección de más de sesenta microensayos, publicados a partir de 2012 y que ahora Galaxia Gutenberg recupera con la publicación añadida de cinco nuevo relatos que ven a luz por primera vez y que son la razón de esta nueva edición revisada y ampliada.

Estos textos -como expone el propio Gomá-se distinguen por el modo mundano de filosofar, que supone el deseo de pensar sobre el mundo, para todo el mundo y, si es posible, con todo el mundo. Dicho de otra manera, el tema es el mundo, apropiado nuevamente por nuestro tiempo, no los libros que cavilan sobre él, defendiendo valores muy útiles para gestionar la propia vida, para ayudarnos a enfrentar el mundo con optimismo y valentía.

Gomá aclara concepto, despeja dudas, pone claridad en nuestras sombras, nos advierte sobre el engreimiento fácil y así explica: «Conocerse es reconocerse que los éxitos parciales obtenidos en el curso del tiempo, aun los más estimados, han dependido en gran medida de un encadenamiento de circunstancias que escapaban al control propio y son por tanto indiferentes al mérito personal», así que «cuidado con ofuscarse y creerse predestinado al triunfo desdeñando la fuerza del acaso, porque los dioses se divierten entonteciendo con esas gallardías a quien previamente han decidido derribar».

Sin duda los textos más significativos en esta nueva edición son los cinco incorporados de nuevo cuyo. No tienen desperdicio y son de una vigencia apabullante , son una guía o, como diríamos en estos tiempos tecnológicos, un GPS que nos permite saber qué camino tomar ante los continuos casos de corrupción, de indecencia y de desvergüenza en la vida pública, para llevarnos al campo de la honestidad, la integridad y el respeto social.

El más certero y actual es ‘Chapuza creadora’. En él Gomá nos recuerda que no existe señor que domine el mundo, aunque muchos lo inyectan con tenacidad, pero fracasan porque no es posible y no lo es por una razón profunda: el poder es una chapuza. A la gente le resulta consolador pensar con que existe un amo del mundo, pero la realidad es que nadie está al mando del mundo y el mundo se desliza chapuceramente a la deriva. No existe un amo, existen miles de ellos, pero cada uno va a lo suyo, compiten marrulleramente y chocan entre sí. Lo más chocante es que esta chapuza que desgobierna el mundo merece calificarse de creadora, porque la humanidad, pese a ello, marcha hacia adelante y crea futuro, porque la especie humana ha dominado a otras especies históricamente y, aunque a veces se asoma al abismo, al final predomina su extraordinario instinto de adaptación.

En ‘Usted no tiene la prioridad’ recuerda como la edad moderna trajo el concepto y la práctica de la libertad individual; la contracultura devino luego en la necesidad del uso de la libertad, en qué hacer con la libertad. La pandemia sufrida en 2020 y especialmente el confinamiento obligado ha venido a dar respuesta a esto. La pandemia nos puso en la situación de usar nuestra libertad de manera que no contagiara al entorno. El confinamiento, las restricciones a esa libertad de movimiento, nos ha dejado claro que la moralidad no reside en ser libres, como antes, sino en ser-libres-juntos. El yo de antes ha perdido su antigua prioridad. Es ahora una libertad civilizada, que se engrandece con la aceptación de determinados límites, donde el yo ya no tiene la prioridad, pero sigue siendo libre para mantenerla alegría de vivir y ser como el Rufino que canta Luz Casal: «divertido, divino y superficial».

Nadie es más que nadie, afirma con rotundidad Gomá y lo explica en su ensayo ‘Dignidad’ que inicia recordando que Kant distingue entre lo que tiene precio y lo que tiene dignidad que es todo aquello que trasciende todo precio y no admite nada equivalente. Solo el hombre posee con pleno derecho esa cualidad incanjeable. La dignidad es algo inexpropiable, por encima del bien general, el principio con el que nos oponemos a la razón de estado, protegemos a las minorías frente a la tiranía de la mayoría. Es algo único, inviolable, pues debe ser una verdad evidente que nadie es más que nadie. Pero, aunque inviolable, la dignidad sigue siendo hoy violada mil veces con la diferencia de que ahora, en un escenario democrático, nadie puede hacerlo sin envilecerse, si bien la mayor de las indignidades es la muerte. «Cada uno de nosotros experimenta en carne propia la contradicción de un mundo que con una mano, nos concede el gran premio de la dignidad, pero luego, con la otra, nos lo revoca, reservándonos la misma indigna suerte que al resto de seres menos evolucionados».

Estos microensayos, pese a la brevedad del formato y a su origen periodístico, no ceden en voluntad filosófica respecto a otros de mayor calado con la que comparten, como es natural, una misma visión de fondo, si bien expresada de otra manera, más casual, más atenta a las mil inflexiones de lo humano, menos demostrativa y más sutil.

Estamos ante un conjunto de ideas y reflexiones con los pies bien pegados al suelo, sin irse por las ramas de lo superfluo o lo banal. Todo un tratado de pequeños y esenciales argumentos para el ciudadano en su día a día.

Filosofía mundana

Autor: Javier Gomá

Editorial: Galaxia Gutenberg

Páginas: 336

Precio: 21,00 €