La XXII edición del Festival de Cine de Comedia de Tarazona y El Moncayo ‘Paco Martínez Soria’, catalogado este año actividad de Interés Turístico de Aragón, celebra este domingo con una amplia asistencia de público su primera jornada de proyecciones oficiales en el Teatro de Bellas Artes de la localidad zaragozana.

Después de celebrar este sábado la inauguración y preestrenar el documental ‘Raquel Meller: Insumisa y divina’ de Vicky Calavia, este segundo día de festival acoge la proyección de los primeros cortometrajes a concurso: ‘Lo que te falta’, ‘Tesoro’, ‘La ceremonia del círculo’, ‘El corto de Rubén’, ‘Frío’, ‘Ghosting’, ‘Serial Tinder’ y ‘Videoclub 2001’. Todos ellos presentados y moderados por Juanjo Nogue.

A la proyección de los cortometrajes han asistido Marina Badia, directora de ‘La ceremonia del Círculo’; Sara Bermejo, directora de ‘Lo que te falta’, y el director Yago Casariego y la sonidista Irene Lozano de ‘Ghosting’.

Badia, emocionada por la proyección de su obra, ha recordado que hace 15 años formó parte del taller de cortometrajes del festival, por lo que volver con un trabajo suyo “es algo increíble”. Del mismo modo, Bermejo ha soñado una “larga vida a Tarazona” y Casariego ha incidido en que “la comedia es un vehículo potentísimo para contar historias”.

El largometraje elegido para proyectarse este mismo día ha sido ‘De todos lados un poco’, dirigido por Álex O’Dogherty e Iván Karras. El documental, que permite reflexionar sobre identidad, raíces y pertenencia, parte de la investigación iniciada por el padre de O’Dogherty sobre la historia de su apellido y plantea la idea de que todos descendemos de emigrantes si buscamos bien en nuestras raíces.

A lo largo del metraje, el actor reflexiona sobre cómo el origen y el color de piel influyen en la manera en la que se trata a las personas, y concluye que, en realidad, todos somos de todos lados un poco.

Ambos guionistas y codirectores han llegado hasta Tarazona para la proyección y posterior coloquio, moderado por la periodista Camino Ivars. “Me ha hecho mucha ilusión venir aquí, que es un festival de referencia. Aun siendo un documental que no es lo que suelen proyectar aquí, me dijeron que les había gustado y que querían que lo viera el público. Nos sentimos muy honrados”, ha dicho O’Dogherty.

Del mismo modo, además de reconocer que es una historia “de mucha gente” y que el objetivo era que la investigación de su padre sobre el origen de los apellidos “no se quedará olvidada en un cajón”, el director y productor ha señalado que “no todos los inmigrantes eran tratados de la misma forma” y, con esa idea, “se empezó a formar un todo diferente”.

“El documental no solo habla de una historia de búsqueda de orígenes, sino del problema de muchas familias a la hora de sentirse integrados en otro país”, ha subrayado. Una idea a la que se ha sumado su compañero Karras, quien piensa que es “una historia atípica con un árbol genealógico que se remonta al año 378”.

Por su parte, ha puesto en valor que en este documental aborda, “sin banderas”, una historia “de diversidad, de pertenencia y que nos recuerda que hay muchas historias en todos nosotros y mucho ADN mezclado”. “Todo ello sumado a la historia sobre el origen que hay en Irlanda”, ha apuntado.

“Creo que también debemos valorar cómo nos hemos fusionado durante el montaje para tomar estas decisiones de desbroce. Ha sido maravilloso”, ha destacado, una conexión a la que ha catalogado como “una simbiosis en la que remaban los dos hacia el mismo sitio”.

Asimismo, Karras ha compartido que para él ha sido también un reto contar una historia personal de Álex ya que “el corazón mandaba, un corazón que ha sido necesario y que incluso ha movido a los dos”. “Me he nutrido de su energía e inteligencia. Es un gustazo trabajar con alguien así y con sus ideas”, ha sumado.