La librería de mi barrio tiene algo que Amazon jamás podrá replicar. El instinto humano del librero que te mira dos segundos, pregunta qué te apetece leer y te suelta títulos casi sin pestañear. Es algo que siento que se ha perdido con tanto algoritmo. A mi parecer es más interesante la intuición y el oído. A mí me pasó hace unas semanas. Entré a curiosear y salí con tres novelas negras bajo el brazo. Los tres están siendo una especie de trilogía improvisada: diferentes en tono y estilo con el denominador común de enganchar como un thriller bien armado debe hacer… Aunque el calor madrileño se empeñe en dejarte sin energía.
Lo que considero que tienen estos tres libros es lo que pides en verano: historias que no te exigen un tratado filosófico. Son novelas tensas que juegan con el lector y se adaptan a la situación en la que estés: playa, tren, terraza, cama. Cada una con su propio aroma, tempo y propias obsesiones. Juntas son un itinerario lector de humor británico, thriller judicial a lo americano y novela policial española con todo el peso de la realidad.
Empezamos con el creador de ‘Crimen en el paraíso’, que ahora repite fórmula con un aire bastante más doméstico y divertido. Un club de jubiladas británicas que se meten de lleno en resolver un asesinato inesperado en el apacible pueblo de Marlow. ‘La muerte visita Marlow‘, de Robert Thorogood, es una novela en la que sus protagonistas (mujeres septuagésimas con mucha vida y picardía -más de lo que los clichés permiten-) manejan la situación con inteligencia y humor adictivo. Judith, Suzie y Becks funcionan como un equipo entrañable y brillante. Personalmente, afirmo que el autor consigue que quieras quedarte a tomar un té con ellas. Es una novela ligera escrita para engancharte en pocos días y que deja ese regusto delicioso de haber pasado un rato con personajes que podrían ser tus vecinas si vivieras en un idílico pueblo inglés.
Catedral ‘La muerte visita Marlow’, de Robert Thorogood
Para la siguiente recomendación, Michael Conelly necesita poca carta de presentación. Es uno de los reyes absolutos del thriller judicial. En ‘El abogado del Lincoln‘ vuelve a demostrarlo. Nos mete en el coche de Mickey Haller, un abogado que trabaja literalmente en el asiento trasero de su Lincoln. Se enfrenta a un caso que parece sencillo y pronto es un choque fuerte. Jason Jessup, un hombre condenado por asesinato, es liberado tras nuevas pruebas de ADN. Haller, igualmente, sospecha que el tipo no es inocente. El mérito de la novela está en la tensión constante de los pasillos de los tribunales y en cómo Connelly maneja diálogos con precisión quirúrgica. Es un thriller que engancha porque parece sacado directamente de una serie de máxima calidad… Es broma, al revés: esta novela ha inspirado una de las series más vistas de Netflix de este género en los últimos años.
AdN Editorial Grupo Anaya ‘El abogado del Lincoln’, de Michael Connelly
Luego está Lorenzo Silva, que juega en casa. En ‘Las fuerzas contrarias‘, el subteniente Bevilacqua y la brigada Chamorro (ya clásicos de la novela negra española) se enfrentan a un caso doble en un momento delicado del país. Dos muertes, un clima social cargado. Sus personajes ya se sienten como casa y Silva los usa para seguir explorando los límites de la novela negra como retrato social. Es una lectura densa. Es entretenida. Es consciente de que el crimen siempre es una ventana a algo más profundo.
Destino ‘Las fuerzas contrarias’, de Lorenzo Silva
En conjunto, estos tres libros son estaciones de un mismo viaje. Con Thorogood tienes el humor, ligereza y el encanto «british»; con Connelly, el vértigo del thriller judicial estadounidense; con Silva, la seriedad de la novela negra española comprometida con el contexto y la exploración de lo que supone investigar el mal en un país. Los tres consiguen un verano 2025 lector que huye de lo superficial.
Ya sabes: si te apetece adentrarte en la novela negra sin casarte con un único estilo, apúntate esta terna. Son libros que se leen rápido. Cada uno te deja una huella distinta: el placer del humor, el subidón de la intriga judicial, el poso del retrato social. Todo gracias a la librería de mi barrio, que con tres recomendaciones ha salvado mi verano del tedio literario.
Mariana Martín es periodista especializada en contenidos de Ocio y Cultura. Escribe sobre libros, cine y series, música y arte, entre otras cosas. Ha estudiado el doble grado de Periodismo y Humanidades en la Universidad Carlos III de Madrid, y es precisamente su formación en Humanidades la que le aporta una perspectiva analítica y multidisciplinar para abordar sus artículos periodísticos desde un punto de vista diferente.
Cuenta con experiencia en comunicación editorial y redacción de newsletters y artículos de cultura, moda, opinión y literatura, principalmente. Ha formado parte de equipos de prensa en la Universidad Carlos III además de desarrollar proyectos propios en redes sociales (@secuencia0 en Instagram) donde trabaja con la narrativa visual a través de fotografía y textos propios de prosa poética y poesía. También ha trabajado en el diario El Generacional, donde ha cubierto eventos como conciertos o la feria ARCO de Madrid y ha realizado entrevistas a distintos artistas.