El ATP 250 de Belgrado, uno de los eventos más destacados del calendario tenístico serbio, no volverá a disputarse en su país. La familia de Novak Djokovic, propietaria y organizadora del torneo, ha confirmado que la competición se trasladará a Atenas, Grecia, del 2 al 8 de noviembre de 2025 bajo el nombre de Hellenic Championship.
Aunque la decisión se presentó como una medida técnica —imposibilidad de garantizar las condiciones necesarias en las fechas previstas—, el cambio tiene un trasfondo político evidente. Marca otro capítulo en el distanciamiento entre Djokovic y el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, una relación que hasta hace pocos años era cordial.
El nuevo escenario del torneo será el OAKA Basketball Arena, sede de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y hogar del Panathinaikos. El evento mantendrá su categoría de ATP 250 y se jugará en pista dura cubierta. La dirección seguirá en manos de Djordje Djokovic, hermano de Nole, al frente de un equipo que ha organizado nueve competiciones internacionales en Belgrado desde 2021.
El orígen de la polémica entre Djokovic y Vucic
La ruptura pública entre el número uno serbio y el Gobierno comenzó tras la tragedia del 1 de noviembre de 2024 en Novi Sad, cuando el derrumbe de una marquesina en la estación ferroviaria, recientemente renovada, provocó 15 muertos. La investigación reveló posibles irregularidades y corrupción en la adjudicación de las obras, desatando una ola de indignación popular.
Lo que empezó como un duelo colectivo se transformó en el mayor movimiento estudiantil en décadas, con concentraciones diarias a las 11:52 horas, momento exacto del accidente. Djokovic, lejos de mantenerse al margen, expresó abiertamente su apoyo: «Como alguien que cree profundamente en la fuerza de los jóvenes y su deseo de un futuro mejor, considero que es importante que su voz se escuche. Serbia tiene un enorme potencial, y la juventud educada es su mayor fortaleza”, publicó en diciembre de 2024.
En enero, durante el Abierto de Australia, fue más explícito: «Mi apoyo va siempre a los jóvenes, a los estudiantes y a todos aquellos a quienes pertenece el futuro de nuestro país», criticando además la violencia contra los manifestantes.
Estas declaraciones chocaron frontalmente con la narrativa oficial. Vucic ha calificado las protestas como un «intento de revolución orquestado por agentes extranjeros«. Los medios afines al Ejecutivo han ido más allá, acusando a Djokovic de “falso patriota” y de “huir” a Grecia tras usar su imagen como símbolo nacional.
Hasta 2022, el vínculo entre ambos era sólido. Vucic fue uno de los defensores más firmes del tenista durante la crisis por su deportación de Australia, denunciando públicamente el trato recibido. Pero el apoyo de Djokovic a los manifestantes ha dinamitado esa relación.
Djokovic, que renunció a los 200.000 euros de premio por su oro en París 2024, refuerza así una postura pública que lo aleja de la política oficial y lo acerca a quienes, en Serbia, piden transparencia y cambio.