Esta mañana de domingo 24 de agosto ha sido oficiado, en Aranda de Duero, un sentido homenaje a Iván Meléndez Luque, el corredor junior fallecido ayer sábado durante la disputa de la segunda etapa de la Vuelta Ciclista Junior a la Ribera del Duero. El joven deportista perdía la vida en la pista que lleva al Amogable desde la N-234 tras una caída múltiple en el pelotón. El acto ha servido para mostrar el cariño y el apoyo a la familia y amigos del deportista, así como a su equipo, el Tenerife Cabberty.
La trágica noticia del accidente mortal conmocionó ayer al pelotón y a toda la organización, que decidió suspender de inmediato la competición. La localidad soriana de Langa de Duero, que acogía la salida de la etapa, decretó luto oficial durante tres días en señal de duelo, un sentimiento que se ha extendido por toda la comarca y el ámbito deportivo nacional.
El homenaje ha reunido a una amplia representación de la comunidad ciclista, desde los propios compañeros y rivales de Meléndez en el pelotón hasta miembros de los equipos técnicos, voluntarios y el nutrido dispositivo de seguridad que velaba por la prueba. A ellos se han sumado autoridades y numerosos ciudadanos que han querido mostrar su respeto.
Un acto solemne en la meta que no fue
El lugar escogido para el tributo ha estado cargado de simbolismo: la plaza de la Hispanidad de Aranda de Duero, el mismo punto donde estaba previsto que hoy concluyera la novena edición de la vuelta. En este escenario, la concejala de Deportes del Ayuntamiento arandino, Belén Esteban, ha dirigido unas palabras a los asistentes, agradeciendo su presencia en un momento tan difícil.
Esteban ha destacado que el ciclismo ha mostrado su «cara más cruel» y ha subrayado la necesidad de recordar al joven deportista. «Hoy nos duele la ausencia de Iván y queremos reunirnos en su memoria», ha afirmado la concejala. Según ha expresado, a partir de ahora «cada vuelta de rueda, cada meta y cada aplauso de la afición serán un callado homenaje» al corredor, de 17 años de edad, fallecido.
El acto ha concluido con un solemne y riguroso minuto de silencio en memoria del joven deportista, que ha finalizado con un largo y emotivo aplauso por parte de todos los presentes, poniendo un broche de respeto y cariño a una de las jornadas más tristes en la historia de la Vuelta a la Ribera del Duero.