Mick Jagger es, sin duda, toda una leyenda del rock, tanto por sus creaciones artísticas como por sus performances sobre el escenario. Su control del cuerpo, la voz y el gusto por la actuación son tan naturales que parecen instintivos, y esto lo convirtió en toda una referencia para aquellos frontmen que querían dominar las tablas. Sin embargo, hubo un colega que lo dejó sin palabras: James Brown.
Gene Simmons de Kiss habló sobre la relación entre ambos pesos pesados: «Recuerdo un programa de televisión de los sesenta donde aparecían los Rolling Stones, los Beach Boys y James Brown. Los Stones estaban cerrando el concierto y mientras James Brown estaba en el escenario, había un primer plano de Mick Jagger observándolo y mordiéndose las uñas. Él la estaba rompiendo, como nadie que haya visto antes. Era asombroso cómo se movía, cómo contorsionaba su cuerpo”.
El evento al que Simmons hace referencia es The T.A.M.I. Show, un concierto que se celebró en el Auditorio Cívico de Santa Mónica los días 28 y 29 de octubre de 1964. A él asistieron, de manera gratuita, estudiantes de secundaria locales, además de Marvin Gaye, Chuck Berry y The Supremes, entre tantos otros.
En una entrevista brindada a la revista Rolling Stone en 1995, Jagger reveló: “Solía aspirar a ser como James Brown en su manera de moverse, así que copié mucho de sus pasos en los primeros años. […] Ya no los hago actualmente”. En diálogo con Time profundizó: “Copié todos sus movimientos. Solía hacer su deslizamiento a través del escenario. No podía abrirme de piernas, así que ni lo intenté».