Oskar Belategui

Jueves, 21 de agosto 2025, 19:28

Mar Olid reconoce haber tenido como referencia dos películas en la génesis de ‘Sin cobertura’: ‘La princesa prometida’ y ‘Los visitantes’. Hasta que los Monty Python descubrieron en ‘Los caballeros de la mesa cuadrada’ que el Medievo podía resultar maloliente, grosero, violento y muy divertido, el cine había retratado ese periodo histórico con boato y pomposidad.

‘Sin cobertura’ no llega, ni de lejos, a los méritos de las películas anteriormente citadas. Se limita a cumplir el expediente de comedia familiar amable y predecible con el sello de Atresmedia y Sony para animar la renqueante taquilla veraniega. Tiene más de vodevil que de aventura, más diálogos que acción física. Y su ‘pitch’, el término que alude a la presentación que vende un proyecto, se resume así: una estresada familia de nuestros días, adicta a las pantallas, viaja en el tiempo hasta la Edad Media, donde reforzará sus lazos y aprenderá que la vida es mejor sin móviles.

Tráiler de ‘Sin cobertura’.

Ernesto Sevilla haciendo de Ernesto Sevilla y Alexandra Jiménez, reina de la comedia española desde que alcanzó la popularidad con el personaje de África en ‘Los Serrano’, hace ya veinte años, son los agobiados padres de familia. Él es un consultor en paro reciclado en algo así como un coach; ella soñaba con ser científica y ha acabado de desbordada ejecutiva de una empresa farmacéutica. En un mercadillo medieval, su hija pequeña (Amaia Miranda) ruega a una pitonisa (Petra Martínez) que sus padres y sus hermanos dejen de mirar el móvil y le hagan caso. Envueltos en niebla al cruzar un puente, el Volvo familiar acabará en la Edad Media, donde, efectivamente, no hay cobertura.

‘Sin cobertura’ transcurre en un reino donde su monarca, Bermudo II, tiene el rostro de Joaquín Reyes y el obispo se beneficia del talento caricaturesco de Pepe Viyuela. El estupendo reparto se completa con el atribulado Conde que borda el siempre impecable Luis Callejo y la pareja de patanes a los que dan vida Salva Reina y Carmen Ruiz, que parecen salidos de ‘Los visitantes’. Luna Fulgencio, la niña que Santiago Segura descubrió en ‘Padre no hay más que uno’, ya tiene 14 años y le toca hacer de adolescente que no puede vivir sin redes sociales.

Una familia del siglo XXI en el Medievo.

Una familia del siglo XXI en el Medievo.

Rodada en escenarios vizcaínos y alaveses (Muskiz, Zeanuri, Otxandio, Dima, Igorre, Amorebieta, Plentzia…), la cinta aprovecha bosques de cuento y fortalezas de película. Curtida en series como ‘Un paso adelante’, ‘Los Serrano’, ‘Águila Roja’ y ‘Aída’, Mar Olid no se complica la vida y deja que el peso de la comicidad recaiga en los actores, algunos de ellos pasados de rosca. El personaje de la madre sirve para introducir un componente feminista, aunque la sonrisa siempre proviene de las salidas de Sevilla en su eterno rol de gañán-cuñao-juerguista de buen corazón.

En 1889, Mark Twain escribió ‘Un yanqui en la corte del Rey Arturo’, una sátira del pasado y el presente, donde el protagonista viajaba a la Britania del siglo VI y lograba cambiar las justas medievales por el béisbol. «El poder ilimitado es ideal cuando se halla en manos seguras», afirmaba el viajero, demostrando que siempre hay que desconfiar de la naturaleza humana. Apaguen sus móviles durante la proyección, por favor.

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