Desde su formación en Londres a mediados de la década de los 70, Iron Maiden supo convertirse en uno de los pilares del heavy metal, destacándose por su virtuosismo, letras épicas y la voz inconfundible de Bruce Dickinson. Así, su música pasó de ser la de un grupo de desconocidos a transformarse en referencia absoluta dentro del género.
En la trayectoria de la banda, tres álbumes se destacan por sobre el resto gracias a su peso creativo y comercial. Cada uno representa una etapa clave para Dickinson y compañía: el salto de popularidad con identidad propia, la ambición conceptual y técnica, y el dominio consolidado del estilo Maiden.
A continuación, los 3 mejores discos de Iron Maiden.
3. Piece of Mind (1983)
Publicado en mayo de 1983, representa la consolidación del sonido con la llegada de Nicko McBrain para sentarse detrás de la batería. Alcanzó el puesto número tres en el Reino Unido y el 14 en el Billboard 200. Además, recibió la certificación de platino en Reino Unido, EE.UU. y Canadá, con ventas estimadas de 12,4 millones mundialmente. Canciones como “The Trooper”, “Where Eagles Dare” y “Flight of Icarus” se volvieron clásicos instantáneos del repertorio Maiden.
2. Powerslave (1984)
Tras ver la luz en septiembre de 1984, Powerslave se volvió una de las producciones más ambiciosas de la agrupación: una obra conceptual con temática egipcia y una de sus giras más legendarias con la denominada «The World Slavery Tour». Canciones como “Aces High”, “2 Minutes to Midnight” y “Rime of the Ancient Mariner” colaboraron para que el álbum fuera ubicado en el puesto 38 en la lista de los 100 mejores discos de metal de todos los tiempos confeccionada por Rolling Stone.
1. The Number of the Beast (1982)
Es el álbum más icónico y vendido de Iron Maiden, además de ser el primero en contar con la voz de Dickinson. Salió en 1982 y fue el primero en llegar al número uno en el Reino Unido. Es su obra más exitosa e incluye himnos como “Run to the Hills” y la canción homónima.